Capítulo 24: Sorpresa.

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DOMINIC.

Llego a la empresa a las seis en punto como siempre, para avanzar con el trabajo de hoy.

Antes de ir a mi oficina, opto por tomar un café a la cafetería de la empresa.

El lugar se encuentra vacío a excepción de una mujer que ocupa una mesa. Al acercarme más, me sorprendo al reconocer que es Sophie.

¿Por qué está aquí? ¿Ha cambiado de opinión en regresar a su trabajo?

Ella no se ha percatado de mi presencia, esta absorta en sus pensamientos, con la vista hacia los ventanales. Se lleva un vaso de lo que tal vez, pueda ser café a los labios y toma un trago.

Yo desecho las ganas de ir por uno, y voy directamente hacia su mesa. Sin decir nada, tomo asiento frente a ella. Por su rostro sé que la he sorprendido.

Bien, ese era el punto.

—Debo confesar, que esta es una agradable coincidencia. Puedo preguntar, ¿qué haces aquí? —me inclino más hacia la mesa, para estar cerca de Sophie.

—Tomo un café mientras sigo pensando si la decisión que he tomado es la correcta —sus ojos me miran directamente, como si quisieran encontrar la respuesta en mí.

— ¿Y qué decisión es esa? —pregunto, aunque puedo intuir la respuesta.

—Aceptar tu propuesta de volver, a pesar de lo que paso la otra noche y de que no lo recuerdes —al terminar su frase, rompe el contacto visual conmigo, dirigiendo su mirada al vaso sobre la mesa.

Una sonrisa se forma en mis labios.

Ella cree que no recuerdo nada de lo que dije esa noche. Y es todo lo contrario. Ayer todo en mi mente se aclaró, hoy tenía planeado ir a buscarla después de trabajar. Pero con ella ya aquí, mis planes han cambiado.

—Cualquier comentario que pude haber dicho, seguramente es verdad —me hago el reflexivo, frotándome la mandíbula con una mano.

—Tal vez —es lo único que dice y dándome una mirada curiosa, se levanta de su asiento. Yo hago lo mismo. —Será mejor que vayamos a empezar nuestra jornada de este día, seguramente tengo mucho trabajo acumulado.

Arqueo una ceja. —Me subestimas, te sorprenderás al darte cuenta de que no es así —después de pensarlo un poco, prosigo. —Con excepción de mi agenda que eso si, admito que es un caos.

Un nuevo plan se forma en mi mente. Ambos salimos de la cafetería. Sophie se queda en su escritorio, le digo que en la tarde tendré listo su nuevo contrato para que lo firme, y cuando vea a Marcus que le informe que necesito hablar con él de inmediato. Y me voy a mi oficina.

Por el momento ella pensara que volveré con el trato de jefe/secretaria, pero no es así.


****


Mientras estoy en mitad de una llamada con un socio, Marcus hace acto de presencia en mi oficina. En cuanto finalizo la llamada, él habla.

—Ahora que Sophie ha vuelto, estarás de un buen humor hermano. ¿Ya hablaste con ella?

Él se refiere a lo que paso la otra noche, ayer le conté de la travesía que tuve. Al principio no paro de reírse de mí por un buen rato, a decir verdad. Marcus me aconsejo que planeara bien una conversación con Sophie, visitándola con tiempo hoy.

—Aún no, lo haré antes de la fiesta de presentación de los nuevos planes de este año. La invitare a que asista conmigo.

— ¿Qué tienes en mente? —Marcus se desabrocha los botones de su chaqueta y se deja caer en el sofá.

—En eso estoy, ya sabes que no soy bueno con las proposiciones. Tenemos mucho tiempo consiguiendo mujeres fácilmente, y esta nueva etapa es de lo más nueva para mí.

—Te diré algo: Pareces un adolescente que está planeando en cómo será su primera vez con una mujer —Marcus se ríe.

—Esas mismas palabras usare cuando me digas que tienes a la mujer indicada en verdad para ti.

— ¿En pocas palabras, piensas que ella es la definitiva en tu vida?

Asiento con la cabeza.

—Vaya, mi mejor amigo muy pronto con una novia —comenta Marcus. Antes de que pueda decirle algo, unos golpecitos en la puerta nos hacen ver en esa dirección.

Sophie entra en la habitación y nos dirije miradas a Marcus y a mí.

¡Rayos! Espero no haya escuchado nada de lo que dijo mi amigo.

—La reunión ejecutiva será en diez minutos, tienes que ir ya —dice Sophie, quedándose en la puerta. —Y tú también —señala a Marcus.

Lo más curioso de su regreso, es que ambos nos tuteamos. Es algo más personal.

—Lo había olvidado, una de las ventajas de volver a tener una secretaria —digo, y recuerdo una parte de la conversación de estos momentos con Marcus. — ¿Tienes algo que hacer este Miércoles? —digo de pronto, ella parpadea confundida. Marcus me guiña un ojo.

—A penas es lunes, no tengo nada planeado —dice después de pensarlo por unos segundos.

—Perfecto, tú vendrás conmigo a la fiesta de ese día. Por el vestuario, peinado y maquillaje, no te preocupes yo dispondré de personal para eso.

—Está bien, supongo —y aún un poco confundida, cierra la puerta, dejándonos a Marcus y a mí solos de nuevo.

—Ese fue un buen factor sorpresa —Marcus se levanta. Yo cierro la laptop y guardo mi celular en mi bolsillo.

—Ese es el punto, así no pone objeciones —sonrió y me levanto de mi silla.

Ambos nos dirigimos a la sala de reuniones, acompañados con Sophie, a la cual le solicite que fuera. No es que necesite a mi secretaria ahí, solamente quiero tenerla cerca.

Cuando el día laboral termina, llevo a Sophie en mi auto hasta su casa. Al principio cuando le ofrecí el "aventón", pensé que se negaría pero no fue así. Antes de que salga del auto, le pregunto:

— ¿Qué te parece si mañana paso a recogerte para irnos juntos a la empresa?

— ¿No será raro que mi jefe lleve a su secretaria en su auto? —Sophie me responde con otra pregunta.

—A caso eso importa, yo soy el presidente de la empresa. —Ella se ríe, y asiente con la cabeza.

—Entonces nos vemos mañana... ¿A qué horas vendrás por mí? —pregunta, cuando le abro la puerta del auto.

—No te haré que te despiertes tan temprano —lo pienso un poco, finalmente digo. —Vendré a las siete.

—A esa hora me parece bien —dice satisfecha guiñándome un ojo, se gira y se marcha hacia el edificio.

Yo me quedo estupefacto. ¿Acaba de guiñarme un ojo? Alguien anda un poco juguetona...

Subo de nuevo a mi auto, y  con una sonrisa en mi rostro doy rumbo hacia mi casa.



***

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