4- Definitivamente debe ser una broma

75 9 0
                                    

Este día no iba como lo tenía planeado.

Yupii.

Mi primer día de clases estaba siendo todo un desastre.

Luego del pequeño incidente con ojos grises, decidí que esa no era razón suficiente para irme a casa.

Aún seguía con dolores y ganas de vomitar, me sentía un poco desorientada, pero la enfermera dijo que era normal.

Al parecer me desmaye por largo tiempo, y el oxígeno no me llegaba al cerebro, o algo así dijo. No presté atención.

Sólo podía pensar en las palabras de ojos grises:
«-Serás mía
-No lo creo
-Pues lo harás, muy pronto»

¿Quien jodidos pensaba que era?

¿El puto Damon Salvatore?

El no podía simplemente venir, soltar esas palabras y luego irse como si fuese el maldito llanero solitario.

Pero lo hizo.

Ok. Antes que nada debo admitir, que si, el tipo es muy guapo, tiene una voz que te incita a querer arrancarle la ropa, y tiene el jodido cuerpo de un Dios.

Sí.

Malditamente caliente.

Pero eso no le da derecho sobre mí.

«Vas a ser mía»

Si fuese Brad Pitt, no pondría objeción, si fuese Christian Grey, me tiraría a sus brazos de una sola vez.

Pero es un mortal, y los mortales no podemos ir por la vida decretando que todo es nuestro.

Créanme, aprendí eso de la peor forma.

Aún sueño con ese pony.

°°° Flashbacks°°°

Verán, hace unos 10 años, fui con mi mamá a una feria, habían cientos de juegos y de juguetes, pero yo me enamoré (literal) a primera vista de un pequeño pony rosado.

Lógicamente le pedí a mi madre que me lo comprara, y eso me dijo que lo haría, Pero cuando ya nos fuésemos a casa.

Yo acepté esa respuesta, me monté en todas las atracciones, compré unos ositos de peluche, comí algodón de azúcar, manzana acaramelada, muchas cosas.

Y cuando llegó la hora de irnos, me acordé del pony, y le recordé a mi mamá su promesa.

-Amor, gastamos todo el dinero - me dijo con voz calmada.

-Pero, tú lo PROMETISTE - le respondí con voz llorosa.

-No tengo más dinero hija.

-Pero, ES MÍO, YO LO QUIERO!- ya estaba llorando para ese momento

-Arizona, cariño, no puedes decretar que algo es tuyo con sólo verlo. Los mortales no podemos hacer eso.

-Y si yo fuese un Dios, ¿Si podría? - dije con voz esperanzada.

-Quizás...

°°°

Y bueno, fue una lección algo cruel, pero me ha servido bastante.

En fin, ya me perdí las dos primeras clases, con las justas alcancé a llegar a mi clase de informática.

Como no había más sillas, me tocó sentarme al lado de una chica con cabello morado, quien estaba sentada al fondo.

-Mm, Hola,¿está ocupado este asiento?

-Sí, por el hombre invisible tarada - me respondió con sorna, clavando su verde mirada en mí.

¿Quieres conocerme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora