1- El vecino

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Bueno, hoy oficialmente me encuentro mudada.

Ya desempaqué todas mis pertenencias, mi cuarto está arreglado de forma perfecta (nótese el sarcasmo), y ya sólo me queda conocer a mis vecinos.

No será nada fácil.

Pude observar que la casa del lado derecho se encuentra habitado por una señora no menor de 60 años, por 3 niñas con edades entre los 10 y los 15, y por un chico que debe tener mi edad (18 años).

El chico es alto, oh bueno ,a mi todos me parecen altos, ya que por mi estatura no se sabe si soy un pitufo, un minion o si clasifico como hobbit. En fin el chico es corpulento y esbelto, algo interesante de ver.

En fin, quizás me haga amiga del chico, luce mono.

Y, a mi izquierda se encuentra otra casa un poco más lujosa, puedo observar por el balcón que viven unos chicos, pero, no les puedo ver el rostro. Se encuentran jugando basketball. En fin, siempre se escuchan gritos de allí, así qué supongo que es una especie de casa de tortura.

Lo sé, aterrador.

Iré a conocer a mis vecinos.

Pero, primero debo admitir algo.

Me cuesta tanto socializar con los demás. La juventud de hoy en día es muy superficial (sí, se que soné como mi abuelita) pero es la verdad. Al no ser dotada con un cuerpo escultural no te notan.

Pero a la mierda todos, me amo y no me importa.

Y si alguien se mete con mi apariencia las tiene claras, pues digamos que no llevo bien eso de ser la chica sumisa que sólo deja pasar los comentarios inapropiados.

En fin, mucha charla y poca acción.

Bajo las escaleras y me dirijo a la salida no sin antes avisar a mi madre, que les puedo decir, esa mujer es mi tabla, me puede salvar pero también me puede hundir. Es el verdadero amor de mi vida, y como somos nosotros dos nada más, debemos estar al tanto la una de la otra.

Salgo y me dirijo directamente a la casa de mis vecinos que tienen pinta de amigable, bajo ninguna circunstancia me dirigiría a la casa de la tortura.

Lo primero que puedo observar es a las niñas correteando, se ven tan dulces, seguro son pequeños demonios.

Otro detalle, detesto a los niños.

No llevamos buena relación.

Bueno, continuó hasta el patio de la casa y observo al chico que he visto anteriormente.

Se encuentra lavando su coche, se ve muy, muy sexy a decir verdad.

Como ya dije, es muy mono. Tiene lindos ojos color café, piel tostada, sonrisa amigable y boca pequeña, tiene la cara larga y sin barba, y facciones algo delicadas pero masculinas. Tiene una nariz corta y puntiaguda que te hace querer suspirar, y tiene unas piernas, Dios, que piernas, son largas y bien definidas, fijo y este chico practica algún deporte o pasa mucho tiempo en el gimnasio.

Al parecer no soy muy discreta con mi breve escaneo ya que me nota casi de inmediato.

-Hola extraña- me saluda el chico mono.

-Que tal - bromeo.

-De donde vienes acostumbran a acosar de esa forma a sus vecinos, ¿eh?

Será creído

- No te estaba acosando - respondí de vuelta.

- Está bien. ¿Espiando es una palabra que funciona mejor para ti?

Estúpido

- Sólo vine a presentarme - le digo perdiendo la poca paciencia que me fue otorgada.

- Oh hubieses iniciado por ahí - me extiende la mano - soy Derek.

Observo su mano con desconfianza - soy Arizona - y sí, tomé su mano.

Grave error.

Maldito Derek.

Me jaló con fuerza hasta que quedé literalmente bajo el chorro de agua de la manguera con la que lavaba su coche.

-Ahhhhh , está friiiia

Se carcajeo tan fuerte como le fue posible.

Maldito.

- Eso es para que no me acoses otra vez

- Que no te estaba acosando , maldición!

- Te creo, pero igual debía hacerlo, me hacía falta divertirme.

Le dirijo mi peor mirada y camino de regreso a mi casa.

Justo cuando estoy abriendo la puerta algo golpea mi cabeza.

Debe ser una broma.

Me volteo con toda mi mala leche al borde, para insultar al causante de semejante golpe.

Sólo logró ver un balón. De basket.

Demonios, ¿no podía tener vecinos agradables?

Levanto mi mirada sólo para encontrarme con un chico, el causante de este mini-accidente.

Dios , esto no puede ser posible.

Nadie es capaz de tener los ojos tan grises e intensos y el cabello tan negro. Este chico tiene un buen, excelente y magnífico cuerpo. Cara alargada y con una expresión de arrogancia, nariz perfilada casi al punto de rozar la ridiculez, cejas espesas, y Dios, tiene una maldita piel pálida y cremosa. Unos labios  finos pero sensuales y...

Y una boca besable, definitivamente besable.

Mierda.

- Puedes tomarme una foto, te duraría más.

Tomó su balón y se fue.

Malditos vecinos.

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