25. La biblioteca del Tiempo

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 ⋆*✦ ───── ⋆✦ Nara ✦ ⋆ ───── ✦*⋆

En mis sueños la luna siempre era roja.

Estaba parada sobre el agua y a mi alrededor no había absolutamente nada. Flotaba descalza sobre un mar de aguas negras que reflejaban el cielo nocturno y aquella enorme luna roja. Ni mis pies ni el ruedo blanco del vestido que llevaba se mojaban. Miré hacia abajo y vi mi reflejo sobre el agua, pero no se parecía a mí. Tenía mi piel morena y mis rasgos que la gente llamaba exóticos, pero mi cabello caía completamente blanco hasta mi cintura y mis ojos... Aquellos ojos eran del color que debería tener la luna, entre el oro y la plata.

«Será mejor que despiertes antes que ese idiota venga, Nara» me dije y comencé a caminar sin ninguna dirección. Sabía que aquel mar no tenía costa, que no importase cuánto caminara, simplemente seguiría en el mismo lugar.

—¿Otra vez vos? —preguntó una voz conocida, se oía como si estuviese debajo del agua.

—Sí, yo —respondí y comencé a correr. No podía huir de aquella voz, ya lo había intentado, pero al menos podía obligarlo a seguirme y eso lo molestaba.

—¡Ey, esperá! —gritó, clavando sus pies en el borde del agua, haciendo que me detenga tan bruscamente que caí de rodillas.

Al hacerlo, él también cayó y quedamos enfrentados, cara a cara, con nuestras manos sin tocarse, como si estuvieran separadas por un cristal.

Me quedo mirando sus ojos del color de la lluvia. Estos tenían una mirada demasiado vulnerable para aquel rostro de rasgos fríos y duros, el rostro de un soldado, de un asesino. De un cazador.

Desde que había alunado... Incluso desde antes, él ha estado en mis sueños. A veces hablábamos, otras simplemente nos mirábamos, y en la mayoría intentábamos ignorarnos. Y cuando hablábamos siempre estábamos peleando y diciendo tonterías. Nunca hablábamos de nosotros, ni de los arcanos o cazadores. Yo no sabía su nombre y esperaba que él no supiera el mío. Tampoco hablamos de aquellas dos veces que nos vimos en persona, cuando él mató a James o cuando yo intenté romper nuestro vínculo, casi matándonos en el intento.

—Sos un pelotudo —le dije, y me levanté, intentando darle la espalda. Lo que era inútil porque él estaba constantemente debajo de mí, como si fuéramos un espejo.

—Y vos una loca —me respondió.

Ninguno habló por un largo momento, pero podía sentirlo debajo de mí, sentado como chinito; en cambió, yo llevé mis rodillas hasta mi pecho y apoyé mi barbilla en ellas. A mi alrededor, mi vestido blanco se esparcía sobre un agua sobre un lirio sobre un charco de sangre, el rojo reflejo de la luna.

—Se avecina una guerra, ¿verdad? —preguntó, volviendo a hablar.

—S-sí —logré responder cuando salí de la sorpresa, sin mirarlo.

—¿Eso significa que nos volveremos a ver? —Él casi sonaba triste y asustado.

—Probablemente —logré decir sin que mi voz deje escapar lo que sentía

—La próxima vez que te vea, te mataré —dijo con vehemencia. Él seguía sentado como chinito, con la espalda recta y sus brazos apoyados relajados sobre sus rodillas. Sus ojos miraban hacia arriba, quizás de su lado también había una luna roja.

—Lo sé —respondí simplemente y no dije más nada.

Vi que una de sus manos rozaba el agua que nos separaba. Por alguna estúpida razón toqué sus dedos con los míos, pero él no se dio cuenta.

⋆*✦ ───── ⋆✦ Nahuel ✦ ⋆ ───── ✦*⋆

Me despertó un ligero y conocido peso sobre mi brazo.

La chica voz de sombras | Arcanos 2Kde žijí příběhy. Začni objevovat