¿Piensas pedir algo? »TordTom«

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Estaba atendiendo a una chica muy frecuente del lugar solemos hablar y ella me cae bien, Stacey se llama y aun que aveces me moleste mucho se le aprecia.

— Hey.. el otro día vi que atendiste a un chico realmente interesante, son noviesitos? el chico se veía muy cariñoson contigo mmm. —Sonrío maliciosamente.

— ¿¡Qué!?, no! esa persona no me agrado en lo absoluto. —Exclamé, realmente fue incomodo conocer a ese hombre.

Stacey me iba a responder pero se quedo callada al ver que entro otro cliente.

— Bueno, hablando del rey de roma
—me dío una mirada picara—. debes atenderle, es tu trabajo Tommy.~

Suspiré pesadamente para dirigirme a donde estaba el mismo chico de cuernos, se sentó en el mismo lugar de ayer.

— ¿Ahora si me vas a pedír algo? —Dije rápidamente, no quería mas rodeos.

— Pero lindo, ¿por que me tratas así? no es forma de tratar un cliente.~ —Me guiñó un ojo y yo le di una cara de asco como respuesta.

— Seño- -Me interrumpió, haciéndome hacer una mueca mucho más notoria.

— Tord, dime Tord. —Corrigío.

Fruncí el ceño, no tengo tiempo para estas cosas.

— Bueno, TORD no tengo tiempo para sus juegos así que le pregunto una vez más. ¿pedira algo o no? —Me estaba frustrando, tratar con este chico me costaba.

"Tord" sonrió pícaramente, incomodandome.

— ¿Puedo pedir lo que quiera?~

— Lo del menú. —Indiqué.

— Pero no te veo en el.. —Suspiró fingiendo estar decepcionado.

Por accidente se me escapo una sonrisa, quitándola al instante con un ceño fruncido.

— Me—mejor vuelvo después. —Me disponía a irme hasta que me interrumpió.

— ¡Espera! —Bufó—. pediré un café.

Asentí, dirigiéndome a la cocina para dar el pedido.

Mientras esperaba el café del imbécil este, que no se demorarían nada en hacer osea. Por favor es solo hacer un café, decidí pensar en las intenciones del tipo este rarito, ¿por que me coquetea? se me hace raro pensar en eso, ew.

— Tom, el café esta listo puedes llevarlo! —Habló un chico castaño.

— Si, gracias. —Respondí, dejando el café en mi charola para llevarlo.

Me dirigí a la mesa donde estaba este imbécil, el se encontraba leyendo la misma revista con la que me ignoro la otra vez.

— Toma. —Hablé seco, dejandole el café en la mesa.

— No sabía que las pasivas eran muy agresivas, mira que hasta rima me salió.

Iba a explotar, ya le iba a dar un puñetazo en esa cara hasta qué.

— Tranquilo, shh.. acercate un poco ¿si? -Estaba sacando un papel pequeño.

Me acerqué lentamente, pude sentir como ponía el papel en uno de mis bolsillos del delantal que tenía puesto.

— Miralo después.~

— Mejor ni lo miro, saludos. —Me giré avergonzado.

Me dirigí a la cocina, ya entrenado saque rápidamente el jodido papel que me dejo.

Era su numero telefónico.