XXIV

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16 de Noviembre del 2016

Faltan 37 días para la presentación de ballet

17:45 hrs

– Dimmock, necesito hablar contigo – pide Greg cuando termina de cambiarse.

El aludido sólo asiente, desganado y le da pie para que el castaño empiece.

– No aquí – aclara –. Vamos a fuera.

Dimmock pestañea unos instantes antes de pararse y seguir a Greg fuera de los vestidores, a un lugar retirado. Cuando se siente lo suficientemente lejos, lo encara y el otro se detiene y se cruza de brazos.

– Habla – dice sin más el rubio, luciendo indiferente.

– ¿Qué chingados pasa contigo, Mikael? – pregunta sin rodeos –. Te la has pasado haciéndome a un lado desde el anterior partido.

– No te hago a un lado, Greg – aclara el otro tras un suspiro –. Sólo no quiero seguir involucrándome contigo.

– ¿Por qué? – insiste.

– ¡Porque me harté de que tú primero me alejaras de tu vida! – exclama molesto el más grande.

Greg se sorprende ante la respuesta y se siente perdido.

– Nunca te he alejado...

Su amigo suelta una carcajada irónica para después negar con la cabeza.

– Todo el puto tiempo que llevo de conocerte, jamás me has hablado de tu vida – expone enojado, remarcando cada palabra.

Y es ahí que Greg comprende. Trata de decir algo, pero Dimmock le arrebata la palabra.

– No conozco nada sobre ti a pesar de ser tu 'mejor amigo' – remarca las comillas con los dedos –. No sé mucho de tu familia, no sé cómo te sientes y ni siquiera conozco tus malditos hobbies.

» Mientras yo te he revelado todo de mí y has estado ahí para ayudarme, apoyarme. Siempre – sus reclamos ahora suenan heridos. Una ligera lágrima se escapa de sus ojos –. Ni siquiera puedo ayudarte cuando estás mal porque no sé cómo ni cuándo chingados hacerlo, porque no sé nada de ti.

El castaño le dedica una mirada suave y trata de sonreír poco.

– Lamento esto – dice con sinceridad.

– ¡No lo lamentes! – grita desesperado Dimmock, llevándose las manos al rostro. – ¡Haz algo, cabrón!, ¡Háblame de ti, carajo, de lo que piensas y sientes!

– Soy gay y me gusta el ballet – revela con una sonrisa y siente como se quita un gran peso de encima.

Aquellas palabras parecen caerle a su amigo como un balde de agua fría. Greg ve cómo se congela frente a él y entiende que aquello fue demasiado.

Cuando sale de su perplejidad, el rubio desvía por unos momentos la mirada ante la vista fija de Greg sobre él. Ahora entiende que sus grandes temores se materializan y que la conversación acabó. Por ello decide irse y dejar a su amigo con dignidad antes de oír en sus palabras el rechazo.

Pero es retenido por un brazo que lo jala con fuerza para luego ser atrapado en un abrazo fuerte que lo deja sin aliento. Dimmock recarga la frente en su hombro y mantiene su agarre firme alrededor de él. El castaño sólo atina a regresar el abrazo cuando siente que su amigo no lo está juzgando.

Los fuertes brazos del rubio lo atraen más hacia él y sus manos acarician con suavidad su espalda. Siente húmedo su hombro y es cuando escucha el gimoteo de su amigo.

– Debió de haber sido doloroso pasar por esto sólo.

Y tras oír esto, Gregory se quiebra y sabe que ha cometido un grave error al pensar que su mejor amigo lo iba juzgar y abandonar. Algo dentro de él lo hace sentir en paz, por el momento.

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Estamos acercándonos a un momento muy importante para Greg, por ello se debe empezar a cuestionar con quien cuenta realmente. 

Esta parte la verdad fue muy personal para mi y fue un poco culposo de escribirla, pero era necesaria para la historia. Aun cuando debo decir que una vez terminé de escribirla, me sentí muy satisfecha con esta.

Aproveché para publicar ya que tuve un poco de tiempo libre. Espero hayan disfrutado esta actualización. 

Saludos 

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