Internado De Vampiros Y Lobos *Terminada*

capitulo 27

-¡Bea ya está la cena!-escucho gritar a Abby desde la cocina.

-¡Ya voy!-le respondí de igual manera y me senté en mi cama.

La cabaña consistía en una sola planta, toda de madera, con una cocina pequeña, un mini comedor, un pasillo algo corto, y tres habitaciones, una de baño, otra con una biblioteca enorme y la otra era sólo para descansar, con dos camas algo grandes, pero todo pequeño.

Era bastante bonita.

Salí de la habitación cerrando la puerta detrás mío y me senté en la mesa para comer la deliciosa comida, la cual olía tan bien como sabía.

-Estuviste todo el día callada ¿Pasa algo?-preguntó Kat mirándome.

-No, no pasa nada-dije sin mirarlas.

-Bea, sabemos que te pasa algo, dinos-dijo esta vez Abby.

-Se que me ocultan algo y eso me molesta-las miré y se miraban entre sí, luego me miraban a mi y así repetían.

-¿Qué es lo que quieres saber?-preguntó Abby.

-¿La verdad tal vez?

-Bueno... la verdad es que... Simon quiere asesinarme porque yo fui la que contó a todo el Internado que el había asesinado a su familia y cuando se lo dije a Kat en la Biblioteca, decidimos escapar las tres-dijo Abby demasiado rápido, pero entendible.

-Iré a dormir-me levanté de la mesa para encerrarme en la habitación y acostarme en la cama que esta más cerca de la ventana.

No les creía nada y me molesta que sigan inventando cosas para ocultarmelo.

(...)

Abrí los ojos gracias a la luz que entraba por la ventana y miré a un lado en donde se suponía que debían de estar Abby y Kat, pero no estaban, en lugar de ellas había una nota.

Me levanté de la cama, tomé la nota, la abrí y la leí.

Bea:

Kat y yo salimos a buscar leña para el fuego, por favor sea lo que sea no salgas de la cabaña.

Te amamos.

Dejé la nota en donde estaba y me metí en el baño para darme una ducha.12

Salí envuelta en una toalla y elegí por vestirme con unos vaqueros, una remera común negra, mi sudadera y converse.

Me cepillé el pelo y lo dejé suelto.

Entre a la cocina y sólo agarre una manzana para desayunar, la verdad no tenía hambre.

Me senté en el sofá y miré por la gran ventana de al lado de este.

Todo era muy bonito, el bosque, los árboles, la cabaña y la vista desde esa ventana es genial, pero me llamó la atención un árbol entre medio de otros dos que desprendía rosas rojas y por lo que se, de los árboles nunca florecen rosas.

Me levanté del sofá y abrí la puerta de la entrada sintiendo un viento helado recorrerme entera. Inconsientemente me abracé a mi misma tratando de darme calor, pero era imposible. Aún así decidí salir afuera y caminar hasta ese árbol.8

Toqué sus rosas las cuales no tenían espinas, también era extraño... este árbol era extraño.

Vi a un costado en donde a una rosa le goteaba un líquido rojo.

*No me digan, Alicia decidió venir a este bosque a ayudar a la reina roja a pintar estas rosas también.*

Corrí hasta la cabaña nuevamente y busqué un cuchillo.

Volví hasta el árbol y corté la rosa, haciendo que todas se cerrarán de golpe al mismo tiempo y calleran al suelo convirtiéndose completamente negras y sus espinas salieran.

Miré la rosa en mi mano y esta empezó a sacar sus espinas incrustandose en mi piel, pero lo que me sorprendió es que no me dolía en absoluto.

La rosa seguía goteando el líquido rojo por toda mi mano mezclándose con mi sangre y formando un aroma exquisito, tanto que era adictivo.

Sentía mis ojos pesados y mis rodillas tocar el suelo, lo único que quería era dormir.

Mi vista se tornó completamente nublada, pero todavía seguia en mis cinco sentidos y no pude evitar sentir dos manos sujetandome por debajo de mis brazos antes de que todo se vuelva completamente negro.