Internado De Vampiros Y Lobos *Terminada*

9

Bianca, abreme!-grita Max por quinta vez vez del otro lado de la puerta.

Me acerco a esta y le saco la llave.

-¿Que quieres?-dije fría.

No pretendía hablarle bien después de lo que sucedió.

-¿Enserio crees que salgo con Rodney?

Me lo quedo mierando varios segundos sin decir nada.

-Creo que Rodney siempre consigue lo que quiere.

-Sabes que lo hace con la intención de lastimarte, entiendelo.

-Max, es tu vida y de ella puedes hacer lo que quieras-en realidad si me molestaria que salga con Rodney, pero no se lo iba a prohibir por mis caprichos, porque la detesto o por que ella me hace la vida imposible.

El sabe lo que pasa con ella y su madre, pero si la ama, tengo que aceptarlo como buena amiga ¿No?...

Ok, ¿A quién engaño?, creo que seria demasiado malo que saliera con Rodney, cuando un poco más es capaz de tirarme de un edificio si la hicieran elegir entre unos tacones y yo y el lo sabe, pero no se lo voy a decir, no tengo el valor suficiente como para hacerlo, porque tal vez a el si le guste en verdad.

-Juro que no estoy saliendo con ella.

-Ok, te creo, voy abajo, la bruja me llamó.

Asintió no muy convencido.

Salí de la habitación y baje las escaleras viendo ya desde arriba el rostro rojo de furia de mi madrastra.

-¡Hace media hora te dije que bajarás a recojer tu ropa!-gritó apenas toque el suelo marmoleado y me agarró del brazo bruscamente haciendome caer.

-¡¿Pero qué te ocurre?! ¡No voy a dejar que sigas tratandome como una muñeca de trapo! ¡¿Quién te crees que eres?!-le grité.

La mire con odio y me levante del suelo.

-¡No me mires así, ni mucho menos te atrevas a contestarme y levantarme la voz nuevamente, respetamé!-me gritó dandome una cachetada.2

Coloqué mi mano en mi mejilla tratando de calmar el ardor mientras la sangre me hervia de la furia.

-No pienso respetar a alguien que no me respeta-dije mirándola a los ojos y recibí otra cachetada de parte de ella, sólo que esta vez fue con un rasguño incluido.

-¡Déjala!-vi a Max bajar y ponerse delante mío.

-Max, no te metas, vete-le susurré.

-¡Cállate y ve a trabajar que mi hija te espera en el auto, o considérate despedido!-le gritó y cuando Máx estuvo a punto de contestarle, tome de su mano y con mi dedo pulgar la acaricié.

-Sólo ve-le dije.

El caminó hasta la puerta de salida desapareciendo por atrás de esta y dando un portazo.

-Vete a tu habitación, no quiero volver a ver tu estúpida cara hasta la hora de la cena- dijo mientras caminaba hacia la cocina.

-Vieja bruja y estúpida-dije para mi misma.

Subí nuevamente a mi cuarto y suspiré pesadamente contra la puerta.

Miré toda mi habitación y como no tenia nada que hacer, empecé a ordenar.

Entré al baño y al verme en el espejo tenia el labio hinchado y un rasguño en mi mejilla.

Me levanté la remera y apreté los ojos con fuerza dejando caer varias lágrimas al ver los moretones que se habían formado de los golpes que mucho antes me dio.