Internado De Vampiros Y Lobos *Terminada*

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era Viernes por la tarde, toda la semana de clases habia pasado demasiado rápido y por suerte tranquilo.

A Ethan no lo vi desde que pasó ese incidente que dejó mis muñecas moradas.

Me di cuenta que puedo confiar en Kat y Cameron. Son geniales. Aunque no los conozco tanto como para confiarles todo.

Y en este momento me encontraba guardando unas cosas en mi mochila, para volver a mi casa y escuchar la excusa de Max de por que no contestó mis llamadas, ni tampoco me llamó.

-¿Irás a tu casa?-me preguntó Kat, mientras ella también guardaba sus cosas.

-Si-dije con una sonrisa. -Lamentablemente-susurre.

Una vez listas salimos de la habitación cerrandola con pestillo y nos reunimos con Cameron a la salida del Internado.

-Adiós-se despidió Cameron mientras subía a su auto, que por cierto era hermoso, completamente negro, pero como no se mucho de autos, no sabria decirles cual es.

-¡Adiós Cam!-dijimos al unísono Kat y yo.

-Llamé a Grayson.

La miré con confusión.

-¿Qué?

-Grayson, el taxista, lo llamé.

Solté una carcajada al recordarlo.

De esta chica se podia esperar hasta lo imposible.

-Ok, genial, al menos el taxista es alguien que si conocemos-reímos.

-Suban chicas-giramos y Grayson nos sonrió.

-Hola Gray-levanté una ceja al escuchar el apodo de Kat hacia Grayson.

-Hola Kat-inmediatamente lo miré.

-Hey chico, ese apodo solo lo uso yo, porque yo lo invente y por lo tanto solo yo puedo usarlo.

Kat se dio vuelta y me miró con una ceja arqueada.

-Bea, porfis, ¿Si?-me dijo y la miré.

-Ok, solo tu y yo la podemos llamar así-dije rodando los ojos.

-Gracias-agradeció ella sonriente.

-¿Bea?-pregunté cuando ya estábamos dentro del auto.

-Tu me inventaste un apodo, yo invente el tuyo, y solo yo puedo llamarte así, ¿Ok?-dijo copiandome.

Asentí riendo.

-Me gusta-sonrio viendo a Grayson subir al coche y poniéndolo en marcha.

(...)

-¿Por qué esa cara?-pregunta.

*Si supiera el porque*

-Por nada, solo estoy algo cansada-mentí.

-Si.. yo tambien.

Después de nose cuanto tiempo, el avión aterrizó, el viaje no fue tan largo, ya que con Kat, nos dormimos casi todo.

Vi a lo lejos el auto de Max y a el saliendo de este.

-Nos vemos el Domingo Kat, hablamos por Whatsapp-dije una vez que nos separamos.

Asintió y nos despedimos.

Comencé a correr hacia el, y cuando estuve por saltar encima se giro y me vio con una enorme sonrisa abriendo sus brazos para abrazarme.

Salté enrollando mis piernas en su cintura y el me devolvio el abrazo estrujandome toda.

-Me asfixias, me asfixiaaas-me soltó riendo y le di un beso en la mejilla.