De regreso

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Eran las 8 de la mañana y un coche de color gris se asomaba a la entrada de Gravity Falls, el conductor era nada más que el gemelo menor Dipper Pines y de copiloto iba su hermana Mabel, ambos gemelos tenían un choque de emociones en la cabeza, por una parte se encontraban ansiosos de volver y por la otra asustados por llegar y empezar con las investigaciones.

Dipper tenía una expresión seria, era un tipo antisocial y nunca salía de viaje. No se le daban bien o por lo menos no se sentía cómodo. Lo mareaban y le ponían de mal humor, aunque no había diferencia ya que el siempre parecía de mal humor. Sus compañeros de investigación le apodaron el policía malo y con mayor razón debido a la actitud de Mabel que era divertida, siempre entusiasta y para nada negativa.

El por otra parte era como la otra cara de la moneda, siempre sarcástico, serio y todo un adicto al aburrido trabajo de hacer el papeleo, aunque el lo llamaba la adrenalina de conseguir pistas. Las constantes molestias y burlas de sus compañeros fueron fuente principal para que decidiera trabajar solo con Mabel.

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-Dipper, la cabaña del misterio queda en dirección opuesta- le dijo la castaña alzando un poco el tono de voz.
-¡Maldición!- freno en seco- Perdón Mabel tenía la mente muy lejos de aquí, no estoy al cien por ciento el día de hoy - Mabel sonrió y desvió la vista a la ventana - Si comprendo, yo me siento igual, sin embargo es precioso volver y mirar el bosque.-
Dipper la miró con una leve sonrisa y asintió ante su comentario -Si-, relajó los hombres y puso a andar el coche.

Llegaron a la cabaña del misterio después de una hora y media. Se estacionaron en seco, lanzando suspiros de alivio por haber llegado a salvo y que no chocaran en lo que Dipper conducía. -Hey hermanito, de regreso quizá sea mejor que yo conduzca- Dipper la miro como si pidiera perdón -Lo siento, te dije que estaba distraído- y le mostró una tierna mueca de arrepentimiento, Mabel solo suspiró con una sonrisa.
-Bien, lo mejor será llevar todo adentro- le dijo con un tono burlón -Si, solo ten cuidado con los equipos- Le dijo Mabel y le ayudó a cargar todo.

Un hombre de avanzada edad abrió la puerta, vestía su típico traje negro aunque sin su sombrero que lo caracterizó todo el verano.

-¡Tío Stan!- grito la castaña.

*¿nunca cambia este hombre?*, pensó Dipper mientras analizaba la silueta.

-¡Mabel y Dipper!, mis sobrinos favoritos- lanzó emocionado Stan

-Somos los únicos que tienes- contesto Dipper.

Mabel le dio en el brazo con la punta de su codo -Cállate Dipper, ¿no ves que puedes herir los sentimientos del tío ABUELO?- Stan la miro con ironía y se retaron a un concurso de miradas.
-Veo que ustedes tampoco han cambiado nada- decía Stan mientras los gemelos sonreían de oreja a oreja con una peculiar cara de ángeles.

-Bueno basta de palabrerías, pasen rápido antes de que me arrepienta-.
-Oh vamos anciano, tú tampoco has cambiado nada Stan- le decía Dipper mientras hacía entrar sus maletas.

-Si, si como digas- hablo despacio pero lo suficientemente audible.

Stan ayudó con las maletas. Una vez dentro todo cerró la puerta y se dirigió a la cocina -Iré a preparar café, deben estar cansados- Se retiró mientras los hermanos se regocijaron de ternura ante tal cortesía, pero obviamente ninguno iba a hacer mención de ello.

Dipper aprovechó la oportunidad y meneando el cuerpo caminó a un lugar específico.

-Bueno...por ahora enserio quiero ir a dormir, me siento a morir sin una cama- Dipper pretendía tomar una siesta en el sofá para poder relajarse después del cansado viaje. Pero como dicen el tiempo apremia y Mabel se mostraba un poco más enérgica de lo normal.

Riesgo: Haz tu elecciónWhere stories live. Discover now