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Aegan Cash puede lograr todo lo que quiera, pero ¿cuáles son sus verdaderos y más oscuros métodos?


El fin de semana de la fiesta de bienvenida llegó rápido.

No estaba entusiasmada. Me rondaba por la mente el asunto de Aleixandre y lo que podía hacer con esa información. Tenía la certeza de que Aegan no sabía que a Aleixandre no solo le gustaban las chicas. O bueno, que quizás no le gustaban en lo absoluto.

Yo no lo veía mal. A mí me daba lo mismo, pero siendo Aegan tan cavernícola no dudaba que le fuera a dar duro que su hermanito no siguiera sus pasos. Así que si quería algo para usar en contra de Aegan ya lo tenía, pero me parecía que no era suficiente y mucho menos justo.

Lo que en verdad necesitaba era más sobre el Sak. Ese sitio me daba muy mala espina.

Los Cash nos recogieron el viernes por la mañana. Ya le había contado a Artie sobre lo de Aleixandre y acordamos hacer como que no lo sabíamos, de modo que el trayecto del campus a las afueras del pueblo fue bastante normal.

Aegan conducía su camioneta más grande para la ocasión. Estábamos organizados así: Aleixandre de copiloto; Adrik tenía para sí solo la fila de en medio; y Artie y yo íbamos atrás.

La música era buena, había cervezas para el camino, y no sé si fue por: a) el viento que entraba por las ventanas y nos hacía volar el cabello, b) el hecho de que el paisaje era hermoso, o c) que se percibía un ambiente agradable; pero por un instante pensé en lo genial que sería el momento en otras circunstancias. Me imaginé a otros Cash y a otras Artie y Jude en un mundo paralelo en el que ellos no eran unos imbéciles y nosotras no estábamos ahí solo para destruirlos.

En ese caso habríamos sido amigos.

Este no era el caso.

Cuando el auto aparcó, todo lo que nos rodeaba era bosque. Olía a madera y daban ganas de acampar. Claro que no íbamos a eso. La casa de campo de los Cash parecía más bien una mansión de campo. Tenía el aire rústico de una cabaña, pero se veía inmensa desde afuera.

La fiesta sería al día siguiente, pero ya había empleados entrando y saliendo para prepararlo todo.

—Qué desperdicio de dinero, Cash —le dije a Aegan mientras sacaba mi única maleta del maletero.

—Si no lo desperdicias, ¿para qué lo tienes? —respondió él con una energética obviedad.

Todos bajamos nuestro poco equipaje. Adrik fue el primero en entrar. Cargaba mala cara desde que habíamos salido del campus. Eso era normal en él, pero de todos modos sospeché que algo más sucedía y obviamente iba a meter mis narices para averiguarlo.

Si saben cómo soy, ¿para qué se sorprenden?

Apenas entramos, Aleixandre fue a asegurarse de que la organización no tuviera fallos. Aegan se alejó para atender unas llamadas y Adrik se perdió del mapa como una sombra de las tinieblas. Entonces, Artie y yo nos dedicamos a ver la casa:

En el piso de arriba había un montón de habitaciones, todas enormes con armarios y tv. Tomamos cuartos separados, pero nos quedamos un rato en el mío hablando sobre lo que haríamos.

—Averiguar todo lo que podamos sobre el Sak —le recordé—, y guardar bien el secreto de Aleixandre hasta que veamos conveniente usarlo.

—Entendido —afirmó ella mientras buscaba en su equipaje qué ponerse para pasar el rato.

Me asomé a la ventana de la habitación y vi a Aleixandre en la parte de enfrente, hablando con uno de los organizadores. La verdad es que era agradable. Había sido amable con Artie y conmigo. No quería usar su secreto de manera sucia. Sentía que había otras cosas de ellos que podía utilizar para afectarlos, pero no eso.

Perfectos Mentirosos © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora