XL.

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El primer color fue saliendo y poco a poco los demás, difuminándose salían; la recostó sobre la cama sin separarse de ella. Sus besos bajaron a aquel cuello que pedía algo de amor, con una de sus manos acariciaba su mejilla y con otra su pierna.

Tomó el botón del pantalón para desabrocharlo, y acariciar el abdomen de su Lee. Queriendo imitar la acción, la chica hizo lo mismo con el pantalón de Jimin, le saco una sonrisa, se separaron solo para deshacerse de sus respectivas playeras.
El jean de mujer salió volando a narnia siendo arrebatado por un Jimin más lujurioso.

Sooyoung se sorprendió de la agilidad de él ante la situación. La miro con cuidado, quería grabarse cada lunar. Le beso los hombros, bajo los tirantes de su brassier, no espero más para después, deshacerse de el estorboso.

―Solo no seas tan rudo. Hazlo lento, ¿Quieres? Bueno no tan lento pero digo...――advirtió.

Eso le sacó una pequeña risa a Jimin, no era como si la fuese a penetrar sin aviso y agresivamente. Le dio un beso y rozó la punta de sus narices.―Te amo.

La ventana dejaba ver los colores principales del arcoiris que había aparecido.

Esa tarde, el cielo y el arcoiris después de un tiempo se volvieron a encontrar, esta vez con más calma.

 Esa misma tarde, un cielo, y un arcoiris, iban a hacer magia en una simple habitación.

Sooyoung arrugaba la tela de la sabana algo nerviosa. Jimin estaba siendo cuidadoso de darle la mejor experiencia de ese día. La tenía completamente al natural, solo para él. Aunque Soo no se atrevía a mirarlo porque estaba demasiado avergonzada. Así que para darle algo de confianza Jimin dejó el asunto de lado solo para tararear la canción que una vez le cantó. Por instinto, le observó aún con sus mejillas rojas.
Quería hacerla sentir amada, hacerla sentir que lamentaba todo el dolor que le hizo pasar alguna vez.
―Eres la mujer más linda que pude conocer.―― enterró su rostro en el cuello de Soo.―― Gracias por aparecer delante mío aquel día.

―Ya no hay más miedo en mi. Lo único que quiero es entregarte todo mi corazón.  ―― decía. 

Jimin la beso suavemente, estaban por comenzar el punto culmine de su amor.
Se aseguro de que ella estuviese lista, besándola la distrajo acariciando su estómago, así su mente se concentrará en otra cosa que en la incomodidad que iba a sentir. Lo sintió ya en su entrada, clavó sus uñas en su espalda. En esos lapsos de separación de sus delineados labios lanzaba quejidos, aunque lo trataba de hacer lento para que no la molestara tanto, era inevitable que no sintiera un poco de dolor. Arqueo su espalda cuando se adentro a ella por completo.

Él dejó escapar un gemido, la piel de Soo se erizo.
La sensación indescriptible que estaban sintiendo, única, y la magia que sentían en su interior era maravillosa.

Aquella primera vez que se conocieron.

Cuando cruzaron miradas por primera vez.

Aquel "Mi nombre es Lee Sooyoung". ¿Qué hubiera sido de Jimin sin aquel encuentro? ¿Su cielo seguiría cegado por el dolor?

No fue la mejor manera de empezar una relación con odio, pero tuvo un final especial, para ello lo fue.

Las lágrimas, cada palabra, cada te quiero, valieron la pena cuando abrieron sus corazones, cuando dejaron de ser estúpidos como para cometer error tras error.

Movía sus caderas suaves, la sostenía mientras, no dejo de darle besos por todo el rostro. Algunas veces ella reía cuando se escondía en su cuello para adentrarse  a ella más profundo.

II. -ˏˋ HARD TO LOVEˊˎ- pjm [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora