II. -ˏˋ HARD TO LOVEˊˎ- pjm [EN EDICIÓN]

XXV.

«Prometí quererte para siempre y era cierto.
No había dudas en mi mente.
Si el destino tuvo planes diferentes y te herí por accidente.
Perdón.»

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No se atrevía a mirarlo a los ojos, se mantuvo firme pero con la vista en el suelo.—― Yo ya dije todo lo que tenía que decir.

«Si me solté de ti».

—―Tenías razón, todo ha sido mi culpa.

—―Woram siempre ha sido una persona especial para mi. Nos conocemos hace tiempo. No puedo olvidar lo que hicimos de la manera en la que quisiera.

—―Cada que estaba con ella, volvía a los tiempos felices de mi vida. Podía sentir que todo lo malo que tanto desee olvidar, que eso, por fin podría remplazarlo con nuevos y mejores recuerdos a su lado.

«Si no te defendí».

Ya se había resignado a aceptarlo, pero escuchar a Jimin decirlo dolió más de lo que pensó. 
¿Solo para eso me ha querido hablar? ¿Para hacerme sentir peor?

―Pero no ha sido justo para ti. Y aceptó que ha sido mi culpa que todo haya terminado de esta manera, porque no me esforcé lo suficiente para hacerte sentir segura de lo nuestro, en su lugar, cada día, solo hacía que tú desconfiarás más y más de ti misma, de mi, por lo que imaginar lo que debiste pasar es algo que nunca voy a perdonarme.

―Es bueno que lo sepas...―apretó sus puños con fuerza.

―Lee.

―No, no puedo. No puedo mirar a los ojos a la persona que decía quererme y que ahora acepta que todo el tiempo quiso-

―Lee, yo te quiero.

Con lágrimas en sus ojos ella negó.—― No, no lo haces, si lo hubieras hecho tú...

«Si te aleje de mi. »

—―Todas tus palabras...Cada una de ellas.. ¿Eran todas mentiras? Sobre estar juntos hasta terminar la Universidad, sobre... Querer pasar toda una vida conmigo.

—―Tú fuiste quien decidió terminar esto, no yo.

Y ahí ella tuvo suficiente.—― ¿Tanto te costaba decírmelo? ¿Qué aún sentías algo por ella? ¿Era tan difícil decirlo? De saberlo yo... No hubiese sufrido como lo hago ahora.

—―Yo busque a Woram por ti. ¡Merecía al menos algo de tú honestidad! Insistí y estaba tan feliz por ti, porque conocía al Jimin del qué me enamoré pero cuando ella estaba cerca dejabas de ser mío. Y tú ni siquiera te dabas cuenta.

—―Me dedique a ti, y tu dedicabas a estar con alguien más sólo por querer recuperar los 2 años perdidos. De saber que todo esto pasaría te hubiese terminado desde que la vi frente a ti. ¿No crees que dolió? ¿Para ti soy un robot? Tus ojos, tu boca, ser testigo de como tus ojos la miraban con esa ternura y amor. Cuando tu boca pronunciaba su nombre...—agachó la mirada de nuevo—Todo eso lo resentía yo.

—―Y aún así... Jamás pudiste decirme-

—―Lee, yo aún quiero a Woram.

«Si te falle y me fui».

—―Lo sé. Y creo que eso es lo que más duele. Que todo este tiempo lo supe pero tenía esperanzas de que yo pudiese cambiar eso. Ahora veo que no.
Que tú algún día podrías quererme más que a ella.

—―Cuando estuviste ebria, me dijiste todo esto. Dijiste cómo te sentías y fue tan... Amargo escucharte hablar tan herida.

—―Y aún así no pudiste enmendarlo. No te alejaste de ella.

—―No puedo.

—―¿No puedes o no quieres?

—― Eres alguien valiosa para mi. Pero-

—―¡Yo no pedí llegar después de ella!—se cubrió el rostro con las manos.

—―No puedo seguir... Correspondiendo tus sentimientos.

Sooyoung vio a Jimin darse la vuelta, como si nada.

—―No puedo dejarla sola.

—―¿Y a mi sí?

—―Lo siento. —―Jimin hablaba con los ojos llorosos. —―Soy todo lo que ella tiene.

—―Entonces... Esto es todo. Tú y yo... Ya no somos nada.—― Arrugaba la tela de su falda.

—―Terminamos hace días de todos modos, ¿O no? Solo vine a aclarar...

—―Que te he servido solo para entretenerte mientras ella volvía.  —―Asintió. —―Gracias por hacermelo saber. ¡Espero que tú y ella sean muy felices!

—―Lee...

—―No puedo quejarme de nada, puesto que ya sabía que este sería el resultado.

Decía todo esto mientras lloraba, lo que hacia que Jimin se sintiera peor.

Salió por la puerta del Salón, azotando la puerta. Se escondió en las escaleras para tragar todo lo que sentía.

—―¡Jimin!—― Woram se acercó corriendo, seguramente, acaba de salir de su clase para buscarlo.

—―¿Sí?

—―¿Quieres ir a comer brochetas conmigo?

Entonces tuve razón.

Ayer.

Él la escogió a ella.

—―¿Por qué duele tanto? Si yo misma decía que no podía ganar contra ella. —―Limpiaba sus lágrimas amargamente.

Falto al resto de las clases, preocupando a todos sus amigos. Estaba en aquellas escaleras solo abrazando sus piernas.

“Déjame reparar tú corazón”.

“Viajaremos por el mundo juntos”.

—―Ojalá... Ojalá no hubieras aparecido en mi vida. —―Dijo.

«El silencio fue el engaño más violento».