Las promesas de Isaac Collins.

Capitulo 11

Adeline POV

Una de las inquietudes de Soph era que pensaba que Ralph solo la quería para algo pasajero y que la mantendría modo secreto. Por lo que el organizo todo un plan con el fin de demostrarle que el iba realmente en serio. Que la quería. Que no dudaría nunca de demostrárselo en publico y que todo lo contrario, quería que todo el mundo supiese quien era la mujer que habia logrado volver a Raphael Davis completamente loco.

Según sabia, los chicos solían hacer fiestas frecuentemente en el apartamento, por lo que no fue algo raro cuando pasaron la típica cadena de Whatsapp haciendo la invitación para ir, pero no fue hasta una hora después, que Ralph me llamo y me explico como era realmente todo.

El pasaría buscando a Soph, Isaac pasaría por mi y nosotros iríamos a retirar un arreglo de flores que el había mandado a preparar, luego nos encontraríamos en el apartamento, allá le entregaríamos las cosas, y el se encargaría del resto.

En el momento no podía creerlo, pero después me di cuenta de que tendría al mejor cuñado del mundo.

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Me dirigía al apartamento de los chicos, junto a Isaac. Desde la tregua que se puso en marcha hace quince días a petición de Ralph y Soph, nos lo habíamos estado pasando bien.

Alguna vez alguien me dijo que las verdaderas amistades son esas en las que bastan diez minutos juntos, para darte cuenta que en diez años de distancia, nada logro cambiar.

Lo estaba confirmando, pero no me bastaron diez minutos, con cinco fueron suficientes.

-¿Crees que ella le diga que si?- me pregunta Isaac y mantiene su mirada fija en la carretera mientras maneja.

-No lo creo; estoy segura de que será un si.- respondo.

-Entonces... ¿Qué se siente estar a días de perder a tu mejor amiga?-

-Por dios...-revoloteo mis ojos- Claro que no voy a perderla- dirijo mi mirada hacia el- Y en dado caso, créeme que no sera nada que no haya sentido antes.- mis palabras salen casi por acto reflejo.

-¿No vas a superarlo cierto?-

-¡JA!- chasqueo la lengua- Ya lo he superado hace rato.-

- "Créeme que no sera nada que no haya sentido antes"- usa un tono ridículamente patético mientras repite las palabras que le dije hace minutos.- Un puñetazo en las pelotas duele menos ¿sabes? Y aparte, yo he comenzado bromeando- me dice fingiendo estar ofendido por mi comentario.

-Pero si mi respuesta también fue bromeando... –hago una pausa y lo miro vacilante- ¿O es que acaso has jugado con fuego y te has terminado quemando?.-

-Te ha salido patético eso de la frase cliché del juego con fuego.-

-Tu existencia es patética Collins-

-Dime algo que no sepa-

-Lo que no sabes es que Ralph va a patear tu culo si no llegamos con sus flores en los próximos...-hago una pausa mientras reviso la hora en mi teléfono antes de decir:- Diez minutos, así que apresúrate.-

-Créeme que eso si lo se.- ríe y luego sube el volumen de la música e incrementa la velocidad del auto.

En siete minutos llegamos al aparcamiento del edificio, el conserje junto a otra señora que estaban en la entrada, nos echaron una mirada curiosa al vernos pasar y supuse que fue por ver a Isaac con el arreglo gigante de rosas blancas y rosadas. No pude evitar reír, vaya que seguro pensaron que éramos una tierna pareja en su día de aniversario.