Capitulo Extra (Bonnibel & Marceline)

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─¿Sabes que muero por besarte? ─pregunta Bonnibel nerviosa adormecida por el dulce y carameloso olor de su cabello acurrucandose en su hombro mientas bailaban al compás de la música lenta del lugar.

─Bonnibel ─advierte la pelinegra intentando ignorar el gesto de cercanía que estaban compartiendo.

La nombrada suspira.

─Sí, sí ─gruñe─amigas, claro. Se me olvidaba ─ se separa de mala gana evitando su mirada notablemente irritada.

Marceline niega, haciendo una mueca de incomodidad.

No es que no le gustara el contacto físico, si no porque era su contacto físico que la hacia incomodarse.

No le gustaba sentirse vulnerable ni nerviosa; y mucho menos le gustaba como su corazón se enloquecía cada vez que sus miradas se cruzaban.

Llegó un punto en que creyó que en cualquier momento su corazón iba a salirse del pecho a gritar a los 4 vientos "¡Me ha visto, me ha notado! Cuanto la quiero, es tan linda".

Desde le daba asco como a veces podía pensar en Bonnibel por minutos (u horas, quien cuenta) pensando en ella y no cansarse.

Y ni hablemos de cuando hablaban, tanto auto-control en un cuerpo a veces puede hacer mal, muy mal. 

Esto se estaba saliendo de control.

─ Oye... Marcy ─Bonnibel rompe el silencio en un susurro.

─¿Sí? ─pregunta quitando de su mente aquellos pensamientos y aterrizando a tierra firme, sin haber procesado que por primera vez, Bonnibel le dice "Marcy".

Por primera vez.

Bonnibel se queda callada.

─Nada, olvídalo. No vale la pena ─dice evitando su mirada, sonrojada.

Marceline no insiste, solo desdice pensar un poco antes de hacer cualquier movimiento brusco.

Entonces lo tiene todo claro.

Ella deja de bailar, quedándose parada en medio de la pista de baile sin mover ningún musculo, preocupando a su acompañante.

 ─¿Qué pasa? ¿Estas bien? ─ le mira curiosa─ No me digas que te pisé tus pies otra vez, porque si es así, lo lamento, en serio ─dice avergonzada─ No soy buena bailando, o sea, para nada buena ─ríe nerviosa ─¿O era por lo que te dije? ¡Sabia que debía mejor estar callada! Olvida lo del beso por favor. Si quieres pretendamos que no pasó y-

─Intentemoslo ─la interrumpe.

Bonnibel parpadea.

─¿Qué? ─pregunta creyendo haber oído mal.

Porque seguramente, había oído mal.

Seguramente.

─Intentemoslo ─repite ─Besame.

Sus ojos comenzaban a brillar de la emoción.

─¿Segura? ¿No estas jugando conmigo, verdad? ─dice─¿No te vas a arrepentir?

─Solo hazlo antes de que cambie de opinión ─ríe, intentando aligerar su nerviosismo.

Con cuidado y lentitud, Bonnibel acerca su cara hacia Marceline, pudiendo sentir su respiración acelerada y caliente.

Solo hazlo.

─No sabes cuanto he esperado por besarte ─dice juntando sus labios.

Por alguna misteriosa razón, aquel beso sabia a chicle.

Oh, dulce y delicioso sabor a chicle.

Y hay que ser sincera... aquel beso no era de los mejores: era des-coordinado y torpe, muy torpe.

Pero mantenía ese encanto de cuento de hadas que lo hacia verse tan atractivo, tan... atrayente.

Y por un momento, el tiempo dejó de tener significado.

Solo eran ellas dos.

Y  tal vez, las cosas podrían funcionar.

Tal vez.

BubblegumWhere stories live. Discover now