Capítulo 1

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Camila Cabello era una reconocida científica a quien le fascinaban los animales.

Al contrario de las demás personas, ella pensaba que habían especies más inteligentes que nosotros.

Los gatos; por ejemplo.

En su afán de querer conseguir más información sobre ellos, desde años anteriores experimentaba con ellos. No; no los maltrataba o mataba. De hecho los quería, los alimentaba y cuidaba.

La doctora Cabello siempre soñó con elavorar algo que cambiara el mundo. Siempre quizo dejar una huella. Y la dejó; aunque nunca pensó que sería una huella felina.

Entre experimentos y experimentos, notó algo raro en los genes de algunos gatos. Los estudió y se dio cuenta de que éstos, raramente eran más 'cariñosos' con la gente.

Normalmente los gatos no son mucho de compañía.

Camila se dio cuenta de que los genes podían mutarse con el de los seres humanos.

Tuvo miedo; sí. Pero ¿qué podría salir mal?

Había una gatita en especial, que era su adoración. Tenía ojos grises y su pelaje era blanco con manchitas grises. Su nombre era Mich.

Ella era aún más especial porque sus genes eran diferentes, o sea que; podía mutarse con un ser humano.

Después de mucho pensarlo. Camila lo hizo.

Ella combinó sus propios genes en el cuerpito de la gatita que tanto quería.

La encerró en una sala especial, esperando a ver cómo evolucionaba y qué cambios tenía.

Pasaron semanas y la gatita seguía igual, aunque muy ansiosa por salir de ese cuarto tan encerrado para su gusto.

Lo único que había cambiado era que la gatita se veía más grande, como si sus huesos hubiesen crecido.

Una semana después, la doctora Cabello notó ligeros cambios en los ojos de la gatita, es como si con un pincel le hubiesen hecho puntitos verdes en medio de sus grices. Camila estaba aún más enamorada.

Cuando hablaba con ella, pareciera como que Mich quisiera aprender sus palabras, como si pudiera razonar, la miraba fijamente cuando hablaba y siempre doblaba ligeramente la cabeza hacia el lado derecho cuando Camila hablaba en términos científicos.

Como si no entendiera.

Una mañana, Camila despertó de lo más normal del mundo, al levantarse fue al baño a hacer su rutina diaria. Bajó las escaleras hasta su salón, cruzandolo para ingresar a la cocina.

Preparó una taza de café, tostadas y mermelada para su desayuno.

Se sentó y mientras desayunaba un pensamiento cruzó su mente:


Estás tan sola


Y lo estaba; sus padres habían muerto en un trágico accidente aéreo mientras iban por cuestiones laborales. Y su hermana; Sofía, estudiaba en la universidad de NY, muy lejos de ella.

En cuanto a romances, Camila no tenía mucho que decir. Nunca hubo nadie que la haga sentir lo que todo el mundo llama 'estar enamorada'.

A veces tenía sexo esporádico con personas que le atraían físicamente.

No le gustaban las etiquetas, pero era lo que la gente llamaba normalmente; bisexual.

Pero no; ella sólo quería encontrar a alguien quien la haga feliz, quien la haga sentir mariposas en el estómago o simplemente que su estadía con esa persona sea tan cómoda que cambiaría cualquier cosa por ella.

Saliendo de sus ensoñaciones, subió a lavarse los dientes, al bajar agarró las llaves de su auto y salió directo a su vida; el laboratorio.


Sin saber que al llegar encontraría algo que jamás pensó.

Experimento || Camren. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora