Mexico ChainSaw Massacre ( Parte III)

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Los escalones nos hicieron llegar a los recintos donde el asesino guardaba y "críaba" a los podridos. Tenía un olor más espantoso que en el laberinto. Se escuchaban los zumbidos de las moscas y se observaban las larvas rondar por el suelo.

Había muchas tripas, carne y sangre por doquier, no se distinguía si eran tripas de los animales o de humanos. Se lograban ver uñas rotas y restos de ojos...
Para nuestra suerte los zombis estaban tras una especie de corrales.
Alicia no aguantó más la naúsea y vomitó. Yael le iba a seguir, pero se detuvo justo a tiempo.

Gruñían y extendían sus manos a través de las rejas, intentando alcanzarnos.

-¿Cuánto tiempo llevarán sin comer? He notado en este tiempo que los podridos se ponen más agresivos cuando no han comido, lo único que no he visto es que mueran de hambre.- Mencioné.

-Será mejor que este lunático mantenga bien encerrados a los zombis porque si se llegan a liberar ya nos cargó la chingada- Yael veía con miedo las rejas tambaleantes.

Aquél cuarto parecía una carnicería, había mesas de disección y bolsas con alguna carne o sangre adentro. Junto a esta sala había una pequeña cocina con cuchillos de diversos estilos.

Alicia señaló horrorizada hacia un rincón.

-¿Ves eso Yael? Es una persona encadenada a la pared...- Se acercó más.

En efecto, era una persona, demasiado delgada y con la cabeza cubierta por un saco.

-Cuidado, no sabemos si es un pinche podrido.- Murmuró Yael.

-Míralo con más atención, mira su ropa...- Los ojos de Alicia brillaron.-Se parece a...- Se acercó y de inmediato le quitó el saco a la persona. Era un muchacho ya delgado por no comer, con una barba descuidada y unos ojos azules muy apagados.

-Cuando escuché tu voz pensé que no podría estar más jodido- Sonrió el muchacho al momento y Alicia lo bofeteó.

¿Por qué no volviste?! Te creí muerto. Ya no mencionaba tu nombre porque me dolía mucho.- Alicia le agarró la cara.

-Vaya, me alegra que no hayas sido comido como los demás exploradores.- Yael buscaba cómo liberarlo, a mí me incomodaba no saber qué rayos sucedía en ese momento.

-¿Eran ellos quienes eran devorados? Mierda...-

-Alicia, comienza a murmurar, si sigues hablando alto el cara de cerdo nos va a encontrar.- Cada vez la sierra se escuchaba más cerca, a lo mejor se había dado cuenta que no bajamos y se iba a decidir buscarnos allá arriba...

-Creo que lo conocen, pronto podrán alimentarnos a todos nosotros junto con su amigo.- El hombre cerdo iba subiendo las escaleras. Nos escondimos: Alicia detrás de la mesa quirúrgica, Yael en un rincón y yo me metí en un montón de tripas.

Subió, arrastró su sierra en el suelo haciendo que hiciera un chirrido espantoso, los podridos se agitaron todavía más, como si supieran que su presencia significara que serían alimentados.

-Muy bien- Gritó con voz ronca-En este instante todos van a salir despacio o mato a este idiota.- Comenzó a accionar la motosierra y a acercarse al muchacho atado.

Alicia comenzaba a salir de su escondite, Yael igual. ¿Preferían morir devorados que lograr escapar?

-No me va a matar, tampoco me comerá, sabe que no puede.- Gritó.

-Esta será ya tu excepción, me has servido como una buena compañía, lástima que estés ya tan delgado, con lo correoso que estabas podías servir para semanas.- Nunca dio la espalda hacia donde estaban Yael y Alicia. Sabía que podían emboscarlo.

Para sorpresa de todos, lo soltó. Estaba tan débil que no podía pararse. Lo dejó tirado en el suelo y fue hacia los corrales. Sacó a un podrido como si de un animal se tratase, cerró el corral y también lo tumbó. Activó su motosierra y la rebanó de la cintura.

-¡Tienen poco tiempo para salir! Ésta cabrona en especial ha tenido mucha hambre y a ellos no les importa no tener la mitad del cuerpo.-

La zombi se arrastraba rápidamente hacia el muchacho, que lastimosamente trataba de alejarse.

Alicia salió de su escondite y le encajó un cuchillo en la cabeza al podrido. El hombre cerdo fue directo hacia ella, en línea recta con la sierra levantada.

Yael lo.embistió saliendo de su escondite y la sierra fue a dar hacia una reja, brotaron muchas chispas y la reja se abrió. Los podridos de esa reja salieron en estampida.

Salí de mi montón de tripas y levanté al muchacho, debíamos encontrar cómo salir de ahí.

-Si vas hacia esa puerta encontrarás una salida, volver al laberinto es una idea estúpida, sólo él lo conoce.- Me susurró.

Todos! ¡Por aquí!- Señalé la puerta y me siguieron. El hombre cerdo estaba aturdido, se había golpeado la cabeza muy fuerte, pero ningún podrido se le acercaba, era como si no le hicieran caso.

-¿Ahora por dónde?- Habíamos llegado a un pasillo.

-Si vas a esa ventana llegarás a otro edificio, sólo asegurate de cerrarla de nuevo.- Señaló a una ventana pintada de negro.- Si ellos no ven o huelen no te siguen.-

-¡Síganme! Ya pronto saldremos de aquí. Ayúdenme con la ventana.- Alicia la abrió y saltó del otro lado, Yael le siguió y aventé al tipo, mientras lo arrojé noté que estaba mordido...

Los podridos ya estaban cada vez más cerca de nosotros, el pasillo se infestaba cada vez más con el olor a podedumbre y con ellos, ya no podían caminar de lo atorados que estaban. Pero se habían detenido, como si yo no estuviera ahí.

Me dio tiempo de poder escabullirme por la ventana, no quería saber si el cerdo se había levantado o no. Sólo sabía ahora que no sólo el Loco estaba enfermo, sino que incluso.en los grupos y fuera del metro había transtornados como él, o peores.

Cerré la ventana, estábamos en un hotel, lo pude deducir por la habitación a la que entramos.

-¿Y ahora qué?- Le pregunté.

-Esperamos un momento, aquí estamos relativamente a salvo.- Dijo nuestro nuevo compañero.

-¿Relativamente? ¿A qué te refieres?- Preguntó Alicia.

Se escuchó un rugido enorme en la planta baja.

-Cierra bien esa puerta y no hagan ruido- No dudamos ni un segundo en hacerlo.

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Para aclarar las cosas: esto no es el final de la historia, sólo es el final de México's Chainsaw Massacre

Salu2

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