Capitulo V

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Narra Yui

Y ahí estábamos frente al mismísimo Rey de los vampiros y el padre de los hermanos Sakamaki.
Su presencia era elegante sin lugar a duda era un hombre guapo; aunque por alguna rara razón, sentí que lo conocía desde antes,aunque de solo imaginarlo se me hacía imposible.

¿Acaso que relación podría tener yo con el padre de los Sakamaki?

No me percate de que me le quede observando por un largo tiempo,y él lo noto,sentí vergüenza, tratando de disimularla, desvío la mirada hacía unos cuadros gigantes colgados a lo largo de la pared, eran retratos.
En ellos se retrataba una hermosa mujer de cabellos largos y una mirada llena de dulzura, y en frente de ella, tres niñas con una expresión alegría, sonreían, pero no lo era todo, al lado de la mujer se encontraba el Rey de los vampiros.

La imagen causo confusión a los hermanos Sakamaki quienes se habían percatado de mi atención al gran cuadro.

-Son mis hijas- respondió Karl Heinz mirándonos desde atrás- ¿Acaso no son hermosas? Aunque ahora ya han crecido.

-¿Que significa esto padre?- se dispuso a preguntar Reiji, se nota que tiene muchas dudas en la mente y no hay de que culparlo.

Es como si hubiera salido a la luz un secreto familiar ¿No lo es?

- Simplemente estaba esperando el momento adecuado para contarles sobre sus hermanas- Dice Karl Heinz, - y al fin a llegado-.

-Si que te tomaste tu tiempo- expresa Shuu a sorpresa de todos sus hermanos.
El tema parecía interesarle.

Al contrario de los hermanos Mukami quienes al parecer no comprendían mucho la situación, parecían perdidos.

-Creo que es hora de que las conozcan- sentenció Heinz- Demos comienzo a la cena que os tengo preparada- y sin mas preámbulos le hizo una señal a la sirvienta, quien nos dirigió hacia el gran salón donde cenaríamos.

La inesperada aparición de las hermanas de los Sakamaki por fin sería vista por ojos propios.

Al ingresar fuimos ubicados cada uno en un asiento, en una enorme mesa, me senté junto a Ayato y a mi otro lado estaba Subaru. Por otra parte, en el mismo lado de la mesa se encontraban Shuu, Reiji, Laito y Kanato. En cambio, los Mukami se ubicaban del otro lado de la mesa donde sobraban tres lugares y obviamente el anfitrión en la punta de esta.

Se oye un ruido, que hizo que todos se pusieran alerta.

Era la puerta abriéndose dando a entrar a una chica de cabellos negros y un elegante vestido negro y seguido de ella, una chica de estatura menor que tenía en su mano una especie de títere.

-Espero que sepan disculparlos por la pequeña tardanza- explica aquella chica con una voz dulce, asiendo una pequeña reverencia- Mi nombre es Tokisaki Kurumi, un placer conocerlos- sonríe.

Todos solo se abstienen a observar mientras las dos chicas se ubican en sus respectivos asientos sin decir otra palabra.

Lo mas curioso es que uno de los asientos esta vacío, el Rey de los vampiros dirige su mirada a él y sin más pregunta.

-¿Donde está Shiina?- se dirige a la chica de cabello negro quien solo sonrió compasiva mente y no da respuesta a ello.

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