Espíritus Diabolik Lovers | El renacimiento del Fénix

Capitulo IV

Narra Yui

"¿Donde estoy?" fue lo único que pude pronunciar al encontrarme en un lugar completamente desconocido para mi.

Creí estar dormida pero en estos momentos me encuentro en un lugar extraño.

¿Acaso estoy soñando? Eso es lo que me pregunte pero tenia la sensación de no estar sola en este lugar.

Me levante de el suelo donde me encontraba acostada y abrí por completos mis ojos para darle una mejor mirada a mi alrededor.

"Es como un paraíso" pensé.

Se trataba de un hermoso jardín adornado de hermosas flores pero no solo se trataba de la hermosa vista, sino también de la tranquilidad que inspiraba el desconocido lugar, era reconfortante, como si unos enormes brazos te envolvieran, acogiéndote.

De alguna manera me sentí aliviada,como si hubiera alcanzado la paz tan deseada.

Con pasos seguros me acerque a un gran árbol donde caían flores blancas era como si viera caer la misma nieve.

La vista era simplemente hermosa.

Con tan solo apreciar ese instante en el que caían las flores sobre mi, me sentía tan feliz , un sentimiento olvidado para mi "la felicidad" ¿Tan inalcanzable era?

Con tan solo extender mis brazos sentí que podía alcanzarla, y entonces...

Escuche una voz .

Por impulso me eche hacia atrás, dada la sorpresa del momento. Acaso ¿Podría tratarse de la presencia de la cual sospechaba momentos antes?

"Tu destino esta sellado Eva pero solo tu puedes cambiarlo".

No entendía a que iba todo esto, pero antes de que pudiera decir algo todo se desvaneció.

Y desperté .

¿Entonces todo se trataba de un extraño sueño? Se sentía tan real.

Abrí mis ojos con dificultad, intente moverme pero una fuerza me oprimía y cuando mi vista se fue aclarando observe que no era la única en la cama, se trataba de Ayato-kun quien tenía su brazo rodeando mi cintura, me tomo por sorpresa. Me quede quieta, no quería que se enojara por interrumpir su sueño.

Me mantuve en la misma posición durante de un rato, Ayato por fin abrió los ojos y quede hipnotizada ante su mirada, pero no note que lo estaba mirando todo este el tiempo.

- ¿Ya has despertado,Chichinashi? -dijo Ayato con voz dormilona.

- Ayato-kun, ¿Que haces en mi habitación?- .

-Eso es asunto mio, Pero me gustaría saber, ¿Que hacías mirándome mientras dormía? -dijo con un tono burlón y me sonroje tontamente.

- Ayato-kun no has respondido mi pregunta... E-espera ¿t-tu estabas despierto? -dije avergonzada.

-Todo el tiempo- dijo Ayato con su típico tono de Rey egocéntrico- Chichinashi no sabes disimular tus deseos obscenos-.

Me sentía algo de avergonzada que el halla visto como lo miraba mientras dormía hacia que me sintiera incomoda y mas las conclusiones que sacaba de esta pequeña acción.

Me mantuve en silencio, aunque quisiera negar lo que había dicho no me salían las palabras de a boca.

Era tan vergonzoso.

- Veo que no lo niegas,Chichinashi realmente eres una atrevida-dijo entre risas pero luego su mirada se torno seria y en eso se acerco aún más a mi, hasta el punto que nuestros labios estaban muy cerca, me sonroje al instante - Solo me tienes que desear a mi, solo mírame a mi -susurro con cierta calma en mi oído y se deslizó sus labios directo a mi cuello-