4.5K 536 158
                                    

—¡H-Hyung! —Jimin quién iba corriendo hacia YoonGi logro estamparse con la espalda de este haciendo que cayera al piso con fuerza.

—¡Por dios! ¿Jiminnie estás bien? ¿Te duele? —le tendió su mano que Jimin aceptó gustoso.

—L-Lo siento...—comenzó a sacudirse su pantalón que llegó a ensuciarse por la tierra.

—¿Por qué te disculpas? Fuiste tú quien se cayó.

—Pues te golpeé.—dijo cabizbajo pero al recordar lo que iba a decirle volvió a aparecer su sonrisa como si nada hubiera ocurrido.—hyung mi mamá te invitó a comer.

—Oh, está bien Jiminnie avisaré a mi mamá y en un momento nos vamos a tu casa ¿si?.

—¡Claro hyung!

Observó al mayor alejarse con su celular en mano, nunca se había atrevido a declarar sus sentimientos pues sus inseguridades no lo dejaban. En cambio se sentía tan poca cosa para el mayor que hace todo lo posible para que YoonGi no lo odiará ni decidiera alejarse de él.

—Listo enano, vámonos. —dijo sin ser consciente del apodo que había salido de sus labios.

Jimin se ruborizó por aquel apodo, pero no le disgustó, en cambio le pareció demasiado tierno y lindo.

Comenzaron a caminar a la salida hasta que Juryn se interpuso en su camino con una carta en manos.

—¡YoonGi oppa! —chilló irritantemente la chica al estar frente a ellos.

—No grites.

—L-Lo lamentó pero quería darte esto. —dijo tendiéndole la carta, YoonGi la recibió de un tirón y sin dudar la rompió.

—Estoy harto de tus cartas, siempre las escribes con cosas sexuales, ¿crees que no me doy cuenta?. —Ya fastidiado de aquella chica, tomó la mano de Jimin quien solamente había estado callado todo este tiempo y caminaron más rápido hasta llegar lejos de la escuela.

—Hyung...—Jimin estaba tratando de detenerlo pero YoonGi no hacía caso.

—Hyung...—volvió a llamarlo pero esta vez logró que el mayor se detuviera y girara hacia Jimin.

—¿qué ocurre?—preguntó con el ceño fruncido y voz dura haciendo estremecer a Jimin.

—M-Mi casa e-es hacia e-el otro l-lado hyung...—había hablado tan bajito que YoonGi apenas pudo escucharle.

—Oh, es cierto. Mierda. —maldijo al darse cuenta que estuvieron caminando al lado contrario. La situación le pareció graciosa por lo que soltó una carcajada, callándola  enseguida con su mano. —Tenemos que correr Jimin.

—¿Q-Qué? ¿Por...—La pregunta quedó en aire pues varios ladridos comenzaron a escucharse más cerca. —Oh diablos.

Sin tiempo ahora fue Jimin quien tomó la mano de YoonGi y comenzaron a correr mientras aquellos pequeños chihuahuas corrían tras ellos.

Dieron vuelta en una calle logrando perderlos pero sin dejar de correr hasta que lograron divisar la casa de Jimin cerca.

—¡Hyung ya llegamos!—Tan rápido como llegaron a la casa Jimin abrió la puerta rápido y la cerró de un portazo después de que YoonGi entró.

Se dejaron caer mientras respiraban irregularmente por el cansancio, en un segundo sus miradas chocaron y se sonrieron con complicidad.

La madre de Jimin asomó su cabeza por las escaleras y bajo con cuidado.

—¡Ustedes dos!—gritó logrando sobresaltar a los chicos.

—M-Mamá.—Se levanto Jimin y ayudó a YoonGi a hacerlo.

—¿Por qué están así?—colocó sus manos en las mejillas de Jimin limpiando un poco el sudor que había en ellas.

—Unos chihuahuas comenzaron a perseguirnos. —Respondió YoonGi sin darse cuenta de lo gracioso de la situación.

—¡Dios mío! ¿No les paso nada? —Preguntó fingiendo preocupación, pues trataba de no estallar en risas.

—No Mamá, por suerte.—Respondió aliviado Jimin.

—Bien, Jimin ve a ducharte para que después YoonGi lo haga.

—Si mamá, ahora vuelvo hyung. —Corrió escaleras arriba con la poca fuerza que le quedaba.

—¿Señora Park?

—Dime Yoongi. —preguntó con confusión en su rostro.

Creo que estoy completamente enamorado de su hijo.

Bulimia || ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora