Pudo ser diferente, o esa era la manera en la que Guillermo pensaba. Estaba experimentando una especie de remordimiento, porque todo a su alrededor marchaba increíble. Estaba siendo optimista, aunque esté significativamente incompleto. Porque no hay forma de vivir de la manera en la que él decidió al alejarse y aún así sentirse culpable.
El seguir respirando el ambiente familiar que había creado, se le hacia injusto el dar tanto en algo que de hecho no existía. Y la manera en la que no había ningún impedimento para que se fuera a vivir al otro lado del mundo, ni consentimiento necesario para llevar a cabo aquella locura. Que tan solo significaba que se estaban distanciando y jamas volverían a convivir juntos bajo un mismo techo. Quedaba claro que para él, cualquier movimiento que pensó en realizar, seria completamente y radicalmente absurdo. No necesito ninguna señal, que indicara que avanzar y mostrar sus verdaderos sentimientos era opcional. Se enfrasco y le lastimo la indiferencia con la que se despidió, pero era irreversible, tenía una amistad con únicamente sus propios sentimientos en juego.
Pero a cientos de kilómetros de distancia donde aquella amistad se fracturó y disfrazó sentimientos que creyeron unilaterales; ambas partes perdieron en lugar de arriesgar. Samuel esta consciente del fallo irremediable que cometió. Pero esta dispuesto a intentar por lo que podía significar una ultima vez, porque esta enfrentando sus temores, directamente tocando su puerta y mirando la expresión estupefacta que reconoce, cuando sus ojos son enormes y su pulso se acelera en el lugar donde lo tiene entre sus brazos; cálido y con el leve vaivén que lidera su nerviosismo. Están anclados justamente desde el principio, y comprenden la diferencia de estar dispuesto a completar su mundo, y aunque la distancia se remonte a un impedimento, se aman por lo que podía suponer romper por completo sus esquemas trazadas de una vida sin el otro. Y cruzan esa línea delgada que no creyó posible que existiera, y a pesar del tiempo que llevan de conocerse y la amistad consolidada que los une. Están dispuestos a comprometer su vida, a amar hasta enloquecer y a besarse hasta desfallecer.
