CAPITULO 3 - Semilla de Amor

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            Estaba en la cama, no podía dormir, no hacía calor, no tenía insomnio, no era la comida, era ella, todo giraba en torno a ella. Su sonrisa, su cabello, el brillo de sus ojos, la manera en que su piel hacia que la mía se erizara. Frote mis ojos para sacar su imagen de ellos, Mika me estaba matando, no lograba pasar el día sin pensarla, sin tener deseos de llamarla, de verla, aun sabiendo que estaba traicionando a mi amigo, era más fuerte que yo, más intenso de que lo que jamás pensé que sería... volver a enamorarme de ella, cuando todo entre los dos se había acabado hace años.

            Me levante de la cama para contestar el teléfono, idiotamente pensando que era ella, que en una locura se había decidido por mí, pero al escuchar la voz de mi madre me sentí abatido por la tristeza.

—Madre...— Dije calmado la tristeza de mi voz — ¿Qué?...—Negué una y otra vez — no puede hacer eso...— Pase la mano por el cabello masajeando levemente el cráneo — no dejare que haga eso, voy para allá.

            Por fin Mika salió de mi mente, pero solo para ser reemplazado por la otra mujer que me había marcado. Sostenía el volante intentando no distraerme de la carretera, mi primer amor tampoco fue la persona correcta, la esposa de mi hermano me cautivo tanto que no dude en ser el padrino de su hija, la ame antes que él y la ame después de que ella murió, era como circulo, seguía eligiendo a la mujer de otro, una que no estaba a mi alcance. Mire el reloj, eran las 5 y tanto de la madrugada. Pero ya quedaba poco.

            Llegue a la casa de mis padres alrededor de las 6 de la mañana. Me quite la chaqueta y subí directo al segundo piso, entre a la recamara de Nani que seguía dormida.

            Volví sobre mis pasos y mi madre estaba en la cocina, al parecer sintió mi llegada o estuvo esperando desde que hablamos. Se veía preocupada como yo, pero no dijo nada, solo sirvió una taza de té y nos acomodamos en la sala.

— ¿Crees que hago lo correcto?...— Le pregunte mirándola directo a sus ojos. Ella era sabía, buena, y sobretodo madre.

—Sí...— Me dijo con ternura— Nani es como tu hija, te has hecho cargo durante todos este tiempo de ella, si realmente es lo que deseas, debes hacerlo.

—Pero Jong... ¿Cómo crees que reaccionara?...— Me preocupaba mi hermano, no éramos tan unidos desde que ella falleció, pero seguíamos siendo hermanos.

—Tienes mi apoyo...

            Dormí apenas unos minutos, cuando desperté mi madre estaba hablando con alguien en la sala, me levante arreglando mis ropas solo para darme cuenta que mi hermano estaba en casa, tal y como dijo mi madre. Nos miramos y supe que no sería tan fácil como la plática con mi madre.

— ¿Es cierto lo que dice mamá?...— Me miro con algo de rabia— ¿te quieres quedar con Nani?... acaso te crees su padre...

—Como si lo fuera...— Le respondí sin ánimo de ofenderlo — desde que te fuiste no la has visto más de dos veces, ni siquiera la llamas... eres un extraño para ella.

— ¡Es mi hija!..— Me lo recordó, como siempre. Sabía que no era mi hija, pero era de ella, era la hija de ella y con eso me bastaba para amarla como si fuera mía.

Necesito un HeroeWhere stories live. Discover now