Necesito un Heroe

CAPITULO 1 - Siempre Aquí

Estaba terminando de preparar la comida para nuestro paseo. Hacían semanas que llevábamos planeando este viaje, íbamos a ir un bosque de bambú. No habíamos celebrado correctamente el cumpleaños de Haeri, porque Hyun no había llegado a la fiesta de cumpleaños, claro que su trabajo era importante pero mi pequeña se sentía decepcionada en muchas ocasiones. Pero lógicamente, él siempre se las ingeniaba para hacerla sonreí, y a mí. Amaba a ese hombre pero tenía que reconocer que era un idiota con algunos temas.

Me sonreía acomodando las cajas de alimentos y poniendo los pastelitos en una especial, había preparado unos cupcakes de arcoíris para terminar nuestra celebración, y mi pequeña les había dado su toque mágico con purpurina. Ahora mismo estaba arreglando un par de cosas, mientras que yo me quitaba el delantal de cocina y daba un suspiro.

Estaba ordenando cuando el teléfono sonó. Corrí a responderlo pero algo me decía que no era bueno, era esa clase de presentimiento que tienes al despertar en un mal día.

-Amor...- la voz de él sonó al otro lado, su voz era algo que adoraba con ese tono despreocupado pero profundo.

-Hyun...- no podía dejar de sonreír con su voz, me hacía sentir idiota estar enamorada de él- ¿dónde estás?...- mire el reloj de la muralla, iban a ser las 9 de la mañana y habíamos quedado de salir a esa hora, aunque antes debía ir a la oficina a resolver un asunto y por eso se había marchado hace más de una hora.

-Lo siento...- cerré los ojos al escucharlo, ya lo sabía... ¿porque siempre me ilusionaba?, era una completa imbécil, él siempre estaba ocupado, su trabajo, los viajes, apenas si lo veíamos desde que recibió su promoción y aunque lo hacía para nosotras... no sentía que fuera de ese modo correcto de ser padres- surgió un nuevo contrato y debo ir...- negué aguantando las ganas de colgar o gritarle.

-Pero Haeri está esperando...- mi vos estaba angustiada, no podía ocultarlo por más que lo deseara - hace más de un mes que planeamos este viaje... tú...

- ¡Lo sé y lo siento!... pero es mi trabajo...- claro, su trabajo... odiaba cuando me hacía esto, desde que empezamos a salir hasta que nació nuestra pequeña, siempre fue así, pensé que iba a ser capaz de soportarlo, pero una cosa era soportarlo yo y otra que Haeri tuviera que hacerlo- prometo que iremos el próximo fin de semana...- promesas y más promesas como siempre.

-No...- dije firmemente- nosotras iremos, no voy a dejar que se decepcione, este es su regalo de cumpleaños y tú se lo prometiste, así que iremos con o sin ti.

-No pueden ir solas...- ¿ahora estaba poniéndonos reglas?, fue él quien arruino los planes y ¿yo era la incapacitada para hacer feliz a nuestra hija?, pues no.

-No te preocupes por nosotras, estaremos bien y tú solo has tu trabajo...- respire profundo para calmarme, quizás no estaba pensando cuidadosamente mis palabras pero actuaba por mi hija- además... tengo todo preparado, volveremos el domingo.

-No me gusta esa idea...- ¡entonces ven con nosotras!, eso gritaba mi cabeza, pero mis labios no se movían solo mis dedos sosteniendo el teléfono.

-Sabes que soy autosuficiente...- además, tenía que sacar energía por ella.

-Jae se tomó unos días... ¿quizás pueda acompañarte?...- ¡Jae!, mi cabeza grito su nombre. No quería pasar el fin de semana con él, me daba miedo de solo pensarlo, ¿qué estaba pensando mi esposo? ¿En qué mundo vivía?

-Estaremos bien solas, tu hija no es una recién nacida...- me remordí el labio inferior, rogando para que aceptara mi petición, no podía ser tan insistente en negarme, era un poco lento pero no un completo idiota y si me ponía a la defensiva se vería raro de mi parte no aceptar la ayuda de su amigo.