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shit | hot neighbor
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LANCÉ UNA SONORA CARCAJADA aún con mi mejor amigo a unos centímetros míos, su ceja arqueada y mejillas levemente sonrojadas demostraba aún lo inocente que era al entablar un tema como ese.
—¡Te lo juro Evie!—bramó, aún manteniendo ese aspecto tan inconscientemente inocente de él.—Deberías verla.—continuó alzando los brazos y bajándolos continuamente en dirección a su ventana, con una ligera sonrisa confidente.
—Peter, cálmate.—hablé con mi tono naturalmente relajado.—Tus gustos nunca han sido de fiar, así que me temo que no le pondré demasiado interés a tu supuesta vecina caliente.—enfaticé lo último alzando los brazos a la altura de mi rostro y formando una clase de comillas, abriendo exageradamente los ojos, con una sonrisa burlona.—Más bien, deja de estar sentado en el suelo y échate aquí.—palmeé un lado de su cama donde por cierto yo estaba acomodada con total frescura.
—Vas a ver que tengo razón Ev.—continuó Peter haciendo caso omiso a mi petición.—¡No sé de donde sacas mis malos gustos!—expresó en un tono más alto y confuso.—La maestra de ciencias era muy linda.
—No, Peter.—negué reiteradamente mientras disparaba carcajadas, enserio mi amigo tenia pésimos gustos.—Quiero decir, ¿Acaso estás mal de la vista?
Parker entrecerró los ojos en mi dirección en un gesto de molestia. Pero al tratarse de él y su cara de niño solo daba gracia. Jamás podría tomar algo enserio de su parte.
Mis labios se contrajeron en un leve puchero al tiempo que empezaba a rodar por las sábanas de Peter, sin saber exactamente que hacer.
—Cuando la veas quedarás con la boca abierta.—insistió mi amigo con una sonrisa victoriosa. Me incorporé de la cama apoyándome sobre mis codos y manteniendo una clara vista de Parker, quién al ver mi acción conectó sus ojos con los míos, recibiendo una fulminante mirada.
-¿Y de ser así qué? Vamos Parker, tú y yo sabemos que no te atreverías ni a dirigirle la mirada sin siquiera sonrojarte.-solté cambiando así el estado por completo de Peter quién evadió mi concentrada mirada hacia el suelo. Haciéndome ser consciente que lo había herido, tocando su orgullo y timidez.
-Touché.-ladeó su cabeza aún con su mirada perdida en el suelo, mientras jugueteaba con sus dedos.
Aún recuerdo con claridad el día que tocamos aquel tema, todo comenzó con unas bromas de Ned sobre la película y parejas, debates sobre el amor, relaciones y culminando en que Peter no tenía a nadie especial y todo se debía a que era demasiado tímido para sacarle plática a una chica que le atrajera sin ponerse a sudar por distintas partes del cuerpo. Esa manera al expresarse con tanta exasperación, dejó en claro que era un tema que lo había analizado más de dos veces.
Y yo, inconscientemente saqué el tema que más angustia le causaba a mi mejor amigo.
¿Qué si me di una bofetada internamente? Ten por seguro que si.
