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—¿OYE TÚ Y PETER SON ALGO?—PREGUNTÓ Sophia siguiéndome por el pasillo de la escuela.
—No, nada que ver.—bufé con rapidez mientras avanzaba rumbo a la salida, era lunes y las clases estaban matándome. Contaba los días para irme de una vez de esta escuela.
—Es que en la fiesta los vi muy juntos.—continuó.—Y a mi me llama la atención Peter, Ev.—paré de repente, ¿Cómo es posible que se le ocurra fijarse en mi amigo? O sea, no es que Peter sea feo, todo lo contrario, pero, pero, ¿Lo hace porque yo me metí con su ex?
—Tiene novia.—solté, la verdad es que en otras circunstancias me sentiría mal, pero Sophia sería un obstáculo en el plan de Peter y mío.
Hablando de ese plan, Anastasia.
No sabía nada de ella, desde la vez que me besé con Peter, aproximadamente hace una semana y media, más o menos.
—Oh, no lo sabía.—dijo con la voz un poco más apagada.—Bueno, gracias por la información Evie, hasta luego.—me sonrió y continuó su camino.
Continué caminando hasta llegar al portón de la escuela donde vi a Ned y Peter conversar a lo lejos, me acerqué a ellos y les sonreí.
***
—Es un milagro que hayas decidido venir con nosotros Ned.—dije mientras subía las escaleras hacia el departamento de Peter.—¿Cómo es que convenciste a tu mamá?
—Le dije que estaba viniendo por una tarea.—me sonrió.—Lo que ella no sabe es que nos la pasaremos jugando y viendo películas.—continuó, no es que Ned viva encerrado, solo que no lo dejan salir días de clases.
Peter abrió la puerta del departamento y los tres caminamos al instante al sofá, eso de caminar veinticinco cuadras hasta la casa de Peter, resulta matador.
—Evie, me acompañas a mi cuarto a traer mis videojuegos.—me dijo Peter luego de un rato de descansar, asentí y dejamos a Ned en el sofá con su nueva adquisición lego.
—Peter, sí sabes que se quedan grabado los juego en el PlayStation, ¿No?—dije una vez nos quedamos los dos dentro de su habitación.—¿Qué sucede?
—Evie, estuve pensándolo desde la fiesta y, ¿Crees que está bien ocultarle lo nuestro a Ned?
—¿Qué?—solté.—Peter, nosotros somos amigos, y Ned es nuestro amigo, y Anastasia es la chica con la que...—no pude continuar porque una luz nos sorprendió a ambos.
—Hola chicos.—escuchamos esa voz, esa dulce voz que hace tiempo había dejado de oír.
Volteé a mirar a Peter, tenía la boca entreabierta y miraba en la misma dirección en la que yo veía hasta hace instantes.
—Evie, Peter, cuando digo hola, lo usual es que respondan.—su encantadora risa sonó y me acomodé en mi lugar.
Anastasia de alguna forma me ponía nerviosa, y posiblemente deba ser por la actitud tan fuerte que poseía o por el hecho que sea mayor que nosotros.
—Hola Anastasia, ¿Cómo estás?
—Bien, hace tiempo que no te veía por aquí querida, pensé que ya no quería continuar con el plan que propusimos.—dijo.
—Para nada eh, Peter y yo estamos de acuerdo al cien.—sonreí y codeé a mi amigo quién me miró y al notar mi sonrisa, me regresó el gesto y asintió.
—Qué bueno, porque una aventura como la que me propusiste tener, es mejor de a tres, ¿No?—dijo Anastasia.
Escuchamos un estruendo a nuestras espaldas y al unísono Peter y yo nos volteamos a ver de qué se trataba, él mucho más alerta que yo.
—¿Qué está pasando aquí?—dijo Ned, con la boca abierta y su juguete lego destrozado en el suelo.—¿Quién es ella?
