Obra de arte

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El resto de la semana Tony no puedo pasar mucho tiempo, o el que deseaba, al lado Steve porque este salía a solucionar los problemas de su traslado. Pero cuando estaban juntos, estos no lo desaprovechaban y lo dedicaban a apreciar al otro. Los pequeños pero significativos momentos eran guardados en sus memorias. Steve no podía negar que le había cogido cariño a las ocurrencias de Tony, y este a la amabilidad del mayor.

Al despertar la mañana del sábado, Tony se encontró con una nota con la perfecta caligrafía de Steve en el comedor.

"Buenos días Tony, espero que hayas descansado bien. Saldré a arreglar unos documentos. Te espero listo a las 5p.m".

Para pasar el tiempo, Tony decidió invertir su tiempo en su taller. El día transcurrió a paso acelerado, estando concentrado no lo notó, salvo cuando Jarvis aparecía con meriendas.

- Joven Anthony- Habló Jarvis levantando su tono de voz para que el menor note su presencia.

-Ahora no tengo hambre Jarvis.- Contestó el menor, siguiendo con su trabajo.

-Solo venía a avisar que en una hora llegará el Capitán Rogers.- En ese momento Tony reaccionó y vio salir a Jarvis con una sonrisa burlona en su rostro. Se preguntaba cómo es que ese hombre podía recordar tantas cosas. Dejando sus pensamientos sobre Jarvis a un lado, salió corriendo a su habitación a darse una rápida ducha y a ponerse descente para la noche. Optó por unos pantalones negros y una camisa simple. Sencillo, pero con estilo.

Al bajar de su habitación se encontró con Steve, quien al ver al menor no pudo evitar sonreir.

-¿Nos vamos?- Preguntó Tony para romper el silencio.

-Claro, espero que te gusten los viajes en moto.- Dijo Steve sonriendo. En una esquina se veía a un no tan contento Jarvis, pues no quería arriesgar la seguridad del joven Stark dejándolo subir a una moto. Cuando quiso oponerse ambos jóvenes ya se encontraban saliendo y metidos en su propio mundo. Lo dejaría pasar por esta vez, no obstante, si le pasaba algo al menor de los Stark, el se encargaría de hacerle una guerra al Capitán.

El viaje en la moto fue una experiencia agradable. Tony no dejó de hablar de motores ni bien bajó de la moto. Empezaron a debatir sobre los mejores modelos de motos clásicas en la recepción del evento. Su charla se vio interrumpida cuando algunos conocidos de Steve se le acercaban a saludarlo. Entre ellos un joven de cabello oscuro y cara de mapache.

-Hey Steve, hermano, ¿Como has estado?. Sabía que vendrías.- Dijo el pelioscuro abrazando al rubio.

-Bucky. -Saludó Steve correspondiendo al abrazo. Al separarse se dispuso a presentar a Tony.- Te presento a Anthony Stark, es hijo de Howard y María. Tony, él es un compañero del ejército y mejor amigo James Buchanan Barnes.- Añadió el rubio.

-Puedes decirme Bucky, lindo.- Dijo acercando su mano con una sonrisa coqueta. El castaño le respondió también con una sonrisa. El rubio frunció el ceño involuntariamente; sin embargo, el gesto no pasó desapercibido por su par. El resto de la noche Barnes se les pegó como chicle, animando la noche con sus comentarios fuera de lugar. En el momento que Tony se retiró a los servicios, Bucky aprovechó para bombardear a su amigo de preguntas sobre el menor.

-Así que, capi-pedófilo, ¿vas marcando territorio?.- Soltó Barnes sin ningún descaro.

-No tengo esas intenciones con Tony, Bucky.- Dijo Steve mirando el cielo.

-Que lastima, pensé que alfín habías encontrado a alguien.- Barnes lo miró con una leve sonrisa, sabiendo que su amigo se estaba reprimiendo. Así que decidió empujarlo un poco.- Sabes, yo no tengo los mismos principios que tú. Así que si tu no intentas nada, me dejas el camino libre.- Steve arqueó una ceja.

-Ni lo sueñes Barnes.- Soltó Steve algo irritado.

-Era broma amigo, tranquilo.- Intentó calmar a su amigo. Ponerlo al límite se le hacía divertido.

-Aún así, aleja tus manos de él.- Amenazó Rogers.

-Vale Capi-pedófilo. No tocaré tu mercancia.- Steve iba a replicar cuando notó la presencia de Tony acercándose. El resto de la noche se la pasaron entre bromas y comentarios sobre el pasado de Steve.

De regreso al hogar de los Stark, optaron por ver una película. En el transcurso de la película, Steve miró de reojo a Tony y notó que se había quedado dormido. Se dedicó a apreciar sus facciones y la vez que sonreía. Antes de que apareciera Jarvis, cargó a Tony y lo llevó a su habitación. En el camino a su dormitorio se puso a pensar en las cosas que habló con Bucky. Era triste, pero no podía tener nada con Tony porque era menor de edad. 

Con la consciencia intranquila, Steve intentaba dormir, pero no podía porque su mente solo pensaba en Tony y lo lindo que era, como una obra de arte.  Sus papeles y su mudanza estaban casi listos, pronto dejaría la casa de los Stark. El recordar ese detalle,  lo ponía incomodo. Pero por otro lado, era una buena oportunidad para poder olvidar a Tony. 

SOLO TÚ ♡ STONY AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora