Camuflados

Capitulo 24

           

-Aitana, te buscan.

- ¿Quién?

-No sé, no me ha dicho quién es.

-Ah, muy bien, gracias.

Nada más atravesar la puerta reconoció quien era. ¿Qué hacía ella ahí? Lo que menos quería era tener más líos con ellos. Intentó volver para dentro, pero la mujer la vio y la detuvo.

-Aitana, Vicente esta muy mal. No se que ha pasado, pero tienes que volver con él. No sale del cuarto. Ha entrado en una depresión muy grande, y cuando sale es de una manera agresiva. Se que algo tiene que ver contigo.

-Mira, tu hijo me ha hecho mucho daño. A mi como a mi familia. Lo siento, pero no puedo, ni quiero volver con él.

-Pero si sois el uno para el otro, cariño. ¿De verdad le vas a dejar por una tontería? No te olvides de lo que ha hecho por ti. -Aitana no pudo evitar reírse ante tal comentario.

-No quiero seguir hablando. No quiero volver a ver a tu hijo. Y por el cariño que te sigo teniendo, porque tú no tienes culpa de nada, te pido que le hagas entrar en razón. Ah, y que te cuente todo bien. Lo de la comisaria también.

Aitana tras decir eso se dio la vuelta y se metió sin decir nada más al local. Cepeda fue hasta su lado en cuanto la vio tan pálida.

- ¿Qué pasa, Aitana?

-Acabo de hablar con la madre de Vicente. Ha venido a buscarme la madre de Vicente.

-Ya, tranquila. Olvídate de todo. No pienses más en eso. Ven, vamos con el resto. Necesitas distraerte.

-Aiti, amor, nos vamos a tomar algo, ¿te vienes?

Aitana miro a Cepeda para tener su aprobación. Cepeda sonrió al ver esa reacción.

-Aitana, no te tengo que decir que si o que no. ¿Tú quieres ir? Pues ve. Se que es complicado volver a la normalidad, pero nunca te voy a prohibir nada que te haga feliz.

Aitana sonrió y le beso a la vez que le abrazaba.

-Bueno, ya, ¿no?

-Hemos perdido demasiado tiempo, ahora hay que aprovechar. -Dijo Cepeda al resto mientras le guiñaba un ojo a Aitana.

- ¿Dónde vamos entonces?

-Mis padres están de viaje. Allí podemos estar mas tranquilas. -propuso Nerea.

-Perfecto, pues chicos, aquí os quedáis.

Aitana volvió a besar a Cepeda en manera de despedida.

-Pásatelo bien, pequeña.

Las chicas se fueron a casa de Nerea, pero no sin antes pasar a comprar algunas botellas de alcohol.

-Venga Aiti, cuéntanos cosas. Que bien guardado te lo tenías todo.

-No queríamos que se enterase la prensa.

-Bua, no me lo puedo creer que aiteda sea real. Yo reconozco que os amaba juntos, y muchas veces lo he dejado caer. -intervino Mimi.

-No si ya he visto videos. Que cabrona.

-Pero ¿Cómo empezó todo? ¿Cuándo?

-Pues en la academia, en nochevieja. Fue todo muy casual, sin presiones. Se dio así y ya está.

-Osea, ¿qué vosotras lo sabíais? -pregunto Thalía señalando a las cuatro chicas que estaban en nochevieja allí.

-Yo no sabia nada. -protesto Nerea.

-Jo, Nerea, lo siento. No queríamos decir nada, ellas lo supieron por casualidad.

-O porque los vimos comiéndose la boca. -rio Ana mirando a Amaia.

-Pero cuando salí, cambiaron mucho las cosas. Vicente paso a controlarme la vida y Luis desapareció en combate. Así que poco podía hacer, hasta que nos vimos para los ensayos.

-Sera hijo de puta. -grito Mimi refiriéndose a Vicente.

-Llego a denunciar a Luis sin razón. Bueno, esa historia ya la sabéis. Y hoy va y me viene a hablar la madre. Que si estamos hechos el uno para el otro. que si tiene depresión. Que tengo que volver con él.

- ¿Y no te lo estarás planteando no? -pregunto tímidamente Amaia.

- ¿Tú estás loca? No pienso volver con él. Me ha hecho la vida imposible durante estas dos semanas. Con Luis estoy feliz, y no pienso soltarlo. Pero dejemos de hablar de mi por favor. Contad vosotras algo.

-Lo he dejado con Javi. -soltó de pronto Ana.

Todas se sorprendieron mucho. Creían que era de las pocas relaciones que aguantaría tras su paso por la academia. Pero al parecer nos confundíamos.

-Nos hemos pasado desde que llegue a casa discutiendo por tonterías. Y que queréis que os diga, la cosa ya no esta como antes. Así que me fui, no quería aguantar más los gritos.

- ¿Pero tú le sigues queriendo? -pregunto Mimi.

-No sabría que decirte. Le tengo mucho cariño porque hemos vivido muchas cosas juntos. Y la cosa no ha acabado mal como le ha pasado a Aitana. Simplemente algo se ha roto y no quiero vivir engañándome ni engañándole a él.

-Bueno, Ana, tu tranquila. Todo pasa por algo y si t has decidido que es lo mejor para ti, lo será.

-Pero que yo estoy bien. Viviendo la vida de soltera. Brindemos por nuestras nuevas situaciones amorosas. Una que acaba de empezar, otra que acaba de romper...

-Chicas, creo que estoy embarazada.

Todas bajaron las copas y se la quedaron mirando.