Camuflados

Capitulo 8

           

-Aitana... ¡Aitana! Aitana, coño.

- ¿Qué pasa?

-Son las ocho. Y te juro que no quiero decir esto, pero se van a empezar a despertar.

-Ostias.

Aitana se levantó corriendo y se fue hacia su cama. Pero no se pudo volver a dormir. Sabía que hoy le esperaba una gala dura. Luis se podía quedar, pero también irse. Y si se iba, ese iba a ser su último día juntos.

-Cada vez que te beso, me sabe a poco...

Luis se encontró a Aitana llorando en la habitación mientras todos desayunaban.

-Pero no me cantes eso, pequeña.

Aitana levantó la mirada del suelo y le vio. Empezó a llorar aun más fuerte mientras le cantaba.

-Te quiero, te quiero, eres el centro de mi corazón.

Luis se sentó a su lado y la siguió. A Aitana se le rompió la voz y se abrazó a él como si no hubiese un mañana. Pero es que podía que no hubiese.

-Aitana, escúchame. Si hoy me voy te juro que no me importa. He vivido la mejor experiencia de mi vida. He conocido amigos que me llevo para toda mi vida. Y te he conocido a ti. Y esto no va a acabar aquí. Cuando te nombren ganadora pienso estar en primera fila y sacarte por la puerta grande a hombros.

-Un mes es mucho, Luis. No creo que pueda estar aquí sin ti.

- ¿Cómo qué no? Esta Amaia, Ana, Roi. Todos. Que van a estar ahí siempre, igual o más que yo.

- ¿Me quieres?

Luis puso su dedo en la barbilla de la chica y le levantó la cabeza.

- ¿De verdad dudas de eso? Te quiero con toda mi alma, pequeña. Tú me has ayudado a disfrutar de esto al máximo. Sin nada hubiese sido igual.

Y tras eso la besó. Necesitaba que ella pensara en otra cosa. Verla así era peor que cinco nominaciones seguidas.

-Te quiero. Mucho. Nunca lo olvides.

-Yo también te quiero, pequeña.

Tras esa conversación demasiado intensa para ambos, el día no fue muy positivo. Pero las clases de la mañana les ayudaron a distraerse.

En el momento que Aitana vio a Luis haciendo la maleta, se vino abajo. No pudo demostrárselo. No quería que se pusiese nervioso para la gala. Le daba igual guardarse todo y no dar ni un paso en su canción y estar nominada. Pero él tenía que estar tranquilo.

-Toma. Quédatelo.

-Jo, gracias, Luis.

Aitana se abrazó al jersey que le estaba regalando. Ese que tantos días se había puesto y que tanto le recordaría a él.

-Pero no huele a ti. Luego le echas colonia.

El día cada vez fue más difícil para ambos. Ninguno lo demostraba. Luis se pasó el día bromeando con Roi sobre el tema. Y Aitana lo pasaba como podía. Pero por dentro ninguno estaba bien.

Solo quedaban dos horas para la gala y cada vez estaban más nerviosos. Luis estaba recogiendo cosas de la habitación para guardarlas en la maleta. Se sintió observado y se giró. Se rio entre dientes al ver quien era.

-No llores que ya estas maquillada.

-Jo, Luis, estoy muy nerviosa.

-Tranquilízate, Aitana. Por favor te lo pido.