Capítulo doce.

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-Narrador-

El psicólogo se acomodo en su silla, buscando comodidad, observaba al muchacho que se encontraba frente a él, lucia perdido, desanimado, como si el mundo yaciera en su interior, permanecía estático y sin decir una palabra.
El silencio se apodero por unos minutos.

-¡Hola, Gerard! -le sonríe- ¿Cómo estáis?
-Hola -su expresión era de tristeza.
-Vamos a platicar un ratito tú y yo. ¿Queréis?
-¿Dónde esta mi ángel? ¿Por qué se fue? -lo busca a su alrededor.
-Él está afuera. Volverá rápido. Vamos a platicar de las personas que viven contigo. Primero, hablame de tu ángel. ¿Cómo te trata?
-¡Mi ángel! ¡Él es el mejor! Me quiere mucho, me cuida, se preocupa por mí y me protege de los demonios... Tomo forma humana y adopto un nombre, pero nunca olvido su naturaleza. Lo quiero mucho y por eso no quiero que le hagan daño -una sonrisita se poso en sus labios.
-¿Conocéis el nombre de tu ángel?
-Sí... Su nombre de mortal es Frank Iero.
-Lo queréis mucho, eh, Gerard...
-¡Mucho!
-Muy bien, Gerard. ¿Él alguna vez te ha hecho algo que tú no queráis?
-No... ¡Él es bueno conmigo!
-Muy bien, Gerard -acaricia su cabeza dulcemente-. ¿Es cierto que ya eres muy bueno con los videojuegos?
-Sí -una mirada le dedico a su psicólogo.
-Bueno. Ahora, Gerard, me vas platicar sobre Ray. ¿Cómo te trata?
-¡Mi amigo Ray! ¡Él es muy bueno conmigo! También me cuida, me enseña a hacer cosas, está pendiente de mi alimentación, juega conmigo. ¡También lo quiero!
-¿Él te ha hecho algo que tú no queráis?
-No.
-Muy bien, Gerard Ahora me vas a platicar del otro chico que vive contigo... Creo que su nombre es Jeremy -Jared no recordaba muy bien.

Al instante la tranquilidad de Gerard desapareció, sus lágrimas comenzaron a emerger de sus ojos esmeraldas y agacho su mirada, se le podía ver temblar y el miedo se reflejaba en sus ojos.

-E-él -tartamudeaba al pensar "si dices algo, mataré a tu ángel y a Ray"-, pues…
-¿Cómo te trata, Gerard? -observa cada reacción y la apunta en su libreta.
-Era bueno conmigo. Nos divertíamos juntos. Él no me cuida. Es un demonio disfrazado de hombre...
-Gerard -toma su rostro y lo ve llorar directo a los ojos-, ¿él te ha hecho algo malo?
-N-no… debo decir nada. Los van a matar. Si hablo, los mataran...
-Solo dime si es él quien te hace daño. ¿Es Jeremy?
-No puedo decir... Tengo miedo...

Jared trata de tranquilizarlo y se abraza a él, acaricia su pelo y le habla al oído suavemente.

-Tranquilo, Gerard... No pasa nada. Todo está bien...
-Te equivocas, Jared -temblaba-, él continuará atormentándome. Ese ser oscuro... Debo proteger a mi ángel con mi silencio. Si yo hablo, él los matará
-Gerard, yo te prometo que si me dices quien te hace daño tu ángel no sufrirá ningún peligro.
-Tengo miedo. No puedo hablar...
-Esta bien, Gerard. Vamos a llamar a tu ángel, ¿si? -Jared besa su mejilla dulcemente y decide llamar a Frank al ver que Gee no se tranquilizaba.

-Narra Frank Iero-.

Me encontraba sentado en la sala de espera un tanto nervioso, el tiempo pasaba tan lentamente y un sonido de muelas masticando frituras se hacia insoportable.
Ya no podía seguir esperando, estaba desesperado pero al menos, antes de explotar, Jared se apareció de pronto y me invito a entrar a su consultorio.

-Siéntate, Frank -me indica el asiento.
-¡Mi ángel! -Gee se abraza a mí- ¿Donde estabas?
-Afuera, angelito. Nunca me fui lejos -acomodo sus cabello y limpio sus lagrimas-. Nunca te dejaría. Te lo prometí, ¿recuerdas? ^^
-Gracias, mi ángel -se abraza a mí una vez más y así permanece quieto a tal punto de quedarse dormido.
-Frank, hable con Gerard, y con lo que pude saber, puedo asegurarte que tu amigo Ray no tiene nada que ver con el comportamiento de él.
-¿Estáis seguro, Jared?
-Sí. Estudie cada conducta al pedirle que hablara de cada una de las personas que viven en tu casa. Incluyéndote, claro. Y hablo maravillas de ti y Ray. Pero…
-¿Pero qué, Jared? -su silencio me molestaba.
-¡Del otro chico no hablo nada bien! Tuvo una crisis al momento de mencionar su nombre.
-Quieres decir que Jeremy... ¿él fue, Jared?
-Sí... Debéis sacarlo de tu casa lo antes posible.
-Claro -no me lo podía ni creer-, pero antes le voy a partir toda la cara. ¡Maldito! -el coraje emanaba de mis ojos y poros.
-¡Tómalo con calma, Frank! Te podéis meter en un serio problema. ¡Pensad las cosas con calma!
-No me pidas eso, Jared. No sabes como me siento...
-Por lo mismo te pido que te calmes. Se lo que pensáis y lo que sientes en este momento...
-Pero… no podré mantenerme tranquilo, Jared.
-Debes hacerlo. Ése sujeto es peligroso...
-No puedo dejar esto así. ¡Lo denunciare!
-No tienes pruebas, Frank, y Gerard no hablara, teme por tu vida y la de Ray. Lo único que podéis hacer es alejar, por las buenas, a ése sujeto.
-¡Quisiera matarlo! -las lágrimas desesperadas salieron por mis ojos.
-Por éso no te dejare ir de aquí hasta que te calmes. Es mi responsabilidad evitar que cometas una tontería...
-Esta bien, Jared -miro a mi angelito mientras duerme y el coraje vuelve a emanar en mí, lo amaba demasiado para dejarlo así.

Paso un rato hasta que pude “calmarme” y fue hasta entonces que Jared me dejo ir de su consultorio.
Llegamos a casa y nos pusimos a hacer la cena, mientras esperaba que llegara Ray de sus clases. Paso un largo rato y al fin se apareció por la casa, parecía triste y desanimado.

-Ray, yo… quiero que hablemos. ¡Lamento haberme portado como un *beep* esta mañana!
-Como un verdadero *beep* -sonríe.
-¿Podríais perdonarme?
-Claro que si, amigo. Estuve pensando y entiendo tu preocupación. Seria tonto que nuestra amistad terminara por una tontería así, ¿verdad?
-Lo se, amigo -le doy un abrazo.
-Qué cariñoso... Jajaja -mira a Gerard-. Hola, Gerard, ¿ya comiste? -acaricia su cabeza dulcemente.
-Sí, Ray -su mirada lucia triste.
-Gee, ¿podéis hacerme un dibujo?
-¡Claro, mi ángel! ¿Qué queréis que te dibuje?
-Quiero que nos dibujes a Ray, a ti y a mí.
-Sí, mi ángel -va a la sala y toma su cuaderno.

Mientras mi angelito dibujaba, Ray y yo teníamos una conversación sobre el intruso, le conté todo y al igual que yo se puso más que furioso.

-¡Lo voy a golpear hasta que me canse!
-Debemos tranquilizarnos, Ray. No podemos probar nada. Según Jared lo mejor es que lo saquemos de la casa de una manera amable...
-Yo no conozco esa manera cuando le hacen daño a alguien importante para mí...
-No te dejare que cometas alguna tontería, Ray... Debéis calmarte. Jeremy puede ser peligroso.
-¡¿Cómo podéis estar tan tranquilo, Frank?!
-No me es fácil. Pero…
-¿Acaso no deseáis vengarte de ése?
-¡Claro que si! Pero…
-No tenéis una respuesta fija, Frank. Deseáis golpearlo igual que yo.
-Sí... pero no podemos.
-No te prometeré nada... No se si pueda contenerme.
-Debéis hacer tu mayor esfuerzo... Gerard podría salir herido de ésa experiencia, Ray.
-Esta bien -se entristece-. Yo fui el responsable de esto. Yo fui quien lo dejo solo con ése maldito. Perdóname, Frankie...
-Tranquilo, amigo. Ambos fuimos responsables...
-¿De qué son responsable? -Jeremy se aparece como por arte de magia en la cocina.

Los escalofríos recorrieron mi espina dorsal completa y en acto reflejo voltee a mirarlo.

-D-de… -estaba muy nervioso- sacar malas notas en los exámenes. Jejeje...
-Nevermind, Frank! ¡Yo no puedo soportarlo! -se levanta de la silla y toma a Jeremy de la camisa.
-¡No, Ray! -mi grito hizo que Gerard corriera hacia donde estábamos.
-¡¿Qué te pasa Ray?! -Jeremy trataba de safarse, obvio que Ray era más fuerte.

Al mirar la escena Gerard estaba atónito, no hablaba, no emitió emoción alguna, solo su expresión era de pánico, al verlo así mi cuerpo me impulso a llegar a su lado y abrazarlo.

-¡¿Qué le hiciste a Gerard, maldito hijo de puta?! -le pega un puñetazo en las costillas.
-N-no… se de que… hablas -no podía safarse-, suéltame. ¡Te volviste loco!
-¡Ya déjalo, Ray! -grite desesperado.
-¡Yo no le hice nada a Gerard! ¡Suéltame, Ray!
-¡No! -Ray seguía golpeándolo y Gerard comenzaba a llorar.
-Tranquilo, angelito. No pasa nada...
-Tengo miedo... -solo eso repetía.

Todo pasaba muy rápido y solo podía ver como Ray golpeaba a Jeremy, dejándolo tumbado en el piso y casi desvanecido.

-¡Espero hayáis aprendido a no meterte con las personas que me importan! ¡Quiero que en éste momento recojas tus cosas y te largues! -Ray estaba rojo de enojo.
-¿Crees que ganaste? -mira a Gerard- Te dije que si hablabas lo pagarían -saco un cuchillo y se abalanzo hacia Ray, al cual le causo una herida en el brazo.
-¡Ray! -Gerard quedo en shock.
-¡Gerardo! ¡Mi angelito! ¡¿Qué te pasa?! -lo sostuve en mis brazos- ¡Gee!
-¡Y aún no termino! -Jeremy se lanza hacia mí.

Se dirigió hacia mí preparado para encajarme el arma y vi pasar toda mi vida frente a mis ojos...

~Continuará~

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Esquizofrenia // «Frerard».Where stories live. Discover now