LOBO BAJO LA LLUVIA PARTE 2

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Desde hace días me he estado sintiendo algo raro, ya no tengo control de mi lobo y siento que podría lastimar a mi familia si no someto al lobo dentro de mí.

Mi ancla, mi chispa, mi Stiles, mi mundo y mi todo, tengo que controlar esto que me aprieta en el pecho, esta sed de desgarrar algo, pero ¿Cómo?, si yo mismo ignoro lo que me pasa, investigo en secreto lo que me pasa, los libros de mi madre son de ayuda.

Estoy en el sótano tratando de controlar a la bestia, he descubierto que estoy en un trance de cambio, una tercera piel pica por salir, pero es un poder que aún no logro comprender ni mucho menos controlar, la noche pasada, al salir de casa, me transforme en algo que no es completamente lobo ni humano, algo entre las dos especies, Deaton me ha dicho que como soy un lobo de nacimiento hijo de alfas puros, soy de los pocos especímenes que logran conectarse con su tercera forma, una racional y letal por partes iguales.

Es otoño, la estación favorita de Stiles, ahora, luego dirá que es el invierno, pero no importa.

Últimamente el gato mimado se la pasa muy pegado, mas de lo normal a Stiles, estoy por comenzar mi trance cuando escucho los gritos de mi castaño, subo las escaleras rápidamente. Cuando entro a la habitación, algo huele diferente, huele a magia, pero no la magia de mi esposo, mucho menos a la magia del gato, y no siento a mi cachorro.

Mis ojos se tornan cual sangre carmesí tomo a Stiles en mis brazos mientras este solloza con los ojos apretados balbuceando cosas sin sentido, cuando se calma un poco, siento su débil pulso y poniéndome sobre mis pies, lo llevo hacia la camioneta, esta magia extraña se hace mas fuerte, acuesto con cuidado a Stiles en la parte trasera y el gato me mira como diciéndome "yo voy", lo subí, se veía preocupado.

— Oye, se que me entiendes, se que puedes hablar, necesito que protejas a Stiles por mi — el muy cobarde solo maulló, pero vi un fuego en su mirada, que me causo gracia.

Al llegar donde Deaton, la manada ya estaba ahí, de pronto me faltaba el aire, quería respirar, pero mi pecho quemaba, como si ácido fuera mi sangre, me fui del lugar nada mas escuchar a Alan que Stiles estaría bien, me interné en lo más profundo del bosque y aullé de dolor, sentí mis huesos quebrarse, y la magia hacerse mas fuerte, ese olor a ceniza me atonto por momentos, luego la oscuridad me invadió.

***

Derek luchaba por mantenerse en pie, el dolor era insufrible, no sabía que más hacer, quería quitarse la piel a tiras.

Una voz entre la oscuridad lo guiaba, vio la silueta de su madre junto a su hermana, dos hermosos lobos negros, el dolor se intensifico, quebrándolo.

Fue entones que vio a Stiles pero no era él, era alguien que realmente esperaba no volver a ver jamás, el Nogitzune, parecía burlarse del hombre lobo, Derek se rompió cuando vio como el bastardo sostenía a Stiles por el cuello y lo empujaba al suelo, el castaño luchaba por cubrir y proteger a su cachorro, Stiles gritaba por Derek, y fue entonces que entendió lo que quería decir el libro "el poder del lobo viene de la manada, y la manada es la fuerza y debilidad del lobo" el castaño era su debilidad, pero también la fuente de su poder, cerrando los ojos, Derek dejo fluir su energía, se hizo uno con el lobo, sintió como su cuerpo se hacia más grueso y su cara se estiraba, el tiempo en el bosque transcurría lento, el hombre lobo alfa no dudo en arremeter contra el zorro maligno, enfrascándose en una lucha sin cuartel, el Nogitzune logro herirle, rompiendo la cadenilla en su cuello, ambos seres de la naturaleza se entregaron en una lucha de matar o morir.

La densa pesadez que sintió en el ambiente se fue evaporando cuando por fin pudo ver la luz del sol, el cielo se cubrió de nubes grises y empezó a llover, la suave voz de Stiles le dio fuerzas para continuar con su lucha, cansado de los juegos del viejo zorro lo atravesó con su brazo y apretando su corazón lo aplastó.

El ruido de la lluvia y olor a canela de Stiles lo guiaba de regreso a su mundo, al mundo real, caminaba en dirección a casa del sheriff desde la maleza del bosque cuando una vocecilla habló:

— Pequeño gato ¿Quieres devuelta a tu amo?

Al escuchar esa voz, imaginó que hablaba con Ginger, su olor a tristeza lo delataba, aulló alertando al gato mágico que estaba cerca.

Hay momentos en la vida que dices y haces cosas que jamás dirías si no fueran necesarias, pero cuando oí el aullido de Derek, supe que la perra hada estaba en problemas.

Una cosa que no era ni lobo ni humano, aplasto a la joven hada de las pesadillas, sus feroces fauces con saliva, su larga lengua recorrieron el pequeño cuerpo del hada, esa cosa era Derek, mi jodido amo Derek, sin vacilación esa combinación hombre – bestia se tragó al hada, sangre negra salía por las comisuras del hocico del lobo, luego poniéndose en sus cuatro patas, fue cambiando a lobo, ya saben lobo, tipo perro grande, iba limpiándose su gran boca con filosos dientes, llego hasta mí, me olfateó, me lamió, su olor acre por la sangre, casi me orino encima, Derek se veía feroz, salvaje, escuche el crujir de sus huesos y unas suaves pero grandes manos con garras me tomaron, y sentí calor a pesar de estar mojándonos por la lluvia, cuando estábamos cerca de la puerta, un muy despierto Stiles salió detrás de Lydia, quien estaba en shock por lo que había visto, cuando Derek vio a mi castaño amo, me soltó y entonces colapso, cayendo a los pies de Stiles.

Scott y Liam lo llevaron dentro y trataron de curar sus heridas, Stiles no se le despegaba, el cachorro empezó a moverse inquieto, lo sé porque su pequeño pie sobresalía.

— Stiles— la voz de Lydia atrajo a todos los presentes – lo que te atormentaba, jamás volverá.

Stiles creyó las palabras de mi banshee favorita, ahora sólo esperábamos que Derek despertara, un día y medio después, el lobo gruñón, despertó y lo primero que vio fue a su manada, sí, a su manada, Stiles, el cachorro y yo.

Stiles creyó las palabras de mi banshee favorita, ahora sólo esperábamos que Derek despertara, un día y medio después, el lobo gruñón, despertó y lo primero que vio fue a su manada, sí, a su manada, Stiles, el cachorro y yo

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