MI VIDA DE GATO

GATO BAJO LA LLUVIA PARTE 1

Ginger estaba en el alfeizar de la ventana, contemplando las hojas de los árboles caer, Stiles estaba sentado en la mecedora tratando de tejer una chambrita, por más que buscara darle forma, simplemente su don no era ese.

Un fuerte aullido se escuchó de entre el bosque, que erizo la piel de Scott.

— Derek — Stiles se paró de golpe dejando caer todo a sus pies, sin importarle su avanzado embarazo, corrió hacia el bosque, el aullido antes fuerte se volvió de pronto un susurro — ¡¡¡¡Derek!!!!—  gritó el castaño.

Scott trató de detenerlo, pero cuando iba a llegar donde estaba Stiles, fue atacado por una fuerza invisible, que lo aventó por el aire, cayendo a metros de distancia.

Stiles temblaba de miedo, ya no sólo tenía que pensar en él, sino también en el bebé, sintió como una mano apretaba su pecho y cayó de rodillas. El aullido de Derek se escuchaba más cerca, pero cuando Stiles logró verlo una flecha había atravesado el pecho del negro lobo, la luz en los ojos de Derek se apagaba.

— Sabes Stiles, tu nunca serás feliz — escuchó una voz sin cuerpo.

— Noguitzune— la voz de Stiles se cortó, cuando vio el filo de una espada y su cuerpo fue atravesado – NOOOOO – su gritó fue tan desgarrador que se escuchó más allá de los limites mágicos.

Estaba tomando una siesta cuando los gritos de Stiles me despertaron, apenas se levantó sobresaltado se palpó su gran barriga, unos pasos presurosos subieron las escaleras, dieron paso a Derek en la habitación, apenas mi castaño amo lo vio se tiró a sus brazos y lloró, algo en mí se rompió al verlo así, olvidando mi holgazanería, me acerque a mi familia, me restregué en el castaño, que estaba aferrado al moreno, sus hipidos iban disminuyendo, su cara estaba roja, su nariz húmeda y el rostro de mi otro amo, estaba ceñudo y su mirada tan roja como la sangre, Derek cargó a Stiles y salió fuera de la casa, yo siguiéndolo de cerca, por el rabillo de mis ojos, vi la silueta diminuta de un hada de las pesadillas, no le tome importancia, Derek me subió a la camioneta y nos dirigimos a la veterinaria, donde la manada ya nos esperaba, apenas el moreno entró con Stiles en brazos, la pelirroja banshee gritó, Liam pasó una hoja y lápiz a Lydia y esta dibujo la pesadilla de Stiles, Derek gruñó y aulló saliendo del lugar, dejándonos al cuidado de los demás.

La tarde dio paso a una noche sin estrellas, Deaton había examinado a Stiles, lo mantenía estable, pero el humano no quería despertar, el cielo se torno oscuro y denso, rayos y truenos sonaron a la distancia, haciendo que la voz del lobo de Derek se perdiera en ellos, la manada se dio cuenta demasiado tarde que la magia del pueblo estaba desequilibrada, las horas pasaban lento, y sin darse cuenta los días pasaron.

El sheriff cuidaba de Stiles en su casa, el gato gordinflón se mantenía en la ventana, veía al padre de su amo preocupado, su hijo estaba sumido en un sueño profundo y temía por su nieto no nato, Alan había asegurado que el cachorro estaría bien, mientras ambos padres estuvieran con vida unidos a su vínculo.

Los días se volvieron semanas sin saber dónde estaba Derek, Scott cansado de no hacer nada, fue en busca de su ex alfa y buen amigo, su búsqueda fue en vano no encontró rastro de Derek por ningún lado, cuando estaba por darse por vencido el destello de un objeto siendo iluminado por la luna, llamo su atención, fue en dirección de ese titileo y con ojos horrorizados vio el collar que Stiles le había dado a Derek en su cumpleaños, bañado en sangre, que el latino reconoció como la sangre del moreno de ojos verdes.

Volvió a casa con las malas noticias, Derek oficialmente estaba desaparecido y probablemente herido, pero ¿dónde podría estar?, era la pregunta de todos, Stiles no despertaba y ya casi dudaban que lo hiciera.

Nadie se dio cuenta que el gato de la pareja había salido fuera, las pringas de lluvia se volvieron torrenciales, Ginger lloraba, sus lágrimas confundiéndose con la lluvia.

La lluvia empapa mi peludo cuerpo, mis lágrimas casi se comparan con las gotas frías que caen del cielo, nadie me ve, estoy solo, a mi mente vienen los recuerdos de mi familia, la primera vez que Stiles me vio, o cuando Derek me amenazó con castrarme, o cuando sentí por primera vez moverse al pequeño cachorro Hale, ahora mi familia estaba desapareciendo, estaba por meterme a casa cuando Lydia me habló, pero una risilla burlona llamó mi atención.

— Pequeño gato, ¿Quieres devuelta a tu amo? — esa maldita hada de las pesadillas se estaba burlando de mí y mi dolor, la miré con odio, y fue ahí donde lo escuché, Derek.