MI VIDA DE GATO

CELO EN VIERNES 13

El pequeño Ginger lloraba y arañaba la puerta de la habitación, la luna estaba ya en lo alto, tan blanca y llena.

El gato mágico maullaba, mientras escuchaba los sollozos de su joven amo dentro de la habitación.

>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<<

Stiles tenia marcado ese día en rojo, Derek llegaría en menos de dos horas, el castaño tomó a su mascota en brazos y lo bañó, el aprendiz de emisario reía al ver luchar a su peludo amigo contra el agua, el moreno sólo aceptaba a Ginger si este ya estaba bañado.

La relación entre Ginger y Derek era algo así como amor-odio, no los culpaba, al parecer el gordo gato naranja era también macho alfa y como Derek, le había marcado como suyo.

Al terminar de bañar al gato, lo secó con la toalla para después ponerlo frente a la secadora, cuando su pelaje se esponjo rio y Ginger maulló en desacuerdo, Ginger odiaba esa pistola de aire caliente.

>>>>>>>>>>>>>>>>><<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

Estoy agotado, hoy no fue mi día.

Todo comenzó esta mañana cuando el idiota de Derek, nos informó, sí, nos informó, porque yo era el jefe de la casa cuando él salía, o eso es lo que me dijo una vez que había comido unos hongos mágicos y la lengua se le fue de más, bueno volviendo a lo importante, el lobo gruñón, alias mi otro dueño, nos dijo que iría de cacería a la reserva, no fue hasta que un plato casi le da al moreno que me di cuenta que mi Stiles estaba llorando.

— ¿Derek sabes qué día es hoy? —oí decir a mi castaño

— ¿Viernes? —otro plato salió volando por el aire.

— Lobo estúpido, es viernes 13 de luna llena, la magia en su mayor esplendor y hoy comienza tu celo —solo entendí viernes 13, según mi antigua dueña, una perra bruja, la magia de Beacon Hills se hacía más fuerte.

— Oh— Derek se acuclillo hasta mi altura y me levantó — escucha Ginger, hoy papá saldrá a cazar para después hacer cosas sucias con mamá, mientras estoy fuera vigila a tu amo, asegúrate de que cierre todo bien y si lo haces, prometo reconsiderar la idea de castrarte— al decir eso un intenso dolor se instalo en mis partes nobles, no soy consciente de muchas cosas, pero si de la palabra castración, así que maúlle como confirmando la orden — Stiles prometo volver antes de que la magia cobre más fuerza, no salgas y prepárate, te quiero listo cuando llegue, en manos y rodillas — Stiles tapó mis orejas cuando dijo eso último, lo acompañó a la puerta, Peter y Scott ya lo estaban esperando — te amo, pequeño zorro— y se besaron, si fuera humano vomitaría, pero como soy un lindo gato tiraré mi bola de pelo en los mocasines de Derek

— Derek, vete ya – Stiles se despidió con la mano de los demás y se metió en casa, mi lindo castaño de ojos como la miel refinada miro el reloj — ¡Oh Ginger! Apenas son las nueve treinta, ¿qué haremos en todo el día?

No sé para qué me preguntó si media hora después, subimos al viejo jeep y nos dirigimos a la estación de policías, la rutina de siempre, llegamos, Lori la asistente del Sheriff, me cogió en brazos, mientras mi amo reñía con el jefe de la policía por los altos niveles de grasa que estaba consumiendo, después de una tortuosa hora de ir en brazo y brazo, por fin nos fuimos.

Han visto las películas de Viernes 13, bien, esa musiquita que suena cuando Jason esta cerca acechando, pues es ese momento sonaba en mi mente, el jeep se detuvo en una hermosa mansión, la casa familiar Martin, cuando Stiles me tomó en sus brazos, mis pequeñas patas se aferraban al asiento, podía ver como cada dedo uno por uno perdía el agarre del mueble, al final estaba en un mullido almohadón cerca de la piscina, mientras Lydia y mi amo nadaban.