Capítulo 5. Jayden

22.7K 1.5K 35
                                    

Estaba agotado y lo último que quería era detenerme de camino a mi motocicleta, pero no pude evitar desviar la mirada a princesa, cargaba varias bolsas y unos libros en la otra mano, ella siempre fue amable así que en nombre del caballero que claramente no soy decidí acercarme a brindarle ayuda.

— ¿Necesitas un par de manos? —Movió su cabello del rostro con un soplido que la hizo ver graciosa, observé cómo me miraba, no era con aires de superioridad, pero si había algo de disgusto en sus ojos.

— Puedo sola, pero gracias— Y sin más siguió caminando por el estacionamiento. Cruzó una calle casi sorprendiéndome de que pudiera seguir moviéndose con todo lo que cargaba. Era terca debía concederle eso. Pude despegar mi vista de ella hasta que entro a la biblioteca que estaba cerca de la universidad. Continúe mi camino para prepararme para esta noche. Necesitaba con urgencia quitarme todo el estrés que tenía encima.

Horas después cuando llegó la noche llegué a la casa de Susana donde hay tanto ruido que es imposible mantener una conversación, los coches están por todos lados en la entrada, la casa reboza en bebidas alcohólicas y chicos casi teniendo sexo. Sí, creo que será una buena noche.

— ¡Llegaste Jay! —Susana trae dos vasos con lo que supongo es cerveza así que la bebo de inmediato.

Sus brazos se acomodan a mi alrededor para pegarse lo más que puede a mi cuerpo. Unos cuantos movimientos y estamos frotándonos más que bailando así que se lanza a mi boca de inmediato.

Noto la mirada de Samuel sobre mí, suelto a Susana un momento para dirigirme a él que comienza a avanzar de la mano de una chica castaña. Puedo saber antes de que me hable lo que piensa, y tiene razón, Susana en ningún sentido es buena para mí, pero me ayuda a no sentirme... solo. Los sigo un tanto fastidiado hasta que llegamos al jardín.

— Hablo en serio Jayden, deja este juego con todas esas chicas—No sé si está preocupado realmente después de todo es mi mejor amigo el que le paga para hacer esto de guardaespaldas innecesario, me limito a asentir e intentar volver a la fiesta cuando toma mi brazo.

— Solo es diversión—Le recuerdo en voz alta. Noto como la castaña hace una mueca de asco yo solo me encojo de hombros a ella, no me importa lo que piensen.

— Tyler no quiere...

— Tyler no está aquí. Punto—le cortó la oración bruscamente.

— ¿Es eso lo que pasa? ¿Te molesta que tu mejor amigo esté triunfando laboralmente mientras tú te emborrachas sin sentido en jodidas fiestas universitarias cogiendo con una chica que no daría ni una mierda por ti si no fueras el puto capitán del equipo?

— ¿Me vienes a decir esto tú? ¡Que siempre has estado a mi sombra! —le doy un empujón con ambas manos— ¿sabes porque me estás tirando esta basura verbal? Porque siempre has tenido celos de que soy mejor. Ahora aléjate de mí—me detuve cuando vi la expresión de la chica que lo acompañaba, estaba asustada de mí. Samuel en cambio solo se colocó protectoramente delante de ella, no le haré daño ¿Qué es lo que pretende? Eso me hizo enojar.

Sin más reproches regreso con Susana.

— Vamos a una habitación—Me dice en el oído, con todas esas sensaciones de coraje la acompaño a subir las escaleras, comenzamos a buscar una habitación vacía, aquí hace menos ruido por lo que la puedo escuchar con más facilidad.

— No quiero que esto termine—Dice besando mi rostro, no lo soporto más y la pego a la pared plantándole un beso lleno de desesperación. Quiero esto, quiero olvidar.

— No hables—Le pido firmemente. No podría hacer esto cuando sus gemidos chillones ya son suficientes para molestarme. La siguiente habitación está vacía y es cuando el alcohol comienza a hacer efecto en mi sistema porque pierdo un poco el equilibrio, pero ella me ayuda a sostenerme.

Todo por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora