En un abrir y cerrar de ojos, Lebax le agarra por el brazo dándole un pequeño golpe a la muñeca y Rubi suelta la espada.

La espada cae a unos metros de él, en lo que Lebax mueve un pie acercándose con la misma mano que le quitó el arma. Le da un empujón a Rubi tirándolo fuera de la arena, en lo que su profesor desenvaina su espada y se acerca apuntándole al cuello.

-Perdiste. –Rubi sorprendido se queda viendo el filo de la espada y voltea la mirada a su Maestro.

-¿Cómo? ¿Cómo lo hiciste? –Pregunta Rubi tartamudeando mientras Lebax guarda la espada y empieza a dar vueltas por la arena.

-Muy bien... Como ya tengo su atención para empezar. -Todos se quedan viendo a Lebax. –Soy su profesor de armas cuerpo a cuerpo. Ya sean armas pesadas, o armas ligeras.

-¿No había dicho maestro hace rato? –Pregunta Tarion, sentándose al lado de Rubi que seguía en el suelo.

-Bueno... Veo que como dijo Galio, y ahora como dices tú. Soy su maestro, su profesor, su aliado, Pero jamás su amigo. El día que me vuelva amigo de ustedes será el día que me ganen, algo que consideraría imposible viendo su estado actual de combatir. –Galio saca una pequeña sonrisa mientras Tarion muestra un rostro de descontento viendo con mala cara al profesor, igual que el chico con el traje de asesino que estaba apoyado y brazos cruzados en la pared.

-Esto se pondrá interesante. -Dice Galio cerrando los ojos mientras da un pequeño suspiro.

-Bueno, sin más que decir... Vamos a los comedores. Ya es su tiempo libre. –Lebax agarra un bolso que se había quitado para combatir y se marcha del lugar mientras la mayoría lo sigue.

Rubi, Galio y Tarion se levantan y se preparan para irse, mientras que el chico cabello azul está recogiendo la botella donde estaba bebiendo agua, en lo que Tarion pasa y le empuja la botella de nuevo. Rubi se iba a ir y Berkel lo confronta.

-Tu forma de pelear, no eres de Oberion ¿Cierto? –Berkel se queda de lado viéndolo de reojo, mientras Rubi hace lo mismo.

-No. Soy de Katalza. –Responde Rubi alejándose yendo hacia los comedores, pero Berkel se echa hacia atrás y le impide el paso a Rubi de nuevo.

-Tampoco es de Katalza ¿Quién te enseñó a pelear así?

-Mi forma de pelear me la enseñó mi padre.

-¿De dónde es tu padre? –Pregunta Berkel mientras el chico cabello azul se queda viéndolos y desvía la tensión que había en el ambiente.

Rubi aprovecha esa oportunidad para marcharse chocando con el hombro de Berkel y sigue de largo. Berkel se queda viendo mientras él se marcha, en lo que el chico cabello azul agarra su bolso y lo pone en su espalda.

-Creo que deberíamos ir a comer. –Dice el chico, en el momento que Berkel deja de ver a Rubi marcharse y voltea a ver al joven.

-¿Qué? Ah, si... -Berkel y el chico se marchan hacia el comedor donde estaba la mayoría de los seleccionados de élite.

Al llegar Rubi al comedor, Amatista lo saluda desde lejos, estaba sentada con Kristen en la penúltima mesa del lugar. Rubi llega hacia donde estaba su hermana comiendo, mientras Amatista se queda viendo lo sucia que estaba la ropa de su hermano.

-¡Qué bien! Veo que te fue súper. –Amatista sonríe mientras agarra un plato y empieza a comerse unos panes.

-Perdí. –Rubi se queda viendo al suelo recordando lo sucedido y su hermana escupe la mitad del pan.

-¿¡Qué!? ¿Es eso posible? –Ella quita su rostro de sorprendida y empieza a reírse a carcajadas dandole unos golpes en el hombro a su hermano. –Te ganaron. Y yo pensaba que eras el mejor de aquí -Le dice con un tono burlon mientras se toma un té. -al parecer la élite es mas interesante de lo que creíamos. 

Héroes y Leyendas - Orígenes de la OrdenTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon