Cuando llegaron a la casa de la pelirroja, el lobo le cubrió los ojos con una mano y con la otra le rodeó la cintura, pegándolo a su cuerpo. El menor se dejó guiar con una sonrisa, imaginando de que podía tratarse todo, ya que es su cumpleaños y ninguno de sus amigos lo ha saludado, ni siquiera su pareja, además de que "misteriosamente" todos tienen planes para esa tarde-noche.

-¿Qué tramas, Sourwolf?- preguntó intentando apartar la mano del mayor de sus ojos con la intención de espiar.
-Tú solo camina, pecoso- respondió conduciéndolo hasta que se detuvo después de varios metros- Ya puedes mirar- dijo al mismo tiempo que aparta la extremidad de sus ojos.
-¡Sorpresa!- gritaron todos los presentes arrojando confeti y serpentinas en su dirección- ¡Feliz cumpleaños, Stiles!
-Chicos...- susurró observando con fascinación la decoración del jardín trasero de la pelirroja, habían globos por todos lados, incluyendo la piscina, varias mesas con comida, bebida y alcohol- ¡Gracias! Me encanta, ¿Huelo papas rizadas?- soltó comenzando a salivar en anticipación.

Después de aceptar los abrazos de su manada y algunos de los invitados, se dejó llevar por el moreno hacia donde está la comida y acepta un gran recipiente con sus amadas papas rizadas, las cuales no duda en devorar con una radiante sonrisa en su rostro. Cuando está por tomar una de las hamburguesas, una mano lo jala hacia atrás por el brazo derecho.

-Vamos, tienes que cambiarte de ropa, es tu fiesta y no puedes parecer un vago- lo regañó Lydia negando despacio para luego llevarlo al interior de la casa.
-¡Derek ayúdame!- gritó intentando aferrarse al lobo pero éste se apartó con una sonrisa.
-Ve, Stiles, Lydia te dejará muy guapo, te estaré esperando, date prisa.
-Mmm, está bien- dijo resignándose y observó fijamente a su pareja- Quiero un fabuloso beso cuando regrese, Sourwolf.

El castaño se dejó llevar hasta la habitación de la pelirroja y se acercó a la cama, contemplando el conjunto que hay desplegada sobre ella, una chaqueta negra, una camisa blanca y unos jeans negros que seguramente le quedarán ajustados, aunque sospecha que esa es la idea. Sin darle tiempo de decir algo, Lydia recoge la ropa para luego entregársela antes de empujarlo hasta el baño y cerró la puerta.

-Date prisa, Stiles, hay una fantástica fiesta afuera que no me perderé- canturreó la chica muy animada.

El hijo del sheriff se cambió ropa con rapidez y se miró al gran espejo de cuerpo completo que hay a un lado del lavamanos, esbozando una sonrisa en aprobación, ¿Realmente así luce? No puede negar que la pelirroja tiene muy buen gusto a la hora de escoger atuendos, aunque no es como si no lo hubiera notado antes. Sin duda será la bella del baile esa noche. Apenas sale del baño, se percata de la expresión en el rostro de su amiga, quien lo recorre con la vista para luego esbozar una gran sonrisa.

-Soy una genio, estás increíble, solo un detalle- dijo acercándose y con la mano derecha, alborotó un poco los cabellos del castaño- ¡Perfecto! Te ves genial, vamos.

En cuanto regresan a la fiesta, se percata que varias chicas lo miran de arriba abajo antes de sonreírle y no puede evitar sonrojarse un poco por la atención que está atrayendo, ¿Tan diferente está usando ropa diferente a lo habitual? Parece que todos esos años de creer que es invisible para el género femenino, solo se debió a su mala elección de atuendo.

-Vaya, que cambio, te ves genial- dijo una chica interceptándolos a mitad del jardín con un vaso de ponche en la mano derecha y le dedicó una sonrisa- ¿Quieres bailar, guapo?
-Mmm... gracias pero no- respondió intentando controlar el sonrojo de sus mejillas- Mi novio está aquí y prefiero bailar con él, hasta luego.

De reojo captó la mirada de diversión de la pelirroja y se marchó en dirección hacia las mesas con comida, en donde encontró a su pareja platicando con Isaac, Scott y Allison, quienes voltearon a él con cierta sorpresa por su nuevo atuendo, así que abrazó al Alfa y ocultó el rostro contra su pecho.

Mi SourwolfWhere stories live. Discover now