Capitulo 24: ¿Un amigo?!

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Mi pecho empezó a golpear demasiado rápido al ver esa inesperada acción, volteé la mirada totalmente avergonzado aún asi ella me sonrió de manera tierna.

--- Que lindo rostro tienes --- menciono la pequeña.
--- Cierra la boca, no digas esas estupideces --- Hable avergonzado.
--- Que lindo eres --- Rió --- Bueno me iré de compras, ya que no sabía si te gustaría la carne no compré más --- Dijo levantándose.
--- ¿Umh? No te preocupes, yo cazare algo más tarde, no es necesario que salgas --- Hable molestó.
--- Vamos no te preocupes, no es una molestia ir a comprar, además sería como una clase de paga por dejarme vivir aquí --- Hablo sonriendo.
--- Pero no quiero que salgas --- Le dije directamente.
--- ¿Umh? Oh vamos, se cuidarme sola --- Decía con una sonrisa.
--- Tch --- Gruñi con molestia --- Esta bien --- dije resignado.
--- Bien, Volveré pronto --- Aviso.

Después salió de la cocina, tomó un pequeño bolso y salió de la casa, en verdad me preocupa que ella salga sola así que sin decirle nada la seguiré nara vigilarla, solo por seguridad.
Salí un poco después de ella y guiandome con su aroma comencé a seguirla con cautela, ella caminaba tranquilamente por las calles sin ninguna preocupación tan calmada como siempre; Llego al supermercado y compró mucha carne en verdad no estoy seguro de que ella pueda cargar todo eso sola creo que será mejor ayudarla.

Estaba apuntó de bajar de mi escondite pero ví como un insecto de cabello rosado se apareció frente a ella y la ayudó con sus bolsas ¿por qué confía de esa forma en un desconocido? Los dos comenzaron a caminar de regresó, se miraba que conversaban muy animadamente eso me molesta demasiado ¿por qué tiene una conversación como esa con ese insecto y no conmigo? Maldita sea, quiero bajar a romperle la cara a ese insecto pero ella no debe verme; Estaban a punto de entrar al bosque por lo que me preocupe ya que ningún insecto debe saber dónde queda mi mansión, nuevamente estaba apuntó de salir de mi escondite cuando vi que la peliazul tomo las bolsas despidiéndose de él, al parecer no es tan tonta como pensé. Debo regresar ya o si no cuando ella llegué no me encontrara ahí así que cuando ella estaba apuntó de llegar me adelante y entre a mi casa como si nada hubiera pasado, la peliazul no tardo mucho en llegar.

--- Vegeta, ya llegué --- Hablo entrando a la casa.
--- Tardaste demasiado ¿que tango hacias? --- Pregunte disimulando.
--- Lo siento pero había una larga cola en el supermercado --- Explicó.
--- Si claro --- Dije no muy interesado ya que ella tenía razón --- Espera... --- Dije olfateando algo.

Me acerqué a ella sintiendo aquel aroma tan desagradable para mí, Acerqué mi rostro a su cuello por lo que ella se estremeció al tenerme ahí, me miró algo confusa mientras yo trataba de reconocer ese aroma se que ya lo había sentido antes pero no logró recordar de quién es, solo pude distinguir algo y eso era que era de ese hombre que la acompañó ¿Por qué el aroma de ese insecto se adhirió al cuerpo de ella?! ¿Tan cerca estaban?

--- ¿Se puede saber con quién estabas? Hueles a hombre --- Pregunte molesto.
--- ¿Ah? ¿en serio? Encontré a un amigo en el supermercado, él me ayudó a cargar las bolsas --- explicó, por lo menos es honesta.
--- ¿Umh? ¿un Amigo?! ¿como se llama y como por qué te ayudó? --- Pregunté fastidiado.
--- Se llama Black, y me ayudo por que las bolsas estaban muy pesadas --- respondió calmada.
--- No quiero que se te vuelva a acercar, su aroma es tan desagradable comparado al tuyo, No quiero que huelas a otro hombre --- Ordené molestó.
--- ¿Acaso estás celoso? --- se burló.
--- Sí, tú eres solo mía así que no quiero que otros hombres se te acerquen ¿entendiste? --- Hable firme.
--- Vegeta --- Ella se sonrojo mucho.
--- Ya no me hagas decír esas cosas molestas ¿bien? --- Dije volteando el rostro.
--- Esta bien --- respondió apenada --- Y bueno, Antes me mencionaste que me enseñarias la verdadera razón de por que no querías acostarte conmigo --- Hablo recordando eso.
--- ¿Ah? ¿en serio quieres saber eso? --- Cuestione un poco incómodo.
--- Pues, me despertaste la curiosidad, pero si no quieres no lo hagas.
--- Te mostraré pero ten por seguro que no será nada lindo --- Advertí.
--- Si, tengo muy claro eso, se que no será nada lindo verte tener esa clase de relaciones con otra mujer --- Hablo sonriendo.
--- No me refería a eso --- respondi seco.
--- ¿Entonces a que te referías? --- Preguntó ilusa.
--- Ya lo verás que en la noche.

•NARRADOR COMÚN•

Mientras tanto en la escandalosa y lujosa ciudad de las vegas se encontraban dos muchachos los dos habían estado jugando en casinos por diversión, pero la diversión se estaba acabando cuando uno de ellos empezó con un incómodo dolor en la parte baja de su cuerpo, para ser precisos en la entrepierna.

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-- Oye... Vámonos ya --- Dijo en un tono algo agitado.
--- ¿Umh? ¿ya te sientes mal? --- pregunto preocupado.
--- Sí, ya larguémonos maldita sea --- Respondió molesto.

Los jóvenes salieron del casino y con el dinero que ganaron fueron a hospedarse en un lujoso hotel seleccionado especialmente por el cyborg, en el camino el ojiazul se sé encargo de conseguir algunas presas para su amigo quién estaba desesperado por su liberación, al llegar al hotel las chicas entraron a la habitación junto al pelilargo mientras que el ojiazul se quedaría afuera ya que no sería cómodo ver la trágica escena que estaba por suceder.

--- ¿Puedes vigilar que nadie venga? Y poner alguna excusa por los gritos que se escucharán --- Cuestiono desesperado el pelilargo.
--- Decuida, hice una investigación previa y resulta que este hotel cuenta con habitaciones aprueba de sonidos así que por más que las chicas griten no se escuchará nada --- Explicó sonriente el ojiazul.
--- Entonces ¿por eso elegiste este hotel? --- cuestiono sorprendido.
--- Sí, entiendo que este periodo es muy difícil para tí y por eso quise ayudar al menos con eso --- explicó --- Vamos entra, no dejes esperando a tus chicas --- le dijo con una sonrisa.

El pelilargo se avergonzó un poco, en el interior pensaba "¿por qué no eres una chica?" en verdad quería tener algo con él pero no cruzaría la linea sin tener el permiso del pequeño cyborg. El pelilargo asintió y entró a la habitación, el ojiazul se sentó en el piso esperando a que su amigo terminará su trabajo; Al pasar de los minutos se escuchaban algunos golpes y uno que otro grito aunque no era muy audible para los humanos normales gracias a la avanzada audición del pequeño cyborg tenía la capacidad de escucharlo aunque en verdad no era muy agradable escuchar esas cosas.

Ya pasada una hora después de que Raditz entro a las chicas, habían parado los gritos por lo que el pequeño supuso que ya habia terminado con todo literalmente, el ojiazul como se quitó el seguro de la puerta por lo que supuso que ya podía entrar así que lo hizo, Al entrar a aquella habitación habia sangre esparcida por todo el suelo y algunas cosas rotas.

El ojiazul cerró con seguro nuevamente y se adentro a aquella aterradora escena, buscó al pelilargo entre tanto desorden hasta que lo encontro en la cama de espaldas por lo que se acercó lentamente a él.

--- ¿Raditz? ¿estas mejor? --- Pregunto nervioso.
--- Ah --- Se quejó --- Aléjate, qui-quite el seguro por qué ya habia acabado pe-pero no significa que estoy bien --- Hablaba con dificultad.
--- ¿Todavía estás muy... duro? --- cuestionó avergonzado.
--- Me duele mucho --- se quejó.
--- ¿Quieres que vaya por más chicas? --- Sugirió nervioso.
--- ¡No! ¡no quiero más chicas! No es nada divertido verlas sufrir de esa forma --- Mencionó desanimado.

El cyborg estaba muy preocupado y no sabía que podía hacer para ayudarlo, no le gustaba verlo sufrir de esa forma así que una loca idea le cruzó por la mente pero era obvio que el pelilargo la rechazaría, aunque sonará tonto se lo iba a preguntar.

--- E-Entonces ¿qui-quieres que yo lo haga?! --- Cuestionó sonrojado.

[PAUSADA] Enamorada De Un Mounstro ❤ V&BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora