Capítulo 9 - I'll bet he took all he could take.

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El fuego se extendía desde el centro de mi pecho hacia las extremidades no me di cuenta que me estaba quejando hasta que vi la cara de horror de Shabby, todo era ambiguo y borroso. Camdem y Pigglet me rodearon con sus brazos y no me percataba, porque la verdad estaba casi volando, la fuerza que ambos estaban haciendo. Literalmente parecía el increíble Hulk solo que no estaba creciendo de tamaño ni volviéndome verde (esperaba).

―¡Saquenlo de mi tienda que no rompa nada! ― Exclamó William enojado por la treta, pienso.

―Eso intentamos ¡Mierda! ― Exclamó Camdem arrastrándome hacia afuera. Podía sentir que los brazos de Pigglet se habían vuelto garras gruesas que me arrastraban consigo. Me lanzaron hacia la acera y caí de bruces al piso. Su frio me reconfortaba el ardor que atosigaba mi cuerpo. Frio necesitaba desesperadamente matar esa sensación de mi cuerpo.

―Hielo necesito hielo...― Comencé a balbucear como un loco. Un loco puesto en magia sobrenatural.

―Tu solo procura quedarte quieto y déjanos encargarnos de ti. ― Dijo Camdem mientras Shabby abría la puerta de la van. Otra vez sus brazos me rodearon y me arrojaron al interior de la camioneta. Caí mirando hacia el techo mientras en una situación que podría haber sido bastante ridícula y hasta de la que me hubiera cagado de risa, Pigglet se sentó sobre mi pecho y Camdem sobre mis piernas.

―¿Qué es esto violación colectiva? ― Bueno no era el mejor chiste que podía decir porque ambos seres estaban sudando la gota gorda para sujetarme. Moví el brazo y Pigglet voló contra el lateral de la camioneta.

― ¡Tenías que tomarte los dos hechizos idiota! ― Se devolvió a mi pecho y apretó con mucha fuerza pero debo decir, orgullosamente, que no sentía nada.

―Tal vez si te bebes su sangre, a lo mejor nivelas los efectos...― Preguntó Pigglet a Camdem.

―No puedo hacer eso, la magia me afectaría a mí y creeme prefieres a Allan sin control que a mi sin correa. ― Aclaró el vampiro.

―Cierto. ―Terció Pigglet con desdén.

―Chicos se está ahogando con su lengua. ― Afirmó Georgie con cara de preocupado. Pero no era cierto. Quise decir "No es cierto". Pero Pigglet desesperado me abrió la mandíbula de un tirón.

―Está bien no...―Afirmó Pigglet examinando mi tráquea. ― Georgie ve a manejar pronto.

― ¿Hacia dónde? ¿Éstas loco con Allan así?

―Vamos a visitar a nuestro empresario un rato antes.

Me encantaba porque todos tomaban decisiones sin consultarme y era una especie de sueño lúcido en el que todos tus amigos se complotan entre sí, porque hiciste una estupidez que creías sería muy valiente de tu parte y te convertirías en menos víctima de esos malditos Warlocks.

Probablemente, mañana...  (Allan Woodhouse #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora