Capítulo 25 - Don't walk away in silence.

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Los días se habían fundido en un tedio insoportable en el cual mi mente reproducía ese último beso y mi cuerpo ansiaba desesperadamente sentirlo nuevamente. Me había encerrado en mi cuarto y allí contemplaba las fotos que teníamos juntos, incluso las dos últimas que había enviado por mensaje a mis amigos.

Su casa había sido desmantelada tan pronto que el mismo día en que fui a rescatar algo de él, mi grimorio incluido, me topé con una serie de albañiles y pintores que se veían bien raros y entonces, mientras husmeaba un tipo trajeado me echó como si fuera un criminal. ¿Acaso ese era el "equipo de limpieza"?

Fue entonces que con impaciencia me fui a revolver la basura en el contenedor de la cuadra y me encontré con su caja de vinilos, cassetes, y Zulu tirado como si fuera nada. Todavía el bonsái estaba trasplantado en el Tupper sin tapa en el que lo había colocado luego de que lo tirara y el amenazara con cortarme el amigo si al árbol le ocurría algo. Ahora reposaba en mi mesa de noche.

Shabby abrió la puerta y se metió a mi cama conmigo.

—Vas a gastar las cintas.

—Solo me dejaron algo de su música porque no sabían qué hacer con ella. Y es su voz. No sabía que aún grababa en cassetes. — Shabby sonrió con alegría como si recordara una broma pasada.

—Es probable que esas cintas tengan tu edad. Pigglet grababa todo en su computadora ahora y en discos rígidos. No quería arruinarte el momento, pero se nota en el estilo. Suena como Depche mode hace quince años. — Su voz se quebró y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. — Deberías haberlo visto cuando la moda era usar esas camisas estampadas horribles y los pelos como the cure.

—No llores que me vas a hacer llorar a mí y ya no tengo más lágrimas Sha.

—Lo sé, no puedo evitarlo, pero venía a rogarte que comieras algo, tu amiga te hizo unas pastas con tomate y albahaca frescas.

— ¿Qué amiga? — Pregunté dubitativamente.

—¿Shiobann? Dijo que sentía mucho que estuvieras tan triste y que nada... No sabe de Pigglet pero no es tonta. No lo vió mas. ¡Anda! Suelta esa caja de discos y vamos a comer algo All.

—Lo pensaré. — Contesté pero Shabby no se iba a rendir tan fácilmente.

—Te doy diez minutos y luego Camdem te arrastra al comedor.

Creo que puse una especie de gesto que asemejaba una sonrisa y luego abandonó satisfecha mi cuarto. Fue cuando acomodé la caja de vinilos en los pies de mi cama que vi el pequeño sobre blanco entre Pin ups de David Bowie y Substance de Joy Division. Estaba demasiado nuevo como para pertenecer al grupo por lo que su blancura llamó mi atención de inmediato. Cuando lo giré para abrirlo casi me quedo sin respiro en el acto. Tenía escrito:

"Lovely Puding" en marcador negro. Lo abrí y vi que era un DVD. Creo que mi corazón dio diez vuelcos en el momento. Estaba teniendo un ataque de ansiedad. ¿Cómo no lo había visto antes? Era tan delgado y con el pequeño sobre de papel que se traspapeló fácilmente en las grandes tapas de los álbumes. El DVD decía como si fuera Alicia en el País de los videos de Youtube "Veeme".

Probablemente, mañana...  (Allan Woodhouse #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora