CAP 33: La extraño

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Desperté junto a Sirius. Jamás me había imaginado cómo sería despertar desnuda a su lado, y ahora lo sabía.

Él dormía plácidamente y me rodeaba la cintura con un brazo. Me ruboricé al recordar la noche anterior.

Sus besos, sus caricias, todo volvió a mí.

Me había hecho suya de una manera única e increíble, y había tenido cuidado de no lastimarme.

Estaba loca por Sirius Black, y sabía que él también sentía lo mismo por mí.

–Despierta, dormilón. –Susurré sobre sus labios, para luego depositar un largo beso.

Él sonrió sin abrir los ojos.

–Cómo deseo despertar así todos los días. –Murmuró, para luego abrir los ojos.

–No eres el único, querido. –Sonreí, mirando aquella tormenta que se desataba en su mirada.

–Vamos a comer, tengo hambre.

Asentí riendo y me vestí rápidamente para que Sirius no me mirara. Digo, no había nada que no hubiera visto ya, pero me daba vergüenza estar desnuda ante él.

Me vestí y salí de la habitación, seguida de él.

Me tomó la mano entrelazando nuestros dedos y caminamos hacia el comedor, donde nos sentamos frente a James, que tenía a dos putas sentadas a cada lado de él.

–Creo que le duele que Lily lo haya dejado. –Murmuró Sirius, mirándome.

–No lo creo. Míralo nada más. No me sorprendería si dijera que es gay. –Me encogí de hombros y me dispuse a comer.

Luego del desayuno y las clases, Sirius y yo caminamos hasta una especie de terraza que había en la torre más alta de Durmstrang, y nos sentamos allí a ver el horizonte.

–___, hay algo que tengo que decirte. –Dijo, mirándome.

–Dímelo. –Lo miré del mismo modo.

–Te amo, y no quiero perderte por nada del mundo. –Susurró.- Sé que estamos en tiempos no muy bonitos, y una guerra se avecina.

–No me perderás. –Sonreí, acariciando su mejilla con mis dedos.- Nuestro amor es más poderoso que todo lo demás, nada podrá separarnos. Ni una guerra, ni nada.

Luego de aquella conversación no dijimos nada, simplemente nos quedamos allí toda la tarde. Entonces vi que James apareció cuando se hacía tarde.

–Te veré más tarde. –Sirius se despidió dándome un beso, y luego se fue.

Él sabía que James y yo teníamos que hablar.

James se sentó, tomando el lugar en el que Sirius estaba anteriormente. No dije nada, sabía que él comenzaría a hablar si lo quería así.

–La extraño. –Dijo, luego de varios minutos.

Lo miré con una ceja arqueada, animándolo a decir todo o que sentía.

–A Lily. –Completó su frase.- La cagué, prima. Y no sé si pueda arreglarlo.

–No vas a arreglar nada si sigues con las putas en este viaje, James. –Susurré.

–Lo sé. Sabes cómo soy. No tengo atención de la que quiero, entonces necesito atención.

–Ese es tu pensamiento más idiota. Si quieres a Lily, debes probarlo. Dejar a las putas, pedirle perdón, darle un tiempo y luego comenzar a actuar para recuperarla. Solo así lograrás volver con ella.

–Ese plan es una mierda.

–No, no lo es. –Lo reprendí.- Paso 1: Deja a las putas. Por el resto del viaje.

–No sé si podré.

–Si realmente la amas, lo vas a hacer.

–De acuerdo. ¿Y el paso 2?

–Cuando cumplas el paso 1, pasaremos al siguiente paso.

Sin decir más me levanté y caminé hacia mi habitación. Al entrar, mis compañeras me dedicaron una gran sonrisa.

–¿Lista para la tercera prueba? –Preguntó Sarah.

–Es dentro de dos meses. –Me encogí de hombros, dando a entender que tenía bastante tiempo.

Me acosté para dormir cuando vi que dejaron una nota debajo de mi puerta. Fruncí el ceño y la tomé.

"Ven al salón de clases de pociones, repetiremos lo de ayer. Te amo <3

-Canuto"

Sonreí al leer aquella nota.

¿Quería hacerlo en un salón de clases?

Qué sofisticado eres, Sirius.

Sonreí y me escabullí por los pasillos para aquella cita.


La prima de cornamenta (Sirius Black y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora