CAP 8: Esa extraña sensación

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–¡Corran, corran! ¡Filch viene! –Grité corriendo a advertir a mis amigos. Al parecer a Filch no le había gustado la broma que le hicimos a su gatita nueva.

–¡Mierda! –Gruñó Cornamenta entre risas. Todos salimos disparados, corriendo sin dirección.

Y nos separamos, para escapar. Sirius se fue siguiéndome, y al parecer Filch también. Corrí hasta que vi una puerta delante de nosotros. La abrí y me metí en ella, jalando al oji-gris para que no lo encuentren tampoco.

–Umm... ¿___? –Me llamó.

–Shhh... espera a que Filch se vaya. –Le dije, sin voltear a verlo.

–¿Ya estuviste aquí antes? 

–¿De qué hablas, Sirius? –Volteé a verlo. Estábamos en una sala llena de cosas al azar.- Esta debe ser la sala de menesteres de la que Lunático hablaba, la que no sale en el mapa –Lo miré. Vi que una sonrisita casi invisible se dibujó en su rostro.

–Lunático la descubrió el año pasado, cuando huíamos de McGonagall. –Sonrió- Jamás creí que nosotros la encontraríamos... -Sonreí al verlo.

Lo miré a los ojos grises que tenía por unos instantes, y sentí como una corriente se esparcía por todo mi cuerpo. Jamás me había pasado algo así. Qué extraña pero bonita sensación.

–Será mejor que vayamos al gran comedor... pronto será hora de cenar –Dije, sintiendo calor en mis mejillas. Sirius asintió y salimos de la sala de menesteres.

Al llegar al gran comedor, vimos a los demás sentados, comiendo. Me senté al lado de Lunático, y Sirius se sentó a mi lado. Al frente nuestro estaban Cornamenta y Colagusano.

–¡Atención, estudiantes! –Habló Dumbledore. Todos giramos para verlo.- En el mes de febrero, después de las fiestas, se celebrará en Hogwarts el primer baile de San Valentín. –Oh no. Tiene que estar bromeando.- Para lo que, cada encargado de casa tendrá el deber de enseñarles el vals de entrada, y, por supuesto, los jóvenes deberán asistir a dicho baile, en parejas. –Joder. Te odio, viejo.- Tienen hasta el 14 de febrero para conseguir pareja y aprender el baile. Disfruten la cena.

Intercambié miradas con todos los merodeadores. James tenía su mirada fija en Evans, Lupin y Pettigrew estaban algo ruborizados, y Sirius tenía la mirada perdida en algún lugar. Bufé y todos sus ojos se posaron en mí.

–Tiene que estar jodiéndome –Gruñí, de mala gana, colocando mis manos en mi regazo, que era tapado por el mantel de la gran mesa.

–¿Por qué? –Rió mi primo- ¡Es mi oportunidad para que Lily caiga a mis pies!

–Yo invitaré a Foxbay. –Sonrió Peter.

–¿A Cat? –Pregunté, curiosa, era mi compañera de habitación desde el año pasado, pero no hablaba mucho con ella. Peter asintió sonriendo.

–Yo no sé. –Dijo Remus, algo ruborizado.

–Yo preferiría no ir –Suspiré, mirando al vacío.- Nadie va a invitarme, soy la matona de los merodeadores, ¿Recuerdan? –Sentí un roce de una mano sobre la mía. Venía de mi lado derecho. Era... ¿Sirius? Nah, no es posible. ¿O sí? 

–Descuida, Fiera –Sonrió Sirius. Sentí que su mano tomó la mía, entrelazando nuestros dedos, y lo dejé. Otra vez sentí esa corriente extrañamente agradable.- Seguro alguien te invitará –Me guiñó un ojo, yo sonreí y solté una risita inocente.

Dejé que Sirius me tome la mano toda la cena, y me soltó al momento que nos levantamos para regresar a la sala común. Cuando reíamos ahí, Lily, Cat y una chica de cabello negro con puntas azules pasaron cerca de nosotros. 

Peter se levantó y se dirigió hacia ellas. James quiso hacer lo mismo, pero lo detuve para que no hiciera nada estúpido.

–¡Esperen! –Las llamó Peter. Las tres voltearon a verlo.

–Esto va a ser interesante –Me susurró Sirius en el oído.

–Uhh... Cat, ¿te gustaría ir al baile de San Valentín conmigo? –Preguntó, con una sonrisita nerviosa.

–Si voy contigo, ¿Con quién van mis amigas? –La castaña espetó, señalando a Lily y a la peli-negra. Peter nos lanzó una mirada de "ayúdenme".

–Mi amigo Remus Lupin... –Me levanté y lo apunté- ...quiere ir con... ¿Cómo te llamas, chica? –Le pregunté, seria.

–Carolina Thompson... –Dijo la pelinegra tímidamente.

–Sí, Carolina... –Sonreí- Mi amigo quiere llevarte al baile –Noté que Remus se ruborizó por completo, no tenía planeado invitar a nadie.

–De acuerdo, ¿Y qué hay de Lily? –Preguntó Cat.

–La llevaré yo –Se levantó mi primo, con su sonrisa seductora.

–Carly, Cat, diviértanse con ese par –Apuntó a Peter y a Remus- Pero yo no iré con ese tipo ni aunque me paguen mil galeones –Apuntó a James. Las tres subieron a sus habitaciones.

Peter me sonrió luego de decir un "gracias", al igual que Remus, le ahorré el afán de tener que invitar a alguien. James estaba estupefacto, Sirius carcajeaba por la forma en que Lily lo había rechazado. Esa peli roja está loca. ¿Por qué no quiere salir con James? ¡Es el tipo de todas!

–Haré que vaya al baile conmigo, cueste lo que cueste. –Gruñó mi primo.

–Tienes tiempo, primo –Reí ante su cara de desesperación- No hay nada que un Potter no pueda lograr –Sonreí, guiñándole.

Al día siguiente, los cinco caminamos por los pasillos llenos de gente. Muchas chicas miraban a mis cuatro amigos, y escuchaba sus comentarios como "ahí vienen los merodeadores" "¿Crees que nos inviten al baile?" "¿Con quién crees que vaya la chica ruda?" "¿Con quién irán?" y cosas estúpidas como esa. 

Me reía ante varios comentarios, pues mis cuatro amigos eran el centro de atención de las chicas de todas las casas, los cuatro sonreían a todas, aunque noté que James tenía un toque de ira en su mirada, al igual que Sirius y Remus. ¿Qué mosca les picó? ¡Si son el centro de atención!

–Al parecer son el centro de atención –Susurré riendo, de modo que sólo los cuatro me oyeran.

La prima de cornamenta (Sirius Black y tú)Where stories live. Discover now