Fue en un café

Prueba N° 2 : Fuerza

A las siete de la mañana fue cuando llegó el nuevo reto.

Hiro estaba sentado a la mesa, comiendo su desayuno en total calma, un poco cansado pues paso gran parte de la noche intentando resolver quien era el famoso Héctor y pensando en que clase de prueba tendría que participar al día siguiente, no sabia nada de los amigos de Miguel, exepto que al parecer gozaban bastante con su sufrimiento.

La cosa es que el estaba ocupándose de sus propios asuntos, solo, en medio de la cocina sin nada más que el sonido del reproductor que su tía dejo conectado a las vocinas, desde que contrato a Miguel habia mucha mas música en casa, normalmente no le importaria, varias de las canciones qué la mujer escuchaba ahora eran disfrutables y muy variadas, lamentablemente el aparato empezo a reproducir la primera canción que escucho interpretar al moreno, era inevitable que despertara recuerdos, era inevitable tambien el torbellino de culpa, las emociones que una simple canción le generaron tenían tal intensidad que tuvo que sacar la cabeza por la ventana para aclarar su mente, quedándose ahi durante todo el rato que duro la melodía, intentando, entre otras cosas, no pensar en lo mucho que se identificaba con la letra, exepto por el hecho de que perder la cordura por alguien no lo ponía exactamente feliz, se quedo varios minutos viendo en dirección a la casa Rivera y preguntandose cuanto tardaria en ser perdonado, le advirtieron que el niño no se lo pondria muy facil, el mismo comprobo que no era de los que olvidan y ya, no podía creer que tanto orgullo cupiera en un cuerpo tan pequeño; no supo cuanto tiempo se quedo observando el hogar de su morenito, pero cuando se dio cuenta tenía un avión de papel atorado en el cabello, lo mas extraño de todo no era que no lo hubiera notado antes sino lo que habia al interior de este.

"Por tu culpa ha dejado de disfrutar la música.

¡Pagarás por eso! "

Después tenía apuntada una dirección, una hora y al final de la nota una advertencia.

"Si no acudes al duelo no tienes honor"

Releyó varias veces, la caligrafía era terrible, esto sin duda era obra del club pero Hamada no podía creer que escribieran tan mal, el vio la letra de Miguel varias veces y era mucho mejor que esto, hasta un niño de primaria podría hacerlo mejor, era como si parte del reto fuera decifrar también los geroglificos qué pusieron en el pedazo de papel.

No tuvo tiempo de hacer otra cosa ya que otro mensaje llego, esta vez en el teléfono celular qué su tía usaba para los asuntos que tenían que ver con la cafeteria, al ver la pantalla descubrio que era de parte de un número desconocido.

"Genio japonés.

Te esperamos en frente de la biblioteca en media hora.

No tardes.

Pos data:

Soy uno de los enfermos mentales que cree en fantasías.

Pos pos data:

Tomamos el número de tu casa de la lista de contactos que tenía la familia de Mickey

Pos pos pos data :

Borra este mensaje al terminar de leerlo"

Tenía que admitir que se estaban esmerando con la segunda prueba, les daría puntos extra por el elemento del misterio, aunque estaba el riesgo de que si su tia hubiera recordado tomar el teléfono sería ella quien estubiera leyendo el mensaje, y no quería tener que explicarle como termino en este asunto, lo que menos necesitaba era mas gente molestandolo con lo de Miguel, con Tadashi y Gogo era mas que suficiente.

―Solo espero que esto no termine en otra carrera por la ciudad ―Se dijo a si mismo tras borrar la evidencia del celular e intentando comer su ahora frio desayuno.