Querido Raúl

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-¿Escuche bien?

Se acercó a mi me tomó de la muñeca y me hizo levantarme, lo mire a la cara estaba bastante molesto y tenía el ceño fruncido.

-¡Contesta Maite!

Me gritó, yo quería contestarle pero un nudo en mi garganta me lo impedía.

-Respóndeme cuando te hablo.

Cerré los ojos y respiré hondo.

8cho se paró e hizo que Raúl me soltase.

8cho: Basta Raúl, ¿Qué te pasa? Es tu pareja no la trates así.

Raúl frunció el ceño más y se fue azotando la puerta, yo solo caí al piso y me puse a llorar, 8cho me sobaba la espalda.

8cho: Tranquila Maite.

Luego de unos minutos me pare, me despedí de 8cho y me dirigí a casa a pie ya que no traía conmigo mi billetera, a medio camino comenzó a llover no me importó mojarme y seguí hasta llegar a casa.

Me encontraba delante de la puerta, mi cuerpo comenzó a temblar y no es que fuese por frío si no por estar asustada, tomé el pomo de la puerta, para mi suerte la puerta estaba abierta, entre rápidamente, Raúl no se encontraba en la sala, me dirigí al cuarto, giré el pomo, la puerta estaba cerrada, cerré los ojos y me frustré, toqué, todo estaba silencio pero sabía que estaba ahí.

*Raúl, ábreme por favor.

-No, vete, seguro y Dalas te recibe en su casa.

*Es un mal entendido, déjame explicarte y te mostrare todo.

-No estoy de humor ahora, no me molestes.
Me apoyo a la pared y me deslicé hasta quedar sentada en el piso, mi celular volvió a soñar.

Bloqueo mi móvil y lo tiro lejos de mi vista, me acosté en el piso y me puse a llorar, me dolía la cabeza, no me sentía bien así que me quede dormida.

Sentí que alguien me esta moviendo para despertarme, abrí los ojos y vi que era Raúl, veo su cara, esta preocupado.

-Maite, levántate, debes cambiarte estas mojada.

Me siento pero al momento que hago eso mi cabeza comienza a doler más fuerte y me siento mareada, pongo mi mano en mi frente estoy muy caliente.

Raúl se para y me tiende la mano para ayudarme a levantar, logro hacerlo pero casi caigo, soy atrapada por el, quien decide alzarme, este me coloca sobre la cama.

-Maite, ¿Puedes cambiarte mientras llamo al médico?

*Si.

-De acuerdo, si no puedes espérame, cuando vuelva te ayudaré.

Fui caminando al armario lentamente saqué mi ropa limpia y me cambié, me sentía fatal, odio enfermarme y más odio preocupar a Raúl.

Ya me había cambiado así que me acosté en la cama, Raúl se paró en la puerta.

-El doctor ya viene en camino.

*Gracias Raúl y lo siento.

No se porque no puede aguantar las ganas de llorar, Raúl se acercó rápidamente a mi lado, se arrodilló y me abrazó.

-Quien debería disculparse soy yo, lo siento Maite por mis celos enfermizos estas así.

Raúl también estaba llorando, lo abraze tan fuerte como pude.

*No te culpes, debí contártelo, te prometo no hablar con él nunca más.

-Bien, hagamos como si nada hubiera pasado.

*De acuerdo.

Este me besó la frente, luego de eso el timbre sonó y Raúl fue a abrir la puerta.

El doctor entró y me revisó, le dio a Raúl unas recetas y luego que el doctor se fue, Raúl corrió a comprarlas y también trajo comida.

Me hizo comer en la cama, luego me dio mi medicamento y ambos nos acostamos.

-Maite.

*¿Si?

-Encontré esto en el piso.

Sacó de su bolsillo mi móvil, me lo puso en mi mano, y lo coloqué en la mesita de al lado de la cama y abracé a Raúl.

-Perdón.

*Te dije que no pasa nada.

-No por eso.

*Entonces ¿Por qué?

Raúl me miró a los ojos.

-Es que leí tus mensajes con el y pues te bloqueó.

Le sonreí.

*Eres un curioso y no me importa que me haya bloqueado, lo único que me importa es Raúl.

Me abrazó más fuerte.

-Y a mi solo me importa Maite.

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¡Volví! De mi tan largo viaje lamento la demora, es que Perú es un país muy bonito, pero ya estoy de vuelta c: