Capítulo 9.

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Miro hacia mi derecha y es cuando mi mente se llena de recuerdos...

FLASHBACK

Su lengua roza mi clítoris, en ese momento me retuerzo en la cama pero el sigue sin parar de lamer cada parte de mi vagina logrando que yo me agarre de las sabanas para poder canalizar el placer, pero soy incapaz. _ Jak.... No pares nunca.... no te alejes de mí... Jak te deseo, deseo cada parte de ti. Digo con la voz cortada y a un ritmo muy lento. Él no para, sigue con esta tortura tan extrema hasta que no puedo más le quiero dentro, cojo sus hombros y le obligo a parar. _ Ven. Le suplico tirando de él hacia arriba, se pone el condón todo lo rápido que puede y me penetra delicadamente, yo gimo de placer, las paredes de mi vagina se estremecen al sentirlo y más cuando poco a poco comienza a subir el ritmo de cada embestida, cada vez va más rápido y más fuerte, empieza a gritar y yo le sigo y nuestras voces se unen igual que nosotros, terminamos juntos en un orgasmo potente y loco, entre los espasmos y nuestras respiraciones agitadas nos quedamos tumbados el todavía dentro de mí y yo extasiada sin poder mover ni las pestañas. Poco a poco nos recomponemos y él se tumba a mi lado, me acaricia la mejilla y yo le abrazo, apoyando mi cara en su pecho donde solo escucho su corazón todavía algo acelerado. _ ¿Lucy cenamos? No se cuánto tiempo hemos pasado así pero creo que su idea es fantástica, estoy muerta de hambre. _ Sí. Le contesto con entusiasmo.

Se levanta y tira de mí, mierda estaba tan cómoda, él se pone los bóxer y una camiseta de tirantes dejando a mi vista su precioso y tentador cuerpo, deja una igual sobre la cama. _ Esta para ti voy a la cocina, no tardes. Antes de que pueda contestar sale de la habitación y me deja sola, yo cojo la camiseta que parecía pequeña y que no me quedaría pero para mi sorpresa sus músculos abultan más que mis carnes, me la pongo, me queda grande y larga me coloco las braguitas y antes de salir miro de nuevo la habitación, cojo mi ropa sabiendo que ya no volveré a este cuarto. Salgo y dejo mi ropa sobre una silla bien colocada ya que por cómo está el apartamento le gusta que todo esté en su sitio, entro a la cocina y está preparando unos filetes con una salsa que no sé de qué es pero huele fenomenal. _ ¿Qué Preparas? _ Ahora lo pruebas. Me dice dejándome en espera, para no parecer una inútil le voy preguntando donde están las cosas y pongo la mesa, termino mucho antes que él y le hago un pequeño interrogatorio sobre la foto de Max y su madre y sobre su trabajo. Después de una charla más que productiva para mí nos sentamos en la mesa y nos ponemos a cenar. _ Esto esta riquísimo, ¿dónde has aprendido a cocinar así? _ Cuando me vine a vivir solo tuve que aprender, es algo que me gusta, me relaja. _ Menos mal, sino el mundo se habrían perdido un gran chef. _ No suelo cocinar para mucha gente. _ Pues muy mal, porque esto es un pecado, la salsa es buenísima.

Después de cenar intento ayudarle a fregar todo lo que hemos manchado pero no me deja hacer nada y me siento en el sillón, le llamo para que venga y se sienta a mi lado, no encendemos la televisión simplemente hablamos de nosotros de nuestras vidas, de cómo fue mi relación con Ian y de que él nunca ha tenido novias serias, me cuenta cosas de Max y de lo mucho que significa para él, puedo comprobar que están muy unidos, más que Ana y yo, yo le cuento algo sobre mis padres pero la parte en la que fui una macarra la evito, no estoy preparada para contarle eso, después de risas y algún que otro chiste empezamos a sobarnos en el sillón, comenzamos a tener de nuevo sexo desesperadamente, yo le acaricio cada parte de su hermoso cuerpo, le beso y bajo hasta su miembro descubierto me lo meto en la boca y chupo, chupo rápido, el pierde la noción y el sentido por un momento, pero cuando me quiero dar cuenta me coge de los hombros me sube una vez que estoy de pie frente a él me coge del culo se levanta y se encamina hacia la cama. Después de dos gratificantes orgasmos, el cansancio se apodera de mí y caigo dormida entre sus brazos.

FLASHBACK

Y aquí estoy en esta gigante cama mirando hacia la derecha y aquí está mi hombre, dormido, tiene una pierna sobre las mías y esta tan sexi, se le ve mucho más joven mientras duerme, me acurrucó en su pecho y el por instinto me abraza, yo cierro los ojos y antes de que pueda darme cuenta caigo dormida.

TÚ, MI SALVACIÓN .Publicada en físico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora