Esposos sin Derechos | COMPLETA |

Culpable

Haneul sintió como si le atravesaran el pecho con una daga numerosas veces, todas al mismo tiempo.

Cuando pudo moverse, se dio cuenta de que estaba temblando y se sentía débil. En el alma se le clavó un dolor punzante que fue aguzando hasta impedirle respirar como era debido.

¿Qué debería hacer? Jungkook dijo <<Me voy a casar>>, esas palabras no eran cualquier cosa... se trataba de una promesa, de un COMPROMISO, algo con lo que ella ya no podía luchar.

Se supone que cuando uno va a casarse lo hace y ya, ¿no? Como cuando él la eligió como esposa para cubrir las apariencias, para ir y venir con libertad, pero... ya no nos estábamos refiriendo al mujeriego incorregible. Se trataba de un Jeon Jungkook diferente..., uno maduro, uno que no necesitaba buscarse una mujer por catálogo.
La chica de piel cremosa se levantó, no se sintió capaz de decir cualquier cosa, la que fuera, ya no tenía las narices que tuvo antes para pedirle que pasaran la noche juntos. Toda esa valentía se esfumó, no quedaba nada.

— Lo siento, Haneul.

— Iré al baño ¿bien? Y después me llevas a mi casa por favor.

— Sí pero...

Corrió hacía el baño, cerró la puerta tras ella y abrió el aguamanil por si en algún momento Jungkook se acercaba.

Se miró al espejo y negó con la cabeza, trató de sonreír pero fue solo el intento, su mueca se torció y su quijada comenzó a temblar.

— De nuevo lo has hecho, Haneul. Estúpida de ti.

Haneul regañó a su reflejo, las lágrimas caían por sus mejillas. Hacía muchos meses que no lloraba, y menos por él, pero lamentablemente hoy lloró, lloró hasta no poder más, hasta que las lágrimas se le terminaron y los ojos le dolieron. Pero después de todo ese llanto, enjuagó su rostro, se retocó el maquillaje.... y volvió a sonreír como siempre.

***

— Déjame ver si entendí bien. Dices que te encontraste con Haneul y hablaron, ¿cierto?, hasta ahí va todo bien.

— Ajá — cortó Jungkook, sabía la reprimenda que le esperaba.

— Entonces no me putas jodas y dime por favor que lo que le dijiste fue mentira y ya se reconciliaron.

— Hablamos — Dijo, su voz se sintió agria. — Y no mentí — añadió.

— ¡Carajo! ¿Por qué? ¡Por el amor de dios, Jungkook! ¿Piensas casarte con alguien que no amas?

— Hani, por favor, lo que menos necesito son tus sermones — presionó el puente de su nariz y cerró los ojos.
— Tienes que hablar con Chaerin para...

Él la interrumpió.

— ¿Podrías tan solo callarte y abrazarme? Es lo único que necesito ahora, y no hablar de lo mierdoso que puedo llegar a ser.

— ¡Eres un idiota! — estrechó sus brazos para reconfortarlo y él apoyó su mentón en el cálido hombro de su hermana mientras que le daba suaves palmadas. — Te complicas demasiado, hermano. Tienes la felicidad a unas malditas calles.

— Silencio — siseó.

Nota:
*Yo lo hubiera golpeado como buena hermana
y me hubiera ido bien digna...
"sufre por tus estupideces, cabrón"*

***

La mañana se sentía más fría de lo normal, el cielo estaba coloreado en diferentes gamas de grises, las lámparas aun iluminaban las angostas calles de gangnam. Haneul decidió que sería un día perfecto para quedarse en casa, en realidad no le apetecía salir y probablemente encontrarse con Jungkook.