Cena

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Haneul trataba de no pensar mucho en cómo se encontraba su esposo, en si habría comido o si todo iba bien con los "negocios", únicamente quiso enfocarse en su relación. Debía ser egoísta y aferrarse a sus prioridades. Pasó una semana y no hubo señal de humo por parte de Jungkook. En dos ocasiones Lee Hani intentó hablar por teléfono con ella, pero siempre le colgaba. Ella quería que Jungkook fuese quien se comunicara, estaba decidida a no llamarlo, ¿Por qué debía hacerlo? Tal parecía que el pelinegro no tenía intención de comunicarse, y no es como si fuese a perder la dignidad solo por preguntar si se encontraba bien. Solo eso. Una llamada era suficiente. Sin explicaciones.

Pero no sucedió. Él jamás llamó.

— ¡Espera, espera! ¡Barajeamela más despacio! ¿Taehyung y tú qué?

— Somos novios...

— ¿Has pensado en como va a reaccionar tu esposo?

Haneul bufó.

— ¿Reaccionar? ¿Por qué lo haría? No somos nada.

— ¡Por amor a dios, Haneul! ¡Están atados por un papel casi tan poderoso como su maldito orgullo!

— Pero es más fácil, yo podría deshacer el contrato. Jungkook ya ha tenido varios errores.

— ¿Y a dónde narices te irás? ¿Con Taehyung? ¿Eso quieres? ¿Depender ahora de él?

— ¡Por supuesto que no! — Dijo entre dientes, cerrando los ojos lentamente, apretándose el puente de la nariz y contando hacia atrás desde diez — JiSoo, considero que eres la única amiga que tengo en este país, por favor, no sigas.

— Me preocupas, precisamente porque te considero mi amiga.

— Gracias, JiSoo ah.

— Pero... — claudicó— al menos,... ¿Le dirás a Taehyung quien es tu esposo?

— Traté.

— ¿Y luego...?

— Él se negó a escucharme.

— ¡Vamos! ¡Tienes que decírselo!

JiSoo y Haneul  conversaban en un pequeño escondite que se encontraba entre uno de los edificios que había en su plantel y la pequeña jardinera ubicada en la parte trasera, en donde solo algunas parejas conseguían escabullirse y echarse polvos rápidos en los intervalos que había entre clases. Esta vez el lugar fue acaparado por ellas, quienes impedían que parejas saciaran su calentura.

Cuando a alguno se le ocurría pasar por ahí, ambas lo acuchillaban con su mirada fiera y entonces se iba. Nadie ajeno al campus conocía ese pequeño espacio de «relajación», inclusive algunos que pertenecían al mismo, desconocían la existencia de aquel lugar. Todos excepto Taehyung, quien días antes visitó a Haneul y ésta lo llevó al escondrijo. Él pálido muchacho fue incapaz de desdeñar su propuesta. Pasaron un buen rato. Nada comprometedor.

—¡Ya! Entiendo que te asuste lo que pasará después, y, no me entrometeré de nuevo ¿Vale? No quiero que pienses que te estoy jodiendo.

Ella se atragantó con su voz ronca.

— Gracias, lo cierto es que ni yo sé lo que haré después.

— Se honesta con tus sentimientos. Piensa las cosas.

—Yo soy honesta con mis sentimientos y no tengo nada más que pensar. Jungkook es solo un amigo, si se puede llamar de esa manera.

— ¡Serás cabezotas!

— JiSoo  — susurró— podrías... quizá, dejarme un momento a... ¿solas?

— ¿Citaste al forro numero dos?

Esposos sin Derechos | COMPLETA |Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ