Capítulo 18: Accidente

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- Oigan, ya paren. - Mi voz se había vuelto un poco más aguda por tanto reír, pues nadie me hacía caso. - Caraj...- Iba a seguir riendo, cuando es en ese instante, que siento como un plato  golpea contra mi mejilla. Lo habían lanzado como si hubiese sido un "frisbee".

Todos se callaron instantáneamente al escuchar como el plato se rompía, y seguidamente me vieron, esperando mi reacción.
Un "ouch" fuerte se hizo presente de parte mía, mientras tocaba la zona afectada con una de mis manos.

- Lo siento, lo siento. No fue mi intención. -Era Izzy que se había acercado para ver si me encontraba bien. Esperando ver el pequeño raspón que presentía tener en mi mejilla. Él estaba muy asustado.

- Si es que fue a propósito, déjame decirte que tienes una muy buena puntería. - Comenté con algo de diversión, observando después de tiempo, algo de alegría en los ojos de Izzy. Al parecer todos se habían quedado callados y nadie decía nada, algo que se me hizo por un momento muy surrealista.

Pasaron unos cuantos segundos más y todo seguía igual. Todos observaban atentos la situación, mientras yo me debatía entre pararme para ir a buscar algo con que limpiar la sangre que estaba saliendo o quedarme sentada y poder apreciar a Izzy, que se había quedado como un maniquí esperando a que yo reaccionara.

- ¿Y si se besan, para romper la tensión?- Dijo Michelle, haciendo que todos explotaran en una sola risa.

Reí de forma fingida, dando a entender que no me gustó su broma y seguido de eso, me paré, dejando a Izzy sentando.

- Chicos, que bueno que ninguno de ustedes fue enfermeros, porque se morirían de hambre. -Usé sarcasmo, que como siempre fue muy efectivo.

-No seas imbécil Izzy. Ayúdala ¿No ves que  acabas de hacerle aterrizar un platillo volador en su cara y no haces una mierda? - Axl se paró y fue hacia donde yo me encontraba, para  observarme con esos ojos verdes curiosos.-¿ Estás bien cariño?- Tomó mi mano con la suya para hacer que la quitara de mi mejilla y pueda ver la herida.

-Yo la ayudo. -Izzy se había parado y al parecer le había hecho un gesto a Axl para que él me soltara.

Izzy me tomó de la muñeca y sin decir más me llevó al baño, caminando por un pasadizo que nunca había pasado. Estaba segura que esas puertas eran las habitaciones de ellos y que hasta ahora no había tenido la oportunidad de visitarlos, aunque no era algo que me matara de curiosidad como si era el caso de querer ver su rostro, pues su tacto seguía siendo suave sobre mi piel como la última vez que lo recordaba.

Finalmente llegamos al pequeño baño con una iluminación blanca que permitía tener mejor claridad. Él, para ese momento ya me había soltado y sin decir más, tomó un poco de papel.

-No esperes que haya botiquín. No tenemos esas mierdas. -Su voz sonaba algo más grave de lo usual o quizás era el eco del ambiente que generaba esa sensación en mi.

-No te preocupes. Yo puedo hacerlo. -Sonreí de forma para que no se sintiera culpable, pues su mirada delataba eso y más.

-Déjame hacer algo bien al menos. -Rió de lado, mirándome por el reflejo del espejo, mientras sumergía el papel en agua.

- Bien. -Susurré, esperando que el haya escuchado. Mientras me repetía su última frase. "Déjame hacer algo bien al menos".

En definitiva no me sentía tan cómoda, estaba esperando que alguno de los chicos se asomara y así no poderme quedar a solas con Izzy. Era un momento muy extraño. Él estaba siendo agradable como cuando lo conocí por primera vez, y de cierta forma eso me encantaba.
Vacilé entre mis pensamientos un poco más, mientras miraba su espalda ancha a pesar de ser delgado  y  es que en definitiva, mis nervios estaban al límite, dejando de lado por un momento el dolor que podía sentir en mi mejilla.

Miré la decoración del lugar y reí interiormente al darme cuenta que se notaba de lejos que eran hombres los que vivían acá, no habiendo ni una mínima señal de feminidad no sólo en este ambiente, sino en toda la casa.
Una pequeña risa se escapó, haciendo llamar la atención de Izzy.

-¿De qué te ríes?- Se volteó con una sonrisa, para ir hacia mi y así poder poner aquel papel en mi herida.

-Créeme yo podría ser un poco más delicada. -Bromeé mientras lo miraba de reojo. Me encantaba que el hijo de puta con actitudes extrañas fuese mucho más alto que yo.

Él sólo negó y pude sentir como trató de ser más delicado, pues sus manos frías hacían una buena combinación con lo caliente que podía estar mi herida. Sentía que estaba palpitando, pero que su tacto de él, era lo suficientemente bueno como para calmarlo. Todo ese tiempo traté de no verlo a los ojos, no quería caer de nuevo, aún así mi mente me lo pidiera, pues tenerlo tan cerca no era lo mejor para mi. Era imposible no sentirme agobiada y tonta cuando él compartía junto a mi, pequeños momentos que para mi, quizás signifique mucho, y para él nada.

Aún así disfruté esos pequeños minutos de su delicadeza y de su quizás ternura que nunca había visto para luego quitar su mano de mi mejilla junto con el papel y sonreírme.

-Listo. - Murmuró de forma suave.

Era la primera vez en toda la noche en la que mis ojos coincidían con las de él y eso solamente generaba una cosa en mi. Quererme tirar de mi ventana, pero que lamentablemente no estaba en mi habitación, así que tendría que esperar llegar a mi casa para poder hacerlo.

-Gracias. -Traté de ser lo más cortés posible y con esa misma cortesía, tenía pensado irme hacia la sala.

-Espera. Sol. Quiero hablar contigo. -Estaba angustiado, de eso no había duda.

-¿Responderás mis preguntas? - Fui directa, en tanto para ese momento, ya habíamos salido del baño y nos encontrábamos en el final del pasadizo; así se mantendría un poco de la privacidad.

- ¿Puedo preguntar primero? - Había dado unos cuantos pasos más, para estar finalmente en una de las esquinas.

-Claro. -Respondí

- ¿Por qué tan buena con nosotros?

-Mmmm... Bueno. Creo en ustedes, y de verdad pienso que tienen talento. Sólo les hace un poco de suerte. Además... - Busqué las palabras adecuadas para poder expresarme mejor. - También es negocio Izzy. Ustedes ganan y yo gano.

Y realmente no mentía tanto con eso de negocio. Yo sabía que había gente que los seguía a ellos y que iban a sus presentaciones, sin embargo, ellos debían de saberse marketear mejor.
Cosa que no lo hacían y si lo hacían, realmente lo ejecutaban mal. Había que darles un pequeño empujón y para eso estaba yo.

Para ayudarlos, porque realmente creía en ellos. Creían en que podían ser grandes y en cierta forma, mi ayuda era algo desinteresada, si obviabamos mi gusto "inexplicable" por Izzy, claro.

- Ahora me toca a mi preguntar. -Dije algo seria. -¿No me evitarás las preguntas? - Miré a Izzy para que de alguna forma me fuese sincero, o eso creí.

-No.

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Lo siento si me demoro en publicar pero realmente es difícil escribir desde el celu. Si tiene algún error ortográfico lo corregiré en el transcurso de la noche. Gracias:)

Decisiones Nocturnas |Izzy Stradlin|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora