Me habría gustado poder ver mi cara de pánico en el espejo del ascensor tras salir corriendo de la azotea, pero cómo suele ocurrir cuando más lo necesitas el ascensor y su espejo está "en mantenimiento".
-Mamá ya he terminado, me voy a lavar los dientes -Vale Carla, pero por favor ponte las zapatillas de estar por casa. -Sí... Mamá.
Que grandes reflexiones hacemos de uno mismo cuando estamos frente al espejo del baño con una fría y pastosa espuma de eucalipto cayendo por la comisura de los labios. Qué tontería esa de salir corriendo con el cesto de la ropa hacia casa, bajando los escalones de dos en dos como si hubiese visto a la parca. A veces no entiendo esos atáques de miedo incomprensibles que me dan. Mejor me lavo la cara con agua caliente (ohh estos pequeños placeres de la vida) y me voy a la cama, mañana será otro día.
¡Las 2 am! Qué sueño más extraño. Aún son las dos, parace que llevara siglos durmiendo. Bendita huelga de estudiantes, mañana no tengo que madrugar.Podré regresar al sueño y ver al niño...Pero, qué sueño más raro, un niño que me miraba, sin embargo me siento invadida por una sensación de paz y felicidad. Ojala pueda recordar el sueño por la mañana. Creo que estaba en un patio, parecía el patio interior de la planta baja, el de Luisa. Aunque tenía mucha luz, y yo estaba sentada en el suelo, debía tener unos 2 años pues sentía mis rodillas tiernas y suaves apolladas en el frío suelo de terrazo. Había un niño de mi edad, estaba sentado frente a mi y me estaba pasando la pelota, rodando, una pelota de plástico. De pronto, él niño por el que sentía mucho cariño, me miraba y yo sentía una infinita felicidad, he llegado a sentir las mejillas cálidas del rubor. Me ha dado una florecita amarilla que había cortado del césped, justo a su lado. Al coger la flor, he despertado.
Ojalá pueda concentrarme mucho y volver a sumergirme en el sueño. Tres, dos, uno: patio, suelo frío, sonrisa del niño, tomo la flor y sueña.
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En la Azotea
Teen FictionEscalofríos, en la nuca y en la palma de las manos que miran hacia atrás. Un susurro frío de sensación cuando sientes que alguien te está observando aunque tu rostro mira hacia delante. Tu cuello se tensa y se alarga hacia el infinito preparado para...
