Capítulo 35: Ya era su turno.

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•Advertencia: Este es el capítulo ha sido re-subido pero super alargado y mejorado. Es prácticamente un nuevo cap. En realidad, es un nuevo cap. Disfruten 7u7•

•Advertencia 2: ¡¡YA CASI TERMINA!! 😭😭😭

ALICE'S POV

Un año después...

Mi cama podría ser el espacio más cómodo del mundo, tan suave, tan esponjosa, casi una como una nube, lo que lo vuelve perfecta al momento de dormir, por ello cuando me despierto con un leve dolor en la espalda sé de inmediato que no estoy en mi cama ya que, como dije, es imposible despertarse con el más mínimo malestar si duermes en ella.

Abro mis ojos e intento adaptarme a la luz del cuarto. Al parecer se nos han quedado las cortinas abiertas y el sol ya está emitiendo su máximo resplandor. Enfoco la vista y observo a mi alrededor para orientarme. Una televisión, un par de sillones, platos sucios y envoltorios de comida. Claro, con Adam nos hemos quedado dormidos en el sofá otra vez. Será la última vez que haremos una maratón de películas en la sala.

Cierro mis ojos para mentalizarme sobre el que debo levantarme, deben ser aproximadamente las una de la tarde debido al fuerte sol que hay. No desperté tan tarde si tomamos en cuenta que nos quedamos hasta las 7 de la mañana viendo películas, y bueno... haciendo otras cosas.

Siento la respiración de Adam en mi cuello. Como nos dormimos en el sofá, estamos tan pegados el uno al otro que podríamos ser una sola persona. Me sorprende que ambos quepamos en tan reducido espacio, aunque bueno, no sé si podría decirse que "ambos estamos en el sofá" pues la mitad del cuerpo de Adam está sobre mí, abrazándome. Tengo calor, y aunque ame que me abrace, necesito respirar.

Para resumir la situación: soy el interior de un burrito y Adam es la tortilla.

Muevo un poco al ceniciento para que despierte y me suelte, pero cada vez que lo alejo un poco él me envuelve el doble de lo que ya estaba. Afirma su agarre con el brazo que tiene sobre mi estómago, enreda más sus piernas a las mías y entierra más su cabeza en mi cuello. Diablos ¿Cómo quiere que me levante si es tan tierno hasta durmiendo? Esa vena protectora suya no descansa nunca.

Me quedaría a dormir entre sus brazos todo el día, sin embargo, tenemos compromisos que cumplir y el tiempo avanza, sin mencionar que creo que tengo que ir al baño y lo último que quiero es hacerme pipi en su sofá. Eso sería el colmo de la humillación, suficiente tuve hace unos meses cuando el periodo decidió llegarme justo cuando estaba sentada sobre sus piernas. Además, pasó en una de las famosas cenas familiares.

Como puedo me doy la vuelta entre sus brazos para quedar cara a cara, pues antes tenía mi espalda pegada a su pecho. Tal como lo hizo antes, me apretó más a su cuerpo y se quejó medio dormido. Eso es bueno, al menos sé que está despertando. Levanté mi brazo, mi única extremidad libre de su agarre, y le acaricié el cabello con la mano, enredándole mis dedos en el, brindándole suaves caricias. Si debo elegir mi parte favorita de su cuerpo luego de sus ojos ese sería su cabello. Es tan suave que podría hacer esto todo el día. Es relajante tanto para él como para mí.

Me quedo uno minutos observándolo mientras acaricio su cabello. Se ve tan lindo, tan en paz, que casi me da lástima despertarlo y perturbar todo aquello, para mi buena suerte no creo que deba hacerlo, pues puedo notar sus ojos moviéndose bajo sus párpados cerrados.

Este bicho ya está más que despierto.

Un pensamiento pasa por mi mente y sonrío maliciosa, acercándome más a su rostro para ejecutar mi plan. Comienzo a darle besos desde el cuello hasta las mejillas, pasando por su barbilla, párpados y nariz, finalmente deteniéndome en la comisura de sus labios, dejando varios besos en esa zona, generando que el ceniciento se estremezca un tanto.

Ellos Están EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora