Capítulo 7: Agendas llenas y "Estoy bien"

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Advertencia: otro capítulo extra largo•

•Advertencia 2: capítulo totalmente disfrutable•

•Advertencia 3: amo poner advertencias TuT•

ALICE'S POV

Los helados son una de las tantas alegrías de la vida, de verdad, ¿quieren ser felices? Coman helado

Existen de variados tipos y los venden en todos lugares, pero hay uno en especial, donde el helado, sabe mejor de lo que debería. Estoy pensando seriamente que esta heladería tiene algún pacto con el más allá o algo así, porque a pesar de ser un simple negocio con unas cuantas mesas y un par de chicos atendiendo, siempre está lleno ¿Y como no? Si aquí el helado sabe mejor que manjar de dioses

- ¿Dices que aquí venden helado? –me dijo Adam mientras lo arrastraba al negocio- hace 4 cuadras también vendían helados, no le veo la diferencia, chispita

- ¡La diferencia es que ese no era un helado del señor cremino! –le grité casi histérica- ¿¡De verdad nunca habías probado uno de estos helados?!

Adam negó con la cabeza mientras yo lo arrastraba a través del parque casi corriendo a la heladería del señor cremino. ¡Oh por favor! No puedes vivir en Miami y no haber comido un helado del señor cremino ¡Eso no es normal ni sano!

Cuando Adam me dijo que fuéramos por un helado y le sugerí venir a esta heladería, y me dijo que no tenia idea de que estaba hablando, literalmente le grite. ¡¿Cómo que no sabes de la heladería del señor cremino?!

No necesité más para tomar las llaves de mi casa y sacarlo de ahí directo a la mejor heladería del mundo. Es que... ¿¡es que como es posible que no la conozca?!

- Aun no puedo creer que de tanto años que venías a Miami y jamás habías oído de esta heladería –le dije incrédula

- Es una simple heladería en un parque –dijo el restándole importancia- no le veo la gran cosa

Le di un golpe en la cabeza a lo que el soltó un Auch de dolor. ¿¡Él dijo que?!

- ¡Jamás vuelvas a repetir esas palabras a menos que quieras morir! –le grité, pero el rió ante mi reacción- ¿Qué?

- Nada, es solo que... –rió- jamás te había visto tan emocionada por algo –me sonrió- te ves adorable chispita

- ¡Mira! ¡ahí está! –dije ignorando su comentario anterior

Corrí hacia la heladería arrastrando a Adam conmigo por la muñeca demasiado emocionada para mi gusto. No es propio de mí actuar tan... efusiva, ¡Pero es que aun no puedo creer que no haya probado uno de estos helados de la gloria! Me muero por ver su reacción.

No me arriesgué a tomar a Adam de la mano para hacerlo ir más rápido. Ni loca. Si con tan solo un simple e inocente beso en la mejilla se emocionó tanto como para mandarme mensajes hasta las 4 de la mañana sobre ello, no quiero ni saber que sucedería si lo tomo de la mano por mi propia voluntad. Dios no. ¿Se imaginan? Eso me aseguraría llamadas hasta las cinco.

Ya dentro de la heladería y con una enorme sonrisa surcando mi rostro, me salté la gran fila que había y fui directo a la barra donde los chicos atendían. Digamos que soy cliente habitual... y tengo contactos dentro. Aliados internos, dirían otros

Me acerqué a la barra y sonreí.

- ¡Marcus! ¡Hola! –le dije alegre

El chico vestido con el uniforme de la heladería se dio la vuelta y me miró con una sonrisa en la cara al verme ahí. Se acercó a mí y me abrazó por sobre la barra como pudo. No nos veíamos hace tanto. Apostaría lo que quieran a que Adam está frunciendo el ceño ahora mismo. Cuando nos separamos le presenté a Adam

Ellos Están EnamoradosWhere stories live. Discover now