Daimondios

Capitulo 29

CAPÍTULO 29

Amanda

-Te dije, niña, que lo único que no tienes que hacer es hablarles. ¿Y qué haces? Vas y le hablas al chico ese.-

El dolor que sentía dentro de mí era nuevo. Había experimentado muchos diferentes dolores en mi vida, pero este era totalmente nuevo.

Verlo a Will, junto a esa chica, me causo... no sé. Simplemente quería empujarla y ser yo quien estuviese ahí para abrazarlo. Me preocupaba cómo se encontraba, tenía miedo de que lo lastimaran, tenía miedo de perderlo, de que le cambiaran la mente para que después me odiara.

-¿Me estas escuchado?-

-Si, Hemenser te escucho.-

-Bueno, que suerte que me avisaste, porque no se nota. Pareciera que tienes problemas auditivos, porque no haces nada de lo que te digo.-

-¿De qué hablas?- Dije irritada.

-Te dije, y lo dejé bien claro, que no debías bajo ninguna circunstancia hablarles.-

-Lo dices porque tu quieres destruirme, no quieres que sea feliz, solo quieres lo peor para mi.-

-No puedo creer que seas tan ingenua. Si en verdad no me interesara tu bienestar estaría gobernando tu cuerpo sin ningún esfuerzo. Lo único que intentaba hacer era ayudarte. Mostrarte todo lo que eres capaz de hacer. Ayudarte a ver todo el da{o que esas bestias te causaron y lo siguen haciendo. Pero tu sigues estando ciega a la realidad, sigues pensando como una débil humana. Nunca debí ni siquiera haber intentado enseñarte algo Amanda.-

Me quedé en silencio por unos segundos, evitando mirarla a los ojos, buscando alguna manera de solucionar el problema, o de no ser así, por lo menos no dejar mi orgullo caer.

-¡Eso no tiene nada que ver con hablarles!- Grité en aturdimiento.

-¡Tiene todo que ver!-

-¡¿Por qué?!- Supliqué desorientada apoyando mis manos en mis rodillas para mantenerme de pie.

-¿¡Por qué qué!?-

-¡¿Por qué todos quieren tener el control sobre mí, por qué nadie me puede decir qué está sucediendo, por qué cada vez que busco una respuesta, termino inconsciente separada de quienes amo?! ¿Por qué cada vez que algo se vuelve claro, aparecen cien cosas más para confundirme?¿Por qué cuando siento que encontré mi lugar en el mundo, es ahí cuando lo destruyen? ¿Por qué hay una persona en mi cabeza que por momentos intenta matarme y apoderarse de mí, y luego me muestra a mis amigos y trata de ser bondadosa conmigo?-

Lo solté todo, lentamente fui bajando el tono, mientras lentamente las preguntas y los problemas de mi cabeza salían al exterior.

Me encontré arrodillada en el suelo, y recordé la escena de Will y esa chica. Y me dolió profundamente pensar que él también se encontraba emocionalmente demacrado como yo.

Hemenser no dijo nada. No me atrevía a mirarla a los ojos, porque sabía que la iba a encontrar mirándome con pena, con esa mirada que todos ponían cuando conocían como me sentía verdaderamente.

-Tener una conexión mental con alguien tiene un precio a pagar.-

-¿q-qué?- Balbuceé aturdida al levantar la cabeza en busca de su rostro, pero ella no me estaba mirando a mi, no. Su mirada se dirigía a ningún lugar en concreto, y su voz sonaba lejana, como si estuviera recordando algo que alguna vez le contaron.

-Pero para entender eso, debes comprender cómo funcionamos.- Asentí con emoción, aunque aún así su voz sonaba lejana, con dejos de nostalgia.